El Sendero de los Iluminados: El negativo del espíritu

Por Alan Prado

Considero que la dificultad principal del espíritu humano radica menos en obtener conclusiones verdaderas dentro de un determinado orden o en ciertas direcciones, que en encontrar la manera de armonizar las conclusiones derivadas de trabajar en diferentes ámbitos de la realidad, o de abordar distintas direcciones que varían a lo largo del tiempo.

La auténtica fé no consiste en un ejercicio superficial de la voluntad; es una energía viva que surge del núcleo más profundo del espíritu, desde un ámbito donde aún no se ha establecido la separación entre lo humano y lo divino. 

Este «espacio raíz» representa un punto interior de unidad primordial, que algunos denominan el origen o el centro del ser. Es en este lugar donde reside la chispa divina que cada individuo posee, y desde el cual puede manifestarse una fuerza creativa capaz de alterar la realidad. 

El iniciado, erguido con raíces de luz brotando desde su interior, representa al ser que ha regresado a un estado previo a la caída, anterior a la fragmentación. Desde esta posición, la montaña —que simboliza lo inalcanzable, los obstáculos o el mundo denso— comienza a responder. 

《La verdadera fe no se impone; se revela, y actúa no desde la división, sino desde la unidad》.

Es esencial liberar tu ser y tu existencia de lo que es innecesario, con el fin de permitir que la prosperidad se manifieste. Actúa con bondad que provenga de tu fortaleza; nunca asumas una actitud amable por tu vulnerabilidad. 

Elimina cada emoción que te oprime, cada sensación negativa y cada pensamiento confuso; estos solo te limitan y ocultan tu verdadera naturaleza.

No pierdas tu tiempo y energía en cosas sin importancia. Es tu vida, tu elección. Sé astuto y fuerte, o de lo contrario, acepta la derrota.

Alan Prado (AMEP 11:11).

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