“Los hombres son lo que sus madres hicieron de ellos”.

Ralph Waldo Emerson

Festejar a nuestra madre ha pasado ser un día donde el negocio de las flores, chocolates y demás permite el sostenimiento de muchas familias en nuestro país.

Es 10 de mayo y desde la madrugada podemos ver a los vendedores de flores ofreciendo su fragante producto, paseas por Garibaldi o el Alto y los mariachis te ofrecen la serenata para las madrecitas del hogar.

Contrastando con las fiestas donde desde temprano mamá ha salido al mercado y ha pasado horas en la cocina para preparar la comida y recibir en la casa bien limpia a los hijos que pronto han de llegar a festejar a la autora de su existir, podemos ver en los panteones una infinidad de sepulcros y mausoleos llenos de flores y otros completamente abandonados.

Ser madre en México es una profesión que no genera muchos beneficios, en la versión en digital de CNN en español del 1º de mayo de 2019, podemos leer el siguiente encabezado: “Hijo le dona parte de su hígado a su madre y bromea que ya está libre de los regalos del día de la madre”.

Tras de toda broma se esconde un poco de realidad, es la constante de una sociedad donde se hace patente la ausencia de los valores necesarios para fortalecer la cohesión social y reemplazamos a éstos con objetos que intentan llenar el vacío que hemos dejado en nuestros seres queridos.

En nuestro mundo globalizado y metalizado acostumbramos ejercer el poder del dinero y las influencias para resolver los problemas que constantemente nos aquejan; se nos hace fácil ofrecer la tajada, la mordida y convertimos este acto de corrupción en una fiebre que lentamente infecta a nuestras jóvenes generaciones, normalizamos la corrupción y ésta afecta los ámbitos más sensibles de nuestro orden social como le sucedió a la artista Leticia Servín Moreno a quien el juez segundo de lo civil del décimo cuarto distrito con sede en Jalisco, consideró como persona inestable por las giras y presentaciones que realiza en su profesión de músico y actriz.

El juez concedió al cónyuge, quien sustrajo al menor de la custodia materna de manera irregular, la custodia provisional al ex cónyuge quien en la versión de Leticia la hacia objeto de violencia y agresión física para posteriormente abandonarlos. Tras volver a aparecer llevó a su hijo al cine y ya no lo regresó a la custodia materna.

Este caso solo es uno de muchos y diferentes tipos de violencia que suelen sufrir las madres en nuestro país, desde algo tan inocente como festejar con ella y dejarla lavando los trastes, la separación forzada de sus hijos a los golpes y el homicidio. ¿Será acaso ser madre, una actividad de alto impacto?

Mi primera maestra es nuestra madre, la más importante, y pareciera que esta sociedad le está quedando a deber.

Mi madre era la cosa más bella que he visto nunca. Todo lo que soy se lo debo a ella. Atribuyo mi éxito a la educación moral, intelectual y física que recibí de ella.

George Washington

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