El dulce enemigo de las bacterias

La Habana (PL) La miel es un arma para combatir la resistencia bacteriana, desde disímiles frentes actúa contra los gérmenes y su efecto osmótico, producto de su alta concentración de azúcar, provoca la deshidratación de las bacterias y su posterior muerte.
Un equipo de la Universidad Salve Regina en Rhode Island comenzó recientemente un estudio que valida la efectividad de la miel en el tratamiento de las heridas debido a sus propiedades antifúngicas y antivirales y se considera una solución idónea para tratar infecciones complejas.
Las investigaciones revelaron que el líquido dulce y viscoso debe sus propiedades curativas a la presencia de polifenoles saludables o antioxidantes, los cuales incluyen ácidos enólicos, ácido cafeico, ácido p- cumárico y ácido elágico, así como muchos flavonoides.
Expertos hicieron referencia a otros trabajos que plantean que la miel inhibe la formación de comunidades de patógenos que provocan afecciones, e incluso, debilitar la virulencia de las bacterias y hacerlas más sensibles a los fármacos.
Estrategias de investigación

El equipo de Rhode Island separó e identificó los diversos compuestos polifenólicos antioxidantes en sus estudios antibacterianos y han estado probando la actividad de la miel específicamente contra la E. coli, Staphylococcus aureus y Pseudomonas aeruginosa, entre otros.
El sistema de comunicación de las bacterias (quórum), el cual facilita la coordinación de las mismas para lanzar la infección, es objeto de las investigaciones ya que la miel podría bloquear ese peligroso proceso.
Según la Escuela de Medicina de Sidney la aplicación del antiguo y dulce líquido sobre una herida húmeda produce peróxido de hidrógeno, un conocido agente antibacteriano, lo que confirmó las propiedades de la miel como crema antibiótica y la catalogaron como una potencial cura en la medicina alternativa.
Por su parte, la Universidad Metropolitana de Cardiff en Inglaterra, realizó un experimento in vitro donde se probaron las propiedades antibióticas del compuesto contra el Streptococcus pyogenes, resistente a los antibióticos y uno de los principales causantes de infecciones crónicas en heridas.
El experimento reveló, dos horas después, que el 85 por ciento de los microbios habían muerto, lo cual representa un éxito ya que la persistencia de esos microorganismos puede provocar un tipo de gangrena llamada fascitis necrotizante.
Usos de la miel

La miel es un producto popular por su presencia en la cocina, en la cosmética y en la medicina, sus propiedades antimicrobianas la incluyen en las investigaciones modernas que intentan solucionar la creciente resistencia de las bacterias a los antibióticos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), opta por la miel para el tratamiento y el alivio de la tos nocturna y los trastornos del sueño en menores de edad que podrían estar asociados a procesos infecciosos.
Por su parte la Asociación Americana de Dietética incluye a este producto en los alimentos recomendados para los vegetarianos por su alto contenido en calcio y hierro.
Como antiséptico los análisis revelan que contribuye a luchar contra todas las enfermedades infecciosas del hígado y de las vías biliares, en las intoxicaciones por alcohol y ahorra energías al corazón fatigado ya que lo ayuda en sus contracciones.
Un gran número de Universidades científicas han comprobado la sensibilidad de peligrosas bacterias a la miel y las investigaciones ahora se centran en ensayos clínicos con pacientes en búsqueda de alternativas naturales para el tratamiento de las enfermedades.
No es sorpresa que la naturaleza actúe por sí sola como una de las principales defensas de los organismos vivos, estudios como este ganan terreno en los centros de investigación e incentivan el estudio de otras sustancias de origen natural como apoyo a la medicina moderna.

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