San Salvador, 11 oct (PL) El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) prodigue hoy la celebración de sus 34 años de vida, largo período de luchas con muertos quedados en el camino, pero con logros esenciales para la transformación de El Salvador.
Cansado de la bota de las dictaduras y la oligarquía financiera hábiles en las matanzas de campesinos, de comunistas e indígenas; en hambrear a la gente, en perseguir, robar sus riquezas, la tierra especialmente y todo hasta la propia democracia, el pueblo salvadoreño se levantó en armas.
Fotos históricas de esos años, documentos de la época del conflicto armado (1980-1992), testimonios vivos reflejan la humildad de quienes prefirieron arriesgar su vida, antes de continuar el ciclo de explotación ilimitada y pobreza.
En este esfuerzo del pueblo, por cambiar la realidad de un país que más parecía un laboratorio de opresión que una patria cualquiera, se comenzaron a alzar voces desde los más disímiles lugares.
Poetas como Roque Dalton, religiosos como monseñor Oscar Arnulfo Romero, maestros como Salvador Sánchez Cerén, mujeres como Nidia Díaz, comunistas como Shafick Handal, decidieron desde sus distintas visiones hacer de El Salvador un lugar digno de su pueblo.
Unos desde sus estrados lucharon con el ejercicio de la palabra y el llamado a la paz incluso hasta la muerte. Otros se aglutinaron en fuerzas político militares distintas pero con un mismo objetivo que luego confluyeron en el nuevo FMLN, gracias a la visión estratégica de destacados líderes.
Fue así que el 10 de octubre de 1980, nace el FMLN. El Partido Comunista, las Fuerzas Populares de Liberación «Farabundo Martí», el Ejército Revolucionario del Pueblo, la Resistencia Nacional y el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos, se agruparon en el nuevo Frente.
Y es que al decir de Shafick Handal (el comandante Simón), líder histórico del FMLN, en las circunstancias de El Salvador, «la conquista del poder por el proletariado en orden a poner fin al capitalismo, no puede ser llevada a cabo por medio de elecciones o por maniobras electorales».
Fueron 12 años de guerra, etapa en que el ejército recibía una ayuda millonaria nada desdeñable de Estados Unidos, que le sirvió más a los militares para masacrar al pueblo que para mermar a los guerrilleros alzados en las montañas y apoyados en las ciudades y decidido a vencer o morir.
Las matanzas de El Mozote, La Quesera, la del Sumpul, la incursión desenfrenada del ejército que obligaron a pueblos enteros como San José de las Flores, en Chalatenango, a refugiarse en las montañas, son algunas de esas historias de sangre y de crímenes de lesa humanidad contra la población civil, donde niños y mujeres llevaron la peor parte.
El 12 de enero de 1992, la voluntad política del FMLN y del gobierno permitió la histórica firma de los Acuerdos de Paz, luego de un proceso previo de negociaciones.
Con ese paso, la reforma política más importante en El Salvador durante el siglo XX, de acuerdo con el secretario General del FMLN, Medardo González, el país inició otro camino que, aunque ha estado minado por los egoísmos de grupos económicos de poder, la realidad ya no es la misma.
El FMLN celebra su fundación, porque sin dudas, su accionar definitivamente frenó las dictaduras, llevó a un nuevo proceso de transformaciones y poco a poco fue conquistando espacios a nivel gubernamental.
Desde 2009 es gobierno, ratificado en 2014 por elección popular, los cambios no son ajenos para la sociedad salvadoreña porque el FMLN convirtió al ser humano en el centro de sus políticas.
Pero la lucha del Frente que devino partido luego de los Acuerdos de Paz, continúa. El llamado al diálogo permanente es la palabra de orden del primer presidente guerrillero de este país: Salvador Sánchez cerén.
Los grupos de poder económico, la ultraderecha más recalcitrante hacen fuerza, pero se impone la historia.
El secretario general del FMLN dijo a Prensa Latina que este es un gran momento para el FMLN porque los objetivos de la lucha se están cumpliendo.