Por Arturo Ríos Ruiz    

* Clavó a Harfuch con los 43 

* Claudia lo integró y ahí paró   

“Omar García Harfuch, exsecretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX, aspirante a la Jefatura de Gobierno de la misma, ha sido constantemente vinculado al caso Ayotzinapa por el cargo que desempeñó en 2014 en la ex Policía Federal en Guerrero, un hecho por el cual fue cuestionado”: Alejandro Encinas, presidente de la Comisión para la Verdad. 

Con lo anterior, Encinas puso incómodo al joven aspirante a político, y a la misma Claudia Sheinbaum, El muchacho, forjado en la vida pública únicamente en el ambiente policiaco e intenta incursionar a otra liga más exigente como la grilla 

Harfuch un consentido, su carrera en la gendarmería fue un pastel, carente de experiencia, con ancestros de altura en las lides armadas,  su abuelo y su padre, las recomendaciones eran de lujo, le daban de buen nivel sin experiencia alguna, como se estila en la actualidad. Incluso, AMLO, lo aceptó pese a su cercanía con Genaro García Luna. 

Su incursión a la candidatura del Gobierno de la Ciudad, está apoyado por la aspirante más consentida del presidente y tiene las ventajas de lograr su ascenso a lides de mayor amplitud y otra vez, cobijado a pesar su carente práctica. 

Es una persona suertuda hasta hoy, arropado por la segura candidata de Morena Claudia Sheunbaum, ella de 61 años y él 41, bien podría ser su mamá.  

Las declaraciones de Encinas calaron en el seno de Morena y los duros arremetieron con fortaleza contra el joven Harfuch y se desdibujó lo que parecía un día de campo para él. 

 Claudia Sheinbaum , amarrada candidata presidencial de Morena, invitó a su equipo a Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, quien aceptó de inmediato como si eso hubiera sido lo que perseguía con su aparente descontento con Harfuch. 

En redes sociales, Sheinbaum informó que platicó con Encinas, quien consideró que ha sido compañero de lucha de hace muchos años y así, lo apartó de sus tenebras contra Harfuch. Ahora únicamente nos falta esperar su papel de lacayo para honrar al joven con los astros a su favor desde que nació. 

Con la actitud exhibida por parte de Alejandro encinas, se corrobora que un político carece de dignidad, hay demasiados ejemplos, el arrastre, lo zalamero y lo respondón al mismo tiempo, están guardados en su interior, para brotar en el momento adecuado de su ambición. 

En junio pasado, El presidente anunció que el encargado de despacho en la Secretaría de Gobernación sería Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la dependencia federal, tras la renuncia de Adán Augusto López Hernández. El mencionado se frotó las manos en espera de su consagración. 

El tiempo pasó y nunca llegó al cargo de su ambición y se mantuvo, tal vez estratégico en espera de dar el zapazo para hacerse notar y lo encontró en el consentido Harfuch, de tal manera que Sheimbaum, con llamarlo lo dobló.  

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