Guillermo Robles

Jamás he entendido para qué existe

Por Guillermo Robles Ramírez

Hay muchas cosas que en la práctica resulta incongruente y hasta cierto punto pecan de inocentes. En específico aquellos mecanismos del SAT, en donde solo hacen una atenta invitación para que te registres y hagas tus contribuciones obligatorias de la ley.

Ahí tenemos el incomprensible concepto del REPECO que, para la Secretaría de Hacienda, son aquellos comerciantes o prestadores de algún servicio incorporados en un régimen de pequeño contribuyente, es decir, tu trabajo o negocio sea restaurante, zapatería, etc., te da poco, pagas poco.

Si bien es cierto que en ese régimen o bolsa de contribuyentes hubo efectivamente personas con ingresos demasiado bajo, también es de cierto que eran más los que ganaban mucho o arriba de lo normal y vinieron gozando plácidamente de las bondades de pagar pocos impuestos, aunque en la realidad sus ingresos eran mayores.

Empero, de ninguna manera eso es sorprendente, sino lo es el hecho de que fueron muchísimos años en que en ese concepto infinidad de comerciantes y prestadores de servicios lo supieron hacer al pagar poco y ganar bastante.

¿La razón? Jamás fueron visitados o supervisados, para empezar, porque Hacienda no tiene personal para eso, es la institución gubernamental más grande de varios continentes y la que menos o casi no cuenta con inspectores que acudan a los negocios para tener un más pequeño de los parámetros respecto a lo que ingresa.

Todo lo tienen basados en el famoso Convenio de Coordinación de Estados y Hacienda, haciendo la función los primeros de ir a checar domicilio por domicilio si existen, número uno; si realmente su ingreso merece el beneficio fiscal gubernamental de pagar poco porque así es lo que vende y cobra por sus productos y servicios.

Tan solo en Saltillo, Coahuila, uno de los más de dos mil quinientos municipios de la República Mexicana, sobran los famosos REPECOS donde sus negocios son una vil burla para el resto de los contribuyentes, aunque para las autoridades fiscales municipales, estatales y federales eso pasa desapercibido y se aplica la política de oídos sordos y ojos de ciego.

Y, en la mayoría de los casos no es por protección, impunidad o protección, simplemente porque los Estados e igual que la Federación no tienen necesidad de andar “cascareando” los “centavitos”, pese haber suscrito el Convenio Federal de Coordinación.

En el último año de Vicente Fox, como Presidente de México, dio un total vuelco a favor de los Estados, al acordar conforme a decreto emitido en su gobierno, que los Estados fueran partícipes y recibieran excedentes del petróleo, lo que motivo para bien de sus habitantes más dinero para obras colectivas, pero también mayor la tentación como ha ocurrido, sucede y seguirá registrándose, de algunos gobernantes se lleven enormes cantidades de dinero a sus bolsas, por más candados que se imponen y establecen.

Empero, volviendo al caso de los REPECOS, el gobierno de Enrique Peña Nieto, en su nueva reforma hacendaria o miscelánea fiscal, es cierto que elimina el concepto de REPECO, ordenando que ese grupo de causantes pasen a otro régimen, pero hasta el 2015, concediéndoles la gracia de todo el 2014 para que puedan “acomodar” sus números y acostumbrarse a su nuevo régimen, en el que se supone, si habrán en verdad de pagar contribuciones y no hacer como que pagan por el desinterés de Hacienda de dejar que cada quien cumpla por “voluntad”, la que no se ha visto ni tampoco se verá en el futuro cercano ni mediano.

Pero en el año 2014 los REPECOS, fueron sustituidos por el Régimen de Incorporación Fiscal conocido mejor por sus siglas como RIF, y en ahora régimen de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ha sido muy criticado por la falta de impulsar este régimen que cuesta mucho y además no combate adecuadamente la informalidad.

La primera mentada que el régimen de REPCOS, ahora RIF, dio a los que sí están en un régimen donde ni yendo a rezarles a las once mil vírgenes, pueden salvarse y evadir el religioso cumplimiento del impuesto, cuyo nombre lo indica claramente, pues se trata de una imposición, es decir, su cumplimiento no es voluntario, sino es a producto de gallina.

El segundo recordatorio al ser más querido, se da a los contribuyentes cautivos y llamados de siempre, es la benevolencia y gracia de que los comerciantes informales, que por años se beneficiaron de bien ganar y pagar poco de diezmo o impuesto al gobierno, ahora se les concede la mano tibia del gobierno federal. Qué podemos esperar de este nuestro México lindo y querido. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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