Drogas online, nuevos retos para las autoridades europeas
La Habana (PL) Durante los últimos cuatro años, 250 nuevas drogas fueron detectadas en Europa, problema agravado por la aparición de Internet como escenario cada vez más recurrido para su comercialización.
La existencia de sustancias no controladas por las leyes internacionales y producidas para imitar los efectos de las sí penalizadas desafía a las autoridades del continente, las cuales debieron renovar sus estrategias contra el narcotráfico y extenderlas a la red de redes.
El peligro de un crecimiento casi inadvertido de la drogadicción, una de las principales causas de muerte entre los jóvenes, y su fomento a través de la web, preocupa a gobiernos y organizaciones humanitarias.
La aparente estabilidad en los índices de consumo de cocaína y cannabis, incluso el descenso de esos indicadores en algunos países europeos, muestra un falso avance en la eliminación de comportamientos adictivos.
Nuevos productos sintéticos, creados en laboratorios clandestinos, sustituyen a las drogas consideradas ilícitas y sus efectos, que según los especialistas, son cada vez más perjudiciales.
REDES PELIGROSAS
Según los últimos reportes de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), 183 mil personas murieron en 2012 por causas relacionadas con el consumo de estupefacientes, de ellas 16 mil 200 eran ciudadanos del llamado Viejo Continente.
Pese a lo alarmante de dichas cifras, las advertencias de ese organismo se centran en la proliferación de sustancias de última generación, de las cuales se han identificado 348 variedades, que se propagan con rapidez gracias a las facilidades de los negocios online.
Las autoridades europeas detectaron 650 sitios web utilizados para la comercialización de narcóticos, modalidad que gana preferencia entre los consumidores, hasta el momento acostumbrados a los traficantes tradicionales.
Un mercado virtual, instrumentado con mecanismos complejos de encriptación que disfrazan las vías de acceso y ocultan la identidad de los implicados, favorece el crecimiento de una red peligrosa, cuyos nodos no han podido ser destruidos.
Como toda actividad comercial, el tráfico de drogas en la web utiliza una moneda, en este caso, también virtual, la cual no involucra a compañías de tarjetas de crédito o bancos y es denominada bitcoin.
Las transacciones en bitcoin se efectúan de forma directa, sin la necesidad de un intermediario y sin el respaldo de Gobiernos o emisores centrales, por lo cual no responden a las normativas internacionales.
Por tales razones, el rastreo de las actividades realizadas con esa divisa se dificulta, lo cual propicia la expansión de ese tipo de negocios.
Dichos espacios en Internet resultan en extremo dañinos para los más jóvenes, quienes crecen siendo testigos de los grandes avances tecnológicos, pero también expuestos a peligros, en ocasiones, difíciles de prevenir.
¿SOLUCIONES?
A inicios de este año, el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (OEDT) reveló que más de 80 millones de individuos en el Viejo Continente, un cuarto de la población adulta de la Unión Europea, han consumido al menos una sustancia ilícita.
Aunque, según análisis de esa entidad, la cifra de fallecimientos por sobredosis disminuyó en los últimos años, Europa continúa siendo uno de los mayores mercados de drogas en el mundo y la cantidad de muertes por adicción tiende a ascender en países como Estonia, Noruega, Irlanda y Suecia.
Especialistas e investigadores señalan que las principales razones por las cuales los jóvenes europeos consumen narcóticos son la curiosidad, la presión de los grupos sociales a los que pertenecen y la búsqueda de nuevas experiencias.
Muchos de ellos consideran que la comercialización de esos productos en Internet es más conveniente y las ofertas encontradas allí son más variadas y poseen mayor calidad.
En abril último, científicos del OEDT identificaron cuatro nuevas sustancias lanzadas en ese mercado: el 25I-NBOMe, el AH-7921, el MDPV y la metoxetamina, las cuales fueron creadas para semejar los efectos del opio, la cocaína y la ketamina.
Ese mismo mes, la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstrom, manifestó su preocupación por la aparición de sustancias psicoactivas más dañinas que las ya conocidas e instó a las autoridades de cada país a desarrollar iniciativas para enfrentar ese fenómeno.
«Nuestro sistema de defensa contra las drogas emergentes es sometido hoy a una fuerte presión, debido a la producción constante de nuevos estupefacientes, con efectos más nocivos. Es necesario que las acciones de nuestros gobiernos se adapte a los nuevos desafíos a los que nos enfrentamos», aseveró.
Por su parte, la dirección del OEDT abogó por iniciativas de carácter psicosocial y terapéuticas como herramienta fundamental en la lucha contra la drogadicción.
No obstante, la solución a esta problemática requiere más que la implementación de las medidas tradicionales encaminadas a la educación de los ciudadanos y la atención especializada a los adictos.
El surgimiento de un nuevo escenario exige iniciativas renovadas, acordes a los tiempos actuales, en conjunto con el esfuerzo de los Estados para regular espacios alternativos a los ya controlados.
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