El sendero de los iluminados

El sendero de los iluminados: Caminando Por La Vida

Un día como cualquier otro desperte en agonía, sin ganas de levantarme, sin ganas de seguir, pero algo en el interior me impulso a continuar a tomar una ducha y continuar.

Pasado ese momento me encontraba sentado bajo la sombra de un árbol, tomaba café y sin darme cuenta seguía en agonía. No pensaba nada sólo sentía el agotamiento, una anemia emocional y silenciosa que pasivamente me iba consumiendo.

Sentado ahí, bajo la sombra de ese árbol frondoso lleno de vida y de un verde brillante tras el rechinido al rose de sus tronco me susurro. Qué te aflije? A caso estas enfermo, te duele algo, tienes alguna preocupación, qué es lo que piensas?

Sorprendido alce la vista y respondí, eres tú quien me habla? Cómo es que puedo escucharte? Y contestó: y porqué no habrias de hacerlo? Entre el asombro y la observación continúe hablando y le dije, no me había dado cuenta que eres grandioso.

En ese momento, el viento le invita a danzar tras una melodía espectacular orquestada por una variedad de aves ocasionando que entre el movimiento de este árbol sus ramas se entre abrieran causando un juego de luces de colores fantásticos, tenues y brillantes proporcionados por el sol a merced de la naturaleza.

Ante tal maravilla pregunté, Porque a mí? Presente a la sonrisa de una bella flor que abría sus hojas respondió, crees que eres especial? Lo observe y seguido de un suspiro le dije que no, que por eso me sorprendia y continuó diciendo, nada es importante pero todos tenemos un lugar especial en la existencia y ninguno es más o mayor que el otro, eso solo son conceptos que no son naturales.

No hay que ser alguien importante para dar o que al que le das lo sea, para que alguien sea especial debes sentirte igual, no por lo que tienes o por a lo que te dedicas si no por cómo haces sentir a los demás con lo que tienes, esto te define no un concepto de lo que crees ser.

En tú agonía y desesperanza abriste un vinculo qué conecta a todo y que causo que me escucharás, pero en realidad te escuchaste a ti mismo.

Presente a la agonía de tú alma el espíritu viene a rescatarte obsequiado momentos de asombro, de sorpresa para que recapacites y reflexiones que nada es tuyo porque formas parte de todo.

No te pierdas en la nada, no vivas de la fantasía ni te pongas expectativas, crece libremente pero observa con convicción propia y no por lo que otros desean que seas o que hagas, mezclate con todos pero no seas como todos.

Bajo las profundidades de la tierra toda la naturaleza esta conectada por sus raíces pero así como existen árboles de espinos también existen arboles frondosos que dan sombra, fruto, compañía y sanación.

Convive con todos pero no imites a nadie, tus raíces deben ser de amor por lo que eres porque estas te dan la fortaleza y la alimentación para otorgar una buena sombra y cobijo ante un torrente de lluvia emocional, ante los fuertes vientos que generan los pensamientos de incertidumbre, ante los rayos del sol que queman por desesperación.

Se un árbol que da paz, tras la contemplación de sentir lo que el otro vive.

Sembrando la semilla del amor.

Por AMEP 1111