GUERRA DE PAPEL: Barack Obama, Cuba para Principiantes

  • Hasta que los gringos se pusieron las pilas; en un acto insólito, Barack Obama se tomó una foto ante la gigantesca fotografía del Che, acto que se registra para toda la historia
  • Aun cuando su dictador Fidel Castro Rus sigue vivo, dentro de un marco en el que la Flama de la Esperanza nunca se apagará, Obama moldeó así a Cuba:  “Es un gran honor rendirle homenaje a José Martí, que dio la vida por darle la independencia a su patria. Su pasión por la libertad y la autodeterminación viven en la gente de la Cuba de hoy”

 

 

 

El equinoccio de primavera trajo buenas perspectivas para la República de Cuba, por el simple hecho en que el lunes 21 de marzo de 2016, quedó registrado para la historia.

Si lo regímenes dictatoriales rusos se mantuvieran en la actualidad, el acto hubiera sido denostado por la simple y sencilla razón que los gringos no tienen amigos, sino intereses; viven en un territorio que fue poblándose para ir formando un país ocupado, más no una patria, salvo aquellos ciudadanos que nacieron en la Unión Americana, y que piensan como norteamericanos..

La visita diplomática de Obama a Cuba, es vista desde el terreno científico y financiero, de algunos alcances “buenos”, porque quedó atrás ese odio que siempre se acendró en una época fría donde las ideologías no eran compatibles, el socialismo y el capitalismo de Carl Marx.

Conforme al legado histórico de ambas naciones, Cuba se levantó con una nueva victoria que también dejará historia, porque luego de sacudirse de las tiranías de Fulgencio Batista, el último dictador que los gringos que impusieron porque en la primera mitad del siglo XX, Estados Unidos considera a Cuba como una “colonia” convertida en el mayor prostíbulo de El Caribe-, hoy los usos y costumbres han cambiado, pero no las tendencias doctrinarias.

No obstante al desarrollo del neoliberalismo y el perfeccionamiento de la globalización, Estados Unidos tuvo finalmente que aceptar que a Cuba, como República, se le debe rendir respeto porque tiene un intrínseco historial, que gracias a la algidez de la Unión Soviética, ha preparado generaciones de profesionistas en el campo de la ciencia y la medicina.

Cabe recapitular ese extraordinario libro que los estudiantes de los 60’s tuvieron que “mamárselo” porque así lo exigían los profesores de secundaria, Cuba para Principiantes, y que formó parte de la cultura universal.

Si la lectura de Los Supermachos fue un disfrute que por momentos me saltaba las lágrimas de la risa, Cuba para Principiantes, sin estar al nivel de hilaridad de los personajes de San Garabato, es uno de esos cómics que sin proponérselo han marcado una época y futuras tendencias en esto de la historieta, según describe el portalhttp://filocomic.blogspot.mx/2008/07/cuba-para-principiantes.html..

Tenía mucho interés en echarle el lazo a este clásico de la historieta universal. No en vano, el escritor Eduardo del Río, mejor conocido en el árgot de la literatura como Rius, inició con esta publicación la popular serie «para principiantes» que en el ámbito anglosajón pasó a denominarse for dummies.

Y vaya si ha tenido éxito el invento…Física para principiantes, Matemáticas para principiantes, Jardinería, Carpintería, Informática y un largo etcétera de títulos que tienen un denominador común: el uso del lenguaje de la historieta en muy diversas temáticas y disciplinas.

Poco se podía imaginar Rius que daría con una gallina de los huevos de oro (para las editoriales, claro) al escribir su Cuba para Principiantes allá por 1966.

El libro en sí es una historia resumida de Cuba desde una posición ideológica muy próxima al comunismo y, por lo tanto, a favor de la Revolución de Cuba de 1959. Cabe tener en cuenta la fecha de la publicación de este libro, a mitad de los años 60, en pleno periodo de cambios en la Isla caribeña, cuando todavía parte de la intelectualidad europea, francesa en especial (Sartre, Beauvoir…), veía con esperanza y admiración lo que se estaba produciendo en Cuba.

Además del posicionamiento ideológico del autor a la hora de acometer esta empresa, no hay que olvidar los problemas por los que pasó su autor en la elaboración y sobretodo en la distribución del libro.

Ninguna editorial quiso publicarlo por «subversivo» y como cuenta el propio Rius tuvo que distribuir mil ejemplares casa por casa. Y eso es lo más interesante, desde el punto de vista, de Cuba para Principiantes.

El enorme éxito que cosechó (ayudado por la traducción al inglés que se distribuyó en los setenta en USA) convirtió esta historieta en el libro más leído y conocido sobre Cuba hasta el momento.

Encontramos el más puro estilo Rius, su finísima ironía, junto con el cachondeo más fresco que te lleva a esbozar una sonrisa durante toda su lectura. Rius es un maestro de la historieta, eso pocos lo dudan.

Aunque en la serie de Los Supermachos se aprecie mejor su maestría en el manejo de la historieta, esta diferente historia sobre Cuba a nadie deja indiferente y resulta una lectura de lo más interesante.

Una lectura muy recomendable tanto por el significado de esta obra en la historia de la historieta como por la propia obra.

Además viene acompañada de algunas colaboraciones de René de la Nuez, el humorista gráfico más conocido de la historia reciente de Cuba.

La obra de Rius merecería ya mismo un espacio en las librerías españolas, porque reediciones ya existen, sin embargo habrá quien piense que no conectaría con el público español. Será porque no han leído Los Supermachos…

Lo increíble del suceso es que el presidente Barack Obama ha firmado toda clase de libros de visitas durante su presidencia, pero el mensaje que dejó a los cubanos debe quedar para la historia, incluso, los ideólogos cubanos ya están planeando convertirlo en un ícono del pensamiento universal.

Y del porqué de todo este preámbulo, porque el presidente Obama curiosamente tuvo la odisea de tomarse una foto con El Ché, ese portentoso revolucionario libertador que emuló a Simón Bolivar, para poner a salvo del salvajismo que siempre ha representado el capitalismo para la construcción económica de los países desarrollados, además que dejó plasmado un pensamiento que seguramente redundará en la paradoja del capitalismo comparado con el socialismo.

Aun cuando su dictador Fidel Castro Rus sigue vivo, dentro de un marco en el que la Flama de la Esperanza nunca se apagará, Obama moldeó así a Cuba:  “Es un gran honor rendirle homenaje a José Martí, que dio la vida por darle la independencia a su patria. Su pasión por la libertad y la autodeterminación viven en la gente de la Cuba de hoy”.

Obama escribió usando una tinta oscura tras haber depositado una corona y haber recorrido el monumento dedicado a la memoria de José Martí, en la Plaza de la Revolución, durante su estancia en el país isleño.

Martí fue un poeta, periodista y escritor influyente que se convirtió en el símbolo de Cuba en su lucha por su independencia de España en el siglo XIX.

Antes de que una guardia de honor depositara la corona de flores a los pies de la escultura de mármol, se vio ondear la bandera y se escuchó el himno de Estados Unidos en la Plaza de la Revolución, donde se pudo ver a Obama con la icónica efigie del revolucionario Ernesto “Che” Guevara de fondo.

Tras la ceremonia, Obama se saltó el protocolo para pedir a su equipo que le tomaran una foto con esa efigie de “El Che” a su espalda, algo poco habitual es ese acto solemne, en el que le acompañó el vicepresidente del Consejo de Estado cubano, Salvador Valdés Mesa.

El complejo que forma la Plaza y el Palacio de la Revolución son un ícono de la Cuba revolucionaria. La Plaza, rodeada además por ministerios y la Biblioteca Nacional, se hizo famosa por servir de escenario para los actos que presidió el líder Fidel Castro, que hechizaba a cientos de miles de personas en discursos de horas.

Ese mismo lugar, según la información distribuida por las agencias internacionales, la española  EFE y la norteamericana AP- fue escenario de marchas del día del trabajador, el primero de mayo, de las masivas misas papales de Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco y hasta conciertos de música.

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