El mes más pesado
Por Guillermo Robles Ramírez
Sí, de los doce meses del año, alguno de ellos es el más pesado, desde el punto de vista económico, es agosto, particularmente para aquellos padres de familia que aún tienen hijos en edad escolar básica, preferentemente primaria.
Y, no les falta razón, pues independientemente de los pagos en escuelas de gobierno de la famosa cuota de la Sociedad de Padres de Familia, hay que hacer la compra de los uniformes que en muchos planteles estamos hablando de tres, uno para uso diario, otro para desfiles y el tradicional para deporte y cuando no es así, la conversión no cambia nada, pues los maestros exigen uno de uso normal, otro de repuesto y el de deporte, pero como si eso no fuera una carga para los sufridos papás, ahora se tiene que comprar infinidad de útiles o innecesarios materiales escolares, agregando a esto los elevados precios que marcan las papelerías, librerías y tiendas de uniformes.
Desde la reactivación de las clases presenciales se ha observado la voracidad y ambición del comercio de este rubro, útiles escolares, uniformes y calzado, la insaciable necesidad de aumento en sus precios, menos personal para obtener más ganancias. Una situación que muchos de los padres de familia se ven obligados a tener que pedir prestado dinero con familiares, amigos y hasta acudir a casa de empeño.
La tierra de nadie y el robo ha despoblado es lo que generó la Cuarta Transformación, al desaparecer muchas instituciones de gobierno federal y delegaciones, como lo fue la Procuraduría de Defensa del Consumidor, que era quienes regulaban y fijaban los precios oficiales de todos estos productos.
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo tiene perdido, es lo que ahora viven, los consumidores se dan cuenta de que los comerciantes se dan vuelo, y ahora ni el “Chapulín Colorado”, con su frase de “¡oh!, y ahora ¿quién podrá salvarlos?”, algo que tienen que agradecerle al Presidente de México.
Mismo personaje a quien tienen que agradecer muchos padres de familias, porque dejó a miles de niños y niñas coahuilenses sin libros oficiales, por culpa de un gobierno retrógrada, quien llenó los libros de educación no solo con un contenido deficiente, lleno de errores, imprecisiones, fuera de los estándares de competitividad internacional, pero sobre todo con mensajes subliminales de un movimiento boliviano, es decir, socialista. La pretensión consciente o inconsciente, de usar al sistema de educación en México, como el reclutamiento del futuro, al igual que lo hace Cuba, para que sigan creyendo en un sistema socialista que no tiene cabida en el mundo actual.
No hay autoridad como el pasado quien pueda estar vigilando los precios a la carencia de un costo oficial, por ende, los consumidores no tienen a dónde acudir ante una denuncia viéndose obligados a tener que comprar lo que piden estas instituciones educativas públicas.
La Procuraduría de Defensa del Consumidor, PROFECO, no sabemos honestamente a quién defiende, pues con eso de que ya no existen los precios oficiales en ningún producto, los comerciantes se dan vuelo.
Cuestión burocrática, simple y sencillamente, pero de que agosto para la mayoría de los padres de familia con hijos en escuelas de educación desde kínder hasta la preparatoria, es muy pesado, económicamente hablando, no hay duda.
¿Qué hacer? Nada, desgraciadamente, no hay quien defienda al consumidor y los milagros no se dan en la vida real, al menos en estos tiempos.
Porque la Cuarta Transformación nunca tuvo la escancia inicial y natural de pensar o interés en la educación en México, así como deshacerse de aquellas dependencias gubernamentales que no dejan ingresos a las arcas federales.
Hace algunos años, ya ha llovido bastante; comerciante que alteraba el precio oficial, iba directamente al “bote” y una vez tras las rejas tenía que cubrir altas multas. Oh, aquellos tiempos en que las cosas eran más directas y derechas, pero, en fin; tenemos lo que queremos y por el partido político por quien votaron, así que solo queda aguantarse. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
Deja un comentario