
Falta responsabilidad
Por Guillermo Robles Ramírez
No hay duda de que, en los últimos años, los planteles educativos de educación básica y de manera muy especial los de primaria y secundaria en Coahuila, han sido mejorados notablemente por cuanto hace a equipo y mobiliario.
Las escuelas de estudios básicos de los tiempos contemporáneos las han dotadas de tecnología avanzada como son computadoras, al igual que enciclopedias, tablets, internet y de otros avances más en búsqueda de fortalecer la capacitación de las niñas y niños, independientemente de mobiliario y otros factores que da oportunidad de que se encuentre un mejor ambiente durante las clases.
Sin embargo, importante cantidad de esos aparatos costosos han sido producto y fruto de la rapiña de los rateros, sin faltar las pandillas que aprovechan el exceso de confianza de algunos o muchos maestros y directores, pero además de la falta de cooperación de los padres de esos escolapios.
A lo largo de los últimos años, el robo con violencia al forzarse puertas, candados, abrir huecos en las paredes de salones y hasta hoyos en sus techos, se ha incrementado de entre un 40 hasta un 60 por ciento, perdiéndose mucho del patrimonio escolar. Y lo anterior sin mencionar lo sucedido después de la contingencia del Covid-19, hacia la nueva normalidad las instituciones educativas fueron más que saqueadas dejándolas en puras estructuras porque hasta ventanas, piso, cableado, sanitarios, y todo lo que pudieron llevarse.
Esa falta de responsabilidad, repetimos, lo mismo de los directores, maestros y padres de familia de las escuelas que han sido víctimas de los rateros llevándose computadoras, enciclopedias, etc., duele y defrauda a los esfuerzos que realiza el gobierno estatal que se preocupa porque las futuras generaciones salgan con una mejor educación apoyada con la tecnología actual.
La Secretaria de Educación del Estado de Coahuila, ha repetido hasta el cansancio el exhorto para que antes de los períodos vacacionales que es cuando se ha agudizado el problema, todo el material didáctico y sobre todo el equipo costoso como son computadoras y enciclopedias, sea resguardado en bodegas ex profeso que son boletinadas a los directores y maestros.
En comunidades pequeñas, particularmente ejidos, se asigna una casa habitación como custodio de ese equipo, siendo ésta una de las formas de ofrecer lugares y puntos en donde se lleve el citado equipo para que de esa manera los responsables de los planteles no tengan pretextos ni argumentos valederos sobre las razones del latrocinio cuando éste ocurre.
Hay quienes, con una total falta de responsabilidad, hacen caso omiso y el resultado, consecuentemente es el robo del equipo, total o parcialmente, resultando los más afectados los pequeños y pequeñas que, aunque en algunas ocasiones les es repuesto lo hurtado, transcurre algún tiempo para que se les vuelva a dotar de lo que sus maestros y directores no supieron cuidad por su falta de responsabilidad que aunado a la indolencia y apatía se está convirtiendo en un grave problema.
Las autoridades estatales educativas, bien pudieran hacer acuerdos juntamente con los dirigentes sindicales para sancionar de diferentes maneras cuando no hay interés de conservar y cuidar el tantas veces mencionado equipo.
Independientemente de lo anterior, debe recordarse que el dinero con que se compra el equipo de computación y demás proviene de impuestos y son precisamente los contribuyentes los que estiman que es necesario se ponga remedio a esta anómala situación que, persistimos, todo proviene y se produce por la poca o nula responsabilidad que hay entre no pocos mentores. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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