Guillermo Robles

Esos sí eran estudiantes

Por Guillermo Robles Ramírez

  Cada 23 de mayo desde hace 92 años atrás más que una celebración es considerado una conmemoración al Día del Estudiante, cuyo origen viene de aquellos estudiantes que protestaron en 1929 para lograr la autonomía de lo que hoy se conoce como la Universidad Nacional Autónoma de México, es decir, la UNAM la principal casa de estudios superiores en el país. Ayer domingo fue el día del que estamos hablando.

Su trayectoria no fue nada fácil ya que tuvieron que pasar por una serie de agresiones por parte de la Policía Federal de Caminos, después de algunas huelgas y protestas que tuvieron que realizar y en aquel entonces el que se manifestara, aunque fuera un grupo pequeño de estudiantes estaba prohibido por nuestros gobernantes aplacándolos con el uso de la fuerza pública.

Sin importar los medios o el lugar, el gobierno federal siempre tenía que aplacar este tipo de manifestaciones en donde incluso la represión sucedió dentro de las instalaciones de la universidad, en la Escuela de Derecho el día 23 de mayo de 1929 dejando un registro inolvidable en la historia de nuestro país.

Dicha represión fue tan indescriptible y cruel en donde se estableció que en honor a los estudiantes afectados se conmemoraría cada 23 de mayo como el Día del Estudiante.

Es por ese motivo que en la Ciudad de México en el Centro Histórico se deriva el nombre de la Plaza 23 de mayo, también conocida como la Plaza de Santo Domingo.

            Al día de ayer quienes tienen más presente de lo que estamos hablando sobre ese año; evidentemente son los de la Ciudad de México, pero en el resto del país los alumnos no saben el por qué se conmemora el Día del Estudiante en México.

            Y aunque existe una discrepancia de cómo ser o el por qué se conmemora al estudiante. En muchas instituciones educativas tanto de gobierno, así como particulares existía la costumbre de darles autorización de asistir a clases sin uniforme. En otros simplemente no llevar la mochila sino un cuaderno para aligerar la carga diaria de útiles escolares. En algunas instituciones se organizaban kermeses y entre varias actividades de entretenimiento sano y convivencia en la comunidad estudiantil y maestros.

            La referencia de temporalidad en un pasado, es por la nueva manera de adaptación o acondicionamiento al nuevo modelo de estudios virtuales ha cambiado todo el esquema de enseñanza y convivir en un ambiente escolar.

            Aunque no se sabe con seguridad hasta cuándo seguirá así, eso será determinado por las autoridades de salud y educación de cada entidad federativa. Y aunque exista esa melancolía entre estudiantes y maestro de cómo se celebraba el Día del Estudiante, solamente se recordó en la memoria de la población estudiantil en nuestro país.

             Algunos tendrán mejores recuerdos que otros de este pasado 23 de mayo, aunque quienes seguramente no tienen esa melancolía son los estudiantes que eran víctimas del acoso escolar, también conocido como “bullying”, y también aquellos alumnos que sufrían las consecuencias de los famosos “retos virales” que cada vez se tornaban más peligrosos tanto para quienes participaban, así como aquellos que incumplían esos desafíos.

            Un día que debe de ser recordado más por su importancia en nuestro país, así como en el mundo porque sentó las bases de la autonomía de muchas escuelas y universidades, así como el reconocimiento de a la voz y libertad con la que gozan los estudiantes al día de hoy.

            Un recuerdo que personalmente es erróneo de cómo celebrarlo porque las generaciones nuevas piensan que es un derecho por el simple hecho de estar estudiando en alguna institución educativa de gobierno o privada, pero sin saber realmente el motivo de su “celebración”, de ese día trágico de agresión a los universitarios que buscaban esa autonomía. Una fecha que debería ser recordado más no un motivo de celebración.

            Esos sí eran verdaderos estudiantes luchando por auténticos movimientos estudiantiles y no como los actuales que protestan hasta porque se movió una mosca. En la actualidad hay más herramientas jurídicas, así como organismos nacionales e internacionales para hacer valer una causa justificada en la que estoy seguro que si se tomara ese camino lograrían más beneficios en lugar de tomar las calles para cometer actos ilícitos como el pintarrajear, agredir a terceras personas, coartar la libertad de otros con la obstrucción de avenidas o bulevares principales   entre otras cosas más. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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