Guillermo Robles Ramírez

Inocencia arrebatada

La palabra inocencia es un termino utilizado para decir, dos cosas. Una se refiere cuando se encuentra libre de toda culpabilidad con respecto a un crimen. El segundo es empleado para indicar la carencia o falta de malicia, mala intención o picardía.

Refiriéndonos al segundo término la inocencia de los menores tiene dos lados; por una parte, siempre es bonito ver crecer a los hijos en ese mundo lleno de sueños, fantasías, anhelo de vivir y verlos jugar fingiendo ser adultos imitando a licenciados o técnicos; teniendo en su lista como favoritos de profesión, policía, maestro, doctor, enfermera, plomero, mecánico, bombero, piloto de carreras, etc., y en la actualidad sin diferencia de géneros por que tanto niños o niñas despiertan el gusto por todas la profesiones.

A todos se les enseña que, para poder lograrlo, hay que estudiar mucho y sacar buenas calificaciones, pero sobre todo el ingrediente mágico es la perseverancia; como fórmula para poder alcanzar cualquier objetivo trazado en la vida, y se trata simplemente de actitud hacia la vida; de no renunciar a los sueños que se tienen.

En el camino de la vida muchas veces por situaciones o circunstancias desconocidas, muchos de estos pequeñines soñadores van abandonando sus sueños, y en ocasiones son arrebatadas de manera tajante; sin poder encontrar una palabra en el diccionario para poder calificarlo.

Cada vez es más común ver en diferentes medios de comunicación, cómo la inocencia de menores de edad es arrebatada por grupos criminales para cometer secuestros, asesinatos, extorsiones, violadores, entre otros, pero estos son los principales, donde lejos de la inocencia y su propia edad se está cometiendo delitos que solamente se veía como cosa de adultos.

Pero cuando la acción delictiva llega a la victimas que se aprovechan de la inocencia de menores de edad, es cuando cualquiera se pregunta; ¿hasta dónde debe de perdurar esa inocencia? ¿qué debe de estar por encima de la educación preventiva de seguridad?, ¿hasta qué punto es bueno enseñarles a los hijos que el México de hoy; no solo basta con el desconfiar de todo mundo y no dirigirle la palabra a gente desconocida?

Cuántas veces ha visto usted en las calles, avenidas principales, en plazas comerciales, y hasta afuera de los cines, menores de edad que se encuentran vendiendo todo tipo de dulces.

Estos mismos inocentes niños y niñas que trabajan para aportar algo en la casa para que en algunos casos al día siguiente asisten a las escuelas, pero otros no, solamente ellos saben cuál es la situación por la que viven.

Aunque para muchos consideran que estos niños tienen malicia para poderse codear entre la gente y la calles, no dejan de ser menores de edad que por muy despiertos que estén aún tienen inocencia dentro de su corazón y son las principales victimas para este grupo de criminales que con una facilidad los secuestran sin saber el futuro infierno que les espera.

No es fácil para esas familias y desconocemos si la necesidad es tan grande como para que pongan a sus hijos a trabajar, pero de algo si es seguro que cada día que pasan en la calle están en riesgo para que esa inocencia pueda ser arrebatada sino por un secuestrador, puede ser por una persona pervertida. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org

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