Detención de Ovidio y efectos

Por Arturo Ríos Ruiz 

* ¿Qué se sabría si lo extraditan?   

* Aunque más tarde, lo sabremos 

“La política es el arte de tragar sapos sin hacer gestos”, frase acuñada por el expresidente veracruzano Adolfo Tomás Ruiz Cortines del 1 de diciembre de 1952 al 30 de noviembre de 1958. Se distinguió por su administración obligadamente austera por el derroche que ejerció Miguel Alemán su antecesor que utilizó el presupuesto en obras para su provecho económico. 

Por otro lado, Trump contó de cómo logró ‘convencer’ al gobierno mexicano de colocar a 28,000 elementos de las fuerzas armadas en la frontera para bloquear a migrantes, amenazando a las autoridades con imponer aranceles de 25% por cada automóvil exportado a Norteamérica. El estadounidense afirmó socarrón que lo “dobló”. 

De tal manera que estos hechos revelan que a nuestro mandatario lo han doblado dos veces, la primera Trump y la segunda Biden. Ésta última con el asunto de la detención de “El Chapito”, al que por su orden fue liberado en 2019, cuando se intentó cumplir con una orden de extradición del país vecino. 

En aquella ocasión, antes, en Bandiraguato, en las instalaciones de la familia Chapo, se llevó a cabo una taquiza y el presidente fue el invitado de honor que gustoso saboreó la comida, antes aquel saludo afectuoso con la “Jefa” del Clan, se dice que es la administradora. 

AMLO la saludó tuteándola, como camaradas, para luego acercársele confianzudo José Luis González Meza, abogado del Chapo, lo tomó del brazo y dialogaron a paso lento para continuar con el festejo en la casa de los Guzmán. 

En el imaginario colectivo quedó la interpretación del sentido Común de la amistad entre el jefe del Ejecutivo y los más representativos de la Delincuencia organizada, que no pudieron borrar las explicaciones del mandatario en el intento de negar lo que pareció evidente. 

El Culiacanazo del 2019 y su orden retrasada para ordenar la liberación de Ovidio, tampoco convenció a la razón, se convirtió en un golpe bajo a los Estados Unidos que pocos mandatarios en la historia del país se han atrevido y la vida cotidiana en sus asuntos “El Chapito” continuó sin problemas como mandamás de Culiacán y el país. 

A los dos años y meses de aquellos terribles acontecimientos, del 17 de octubre de 2019, en días muy cercanos que se celebrara la reunión Biden, de EU, Trudau de Canadá y AMLO en México, cayó de sorpresa el bien elaborado operativo para re apresar a Ovidio y se virilizó la noticia. 

El presidente López Obrador destacó la coordinación y trabajos de las Fuerzas Armadas que llevaron a cabo una operación para detener a Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín, “El Chapo”, Guzmán, del Cártel de Sinaloa. Pero dada sus frecuentes yerros en declaraciones, la mayor parte de analistas y conocedores no creen y consideran otra “doblada” al presidente. 

Las dudas saltan como cohetones: Si la detención fue decisión de México y hay presunto pacto, quedaría registrado un rompimiento por una de las partes, pero en el colectivo ciudadano y conocedores, nadie se desprende que fue una intervención estadounidense dados los cargos de aquellas autoridades y está vigente la extradición que echó por tierra el gobierno de México aquella ocasión. 

rrrart2000@hotmail.com y Facebook 

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