EL CAMINO DE LAS QUIMERAS

 

Para Claudia.

Por lo que fuimos, somos y por lo que estamos construyendo.

                    Abraham Lincoln, el expresidente de los Estados Unidos, justificaba la inactividad, que en ciertos momentos le reprochaban, con la frase: “voy despacio, pero jamás desando lo andado”.

Quizá el presidente Peña Nieto fue demasiado acelerado en su tendencia reformista, sin que hayamos visto ningún resultado y por el contrario, en muchas áreas, tal parece que el desarrollo de estas reformas, nos ha dejado inmersos en un perverso juego en el que se da un paso hacia adelante y dos pasos hacia atrás.

Y es que de todo aquello que en 2013 fue motivo de presunción y el centro de costosas campañas publicitarias, hoy sólo va quedando la desilusión y se descubren como lo que fueron, puras viles quimeras.

El primer motivo de orgullo para esta administración, fue el llamado Pacto por México, un acuerdo que de pronto nos sorprendió al actuar como un órgano con facultades metaconstitucionales, que en realidad terminó siendo un instrumento del ejecutivo para controlar –y por momentos someter- a la oposición.

Hoy, el Pacto por México es un recuerdo del que poco se habla, que sus protagonistas de ayer desprecian y que demostró que, como decía el expresidente español, Emilio Castelar y Ripoll, “las coaliciones son siempre muy pujantes para derribar, pero siempre son impotentes para crear”.

Le dio el pacto al ejecutivo, el número de votos necesario para modificar, a nivel constitucional, el andamiaje educativo, de telecomunicaciones, de transparencia y en cierta medida, en materia energética. Sin embargo, no alcanzó para que en esa mesa se negociaran las leyes secundarias de estas reformas, principalmente, porque en ellas, el gobierno quiere imponer su voluntad y hacer valer sus compromisos, los cuales, no son con la oposición.

El problema es que al darle trámite a esas leyes secundarias, se ve la debilidad del gobierno ante circunstancias y ante personas.

La reforma educativa enfrenta, las limitaciones que le impusieron los propios legisladores, el descontento de la disidencia y la falta de aplicación en lugares donde gobernadores tímidos y faltos de palabra, más preocupados por (la ilusión de) tener un futuro político, se rebelan contra la norma y se olvidan de lo que firman.

Gabino Cué, en Oaxaca, somete a una ilegal consulta pública, la creación de la ley estatal y Eruviel Ávila en el Estado de México, se olvida que no hace ni dos meses, que la CONAGO firmó un acuerdo para evitar la doble negociación salarial con los maestros y la semana pasada, les firmo un acuerdo para un aumento integral del 10% a su salario. Tal parece que al presidente (que por cierto luce físicamente desmejorado) se le empieza a perder el respeto.

Y es que si esto sucede en la cuestión educativa, se entiende que los grandes operadores de las telecomunicaciones, comiencen, por una parte, con actos de presión a los legisladores y por la otra, que hayan desatado una guerra entre ellos, primordialmente uno contra otro. Principalmente Televisa contra América Móvil.

Propuso el ejecutivo, una legislación en esta materia, que es retrograda, abusiva, confiscatoria y con grandes visos de inconstitucionalidad.

En el texto de la propuesta, se aprecia que su interés se centra en restarle facultades al órgano autónomo (IFT) para reconcentrarlas, a pesar del texto constitucional, en manos del ejecutivo.

Se le otorgan a este, la verificación de los contenidos de radio y televisión, la posibilidad de dirigir los tiempos del propio IFT, e incluso, se impone la obligación, a las empresas de telecomunicaciones, de colaborar en el espionaje del Estado, aún sin orden judicial.

Lamentables son también las disposiciones que, en cuestión de telecomunicaciones, parecen llevar dedicatoria en contra de Carlos Slim. Medidas absurdas, como el hecho de que, para poder entrar al negocio de la televisión, América Móvil necesitaría acreditar haber cumplido con las medidas de regulación asimétrica en los 24 meses anteriores, o la medida confiscatoria de que el agente preponderante (Telmex), debe compartir su red con sus competidores, a una tarifa $0.00 pesos.

Tal parece que el Gobierno quiere en la ley, violar la constitución, aunque ha demostrado que no siempre necesita de un texto legal para hacerlo.

La ilegal moda de nombrar comisionados federales, para resolver lo que los gobiernos locales no pueden, parece estarse extendiendo.

Ahora, al Estado de México, se tuvo que enviar a otro amigo del presidente, (en realidad más cuate de Osorio Chong) a componer un poco el desastre que tiene bañado en sangre a ese estado.

La gran vergüenza es que, el ejemplo de Michoacán es una muestra del fracaso de estos comisionados.

Alfredo Castillo fue, se reunió con las autodefensas, que no son más que otro grupo de delincuentes, los apoyó, negoció con ellos, cuando se enojó y hubo personas que ya no le eran útiles, les fabrico delitos y los encarceló y hoy sale a reconocer, que es gracias a la labor de esos grupos que se ubicó a Plancarte y al “Chayo”, y es por información de estos grupos, que por fin pudieron ver la relación de los Templarios con Jesús Reyna, ese hombre que hace unos meses despachaba como gobernador interino. Un Priísta, a quien el máximo Priísta, le dio la misión de suplir al gobernador Vallejo, aún en contra del Priísmo Michoacano.

Ahora resulta que las autodefensas pudieron más que las policías. No cabe duda que, como dijo Demócrito de Abdera “todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos sirven de mofa”.

Queda claro que el nuevo PRI está lleno de delincuentes, unos pactan con el narco y otros establecen su harem particular.

En este último caso Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, nos muestra que el prototipo del Priísta de hoy, es un advenedizo muy ambicioso, amante de los lujos, que aprovecha la política para vivir como Jeque. Qué nos puede sorprender, cuando el primer Priísta de la nación se lanza a comprar el avión más grande del mundo. Nos estamos olvidando de que quien compra lo superfluo, no tardara en verse obligado a vender lo necesario.

Y es que en el ánimo reformista, se ha cambiado hasta la división de poderes. Se pasó de la división clásica de Ejecutivo, Legislativo y Judicial, a una división constitucional que incluyo a los órganos autónomos, conformados estos en un vil reparto partidista. El poder, hoy, esta multidividido y repartido entre cuates y cuotas, como lo pudimos ver en la sucia manera en que los principales partidos, se repartieron el Consejo General del INE.

Y así, nuestro sistema democrático, de democrático solo conserva el nombre. Padecemos una partidocracia que ha generado una oligarquía.

La voluntad ciudadana se ve nulificada cuando el legislador, que se dice nos representa, atiende exclusivamente a su interés y no a su deber. Se retrasa la expedición de leyes, pues en el Congreso sólo están esperando que desde el ejecutivo les lleguen los proyectos y les llegue la línea. Sus retrasos y su holgazanería, pueden habernos hecho llegar al punto de hacer nulos los avances que se han tenido en la regulación del sector Telecomunicaciones.

Las resoluciones del IFT en que se declararon agentes preponderantes a empresas de los grupos Televisa y Carso, ya fueron combatidas por estas mediante el juicio de amparo y el argumento en el que sostienen la ilegalidad de estas determinaciones, es uno y muy lógico: no hay ley que sustente, cómo y hasta dónde puede actuar el Instituto. Sin ley que lo regule, sus actos son ilegales.

Engaño sin igual el de los legisladores, al crear una ley de consulta popular, enarbolando el falso discurso de que fomentará la participación ciudadana en la vida política. Mentira, pues convenientemente, dejaron fuera los temas tributarios, aquellos que afectan a la totalidad de la población, e hicieron confusos los métodos para ser consultados en otros temas. Decidirán los legisladores sobre lo que nos importa y nos preguntarán sobre lo que no entendemos.

Por cierto, la política tributaria sigue causando estragos. El crecimiento está limitado y aunque la secretaria de hacienda sigue soñando con crecer un 3.9%, los expertos privados no lo ven más allá de 2.9% y el ciudadano común, simplemente no lo ve.

Y es que el gobierno sigue alejado del México real, no oye el descontento del mexicano común y no tiene ojos para ver la miseria. Viven haciendo políticas, mirando estadísticas; no entienden que, como decía George Bernard Shaw, “la estadística es una ciencia que demuestra que si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos uno”.

La realidad es otra y la están dejando de lado. Le están dando campos de cultivo a los mediocres, populistas y holgazanes, que dicen ser ahora, la izquierda progresista y el motor de la regeneración nacional.

Jesús Reyes Heroles, dijo atinadamente que en política, la forma es fondo. Si el gobierno no cambia su forma, los resultados de fondo serán despreciables, nos harán retroceder y nos seguirán llevando por el camino que eligió el presidente, el camino de las quimeras.

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