Guillermo Robles Ramírez

Destapa todo el mugrero e indiferencia de autoridades

Por Guillermo Robles Ramírez

Un problema tan antiguo como la misma civilización hace más de 7 mil años Antes de Cristo, fueron con las primeras comunidades de los seres humanos cuando empezaron a organizarse y administrarse para vivir juntos. Con el tiempo se fueron haciendo más complejos en donde se trazaron caminos y la decisión de encontrar una zona geográfica que los favoreciera desempeñar aquellas actividades básicas para sobrevivir y aquellas en donde el comercio se definía por medio del trueque.

En el mundo existe el registro de ciudades antiguas que han sido motivo de estudio y admiración por especialistas por haberse construido de una manera majestuosa y perfecta sin contar con la tecnología actual. Muchos de ellos han sido ejemplos pilares de edificaciones modernas, así como la planeación del diseño de estructuras, pirámides, etc., en donde están todas alineadas y justificadas por sus creencias religiosas, y estudio de las estrellas, el sol, la luna u otros factores de la naturaleza.

Una naturaleza que no perdona el crecimiento desproporcionado y desorganizado de una ciudad moderna, al cual tal parece que el ser humano no hemos aprendido nada de nuestra historia y el respeto a la Madre Naturaleza, que solamente nos acordamos de ella cada vez que sucede algo malo.

El paso del huracán “Hanna”, en Coahuila; nos deja literalmente el refrán popular “el agua, siempre busca su cauce”. Impactantes imágenes transmitidas en los principales periódicos de la entidad, así como videos grabados muchos de ellos por particulares.

La formación de ríos que durante años o décadas estuvieron secos, y ahora con el fenómeno meteorológico de lluvia causado por “Hanna”, reclamaron su antiguo cauce, sin tener obstáculo alguno que se lo impidiera. Bardas de construcción a base de cemento, blocks y varilla fueron tumbadas fácilmente como si se tratara de un castillo hecho de arena y con facilidad lo desmorona una simple ola. El agua atravesó viviendas llegando a sacar del interior de éstas muebles y todo aquello que estuviera en su paso, causando perdidas al patrimonio más valorado para cualquier coahuilense.

Así como el agua que reclama su cause natural limpiando en su paso cualquier obstáculo sin importar el material de lo que está hecho y sin respetar clase social o estrato social, solo deja las imperfecciones de la deficiente planeación urbana de muchas administraciones pasadas en donde es muy evidente la existencia de un interés superior a la de los ciudadanos, así como la falta de interés de diputados locales de Coahuila de muchas legislaturas pasadas que no han puesto un alto a la recepción de colonias, fraccionamientos y/o viviendas en donde son consideradas de alto riesgo cada vez que hay una lluvia fuerte.

Calles, avenidas principales, tramos de carreteras y colonias inundadas cada vez que llueve y cada una de ellas comparten el mismo problema, es decir, carecen de un drenaje pluvial y aquellas que las tienen son insuficientes por la falta de un verdadero estudio de impacto ambiental en donde aquellas constructoras quienes han llegado a entregar alguno, lo hacen de un estudio muy superficial para solo cumplir con un requisito, pero al momento de los resultados lo estamos viendo ahora mismo con imágenes que son el testigo de las deficientes normativas y falta de actualización de las mismas para el crecimiento de cualquier ciudad.

Pasan los años y crecen nuevas colonias en donde son recibidas por autoridades para conceder los permisos de construcción y se continúa repitiendo los mismo errores y vicios ocultos en donde no se considera un drenaje pluvial que cumpla con las necesidades no inmediatas sino a largo plazo que tiene cualquier ciudad en crecimiento.

No se ha aprendido nada en más de 7 mil años Antes de Cristo, desde la existencia de ciudades antiguas en donde al parecer no sufrían de estos errores humanos de los cuales en la actualidad se convierten cada vez más frecuente y haciéndose un vicio en el que dejan vulnerable a la ciudadanía por no saber a quién reclamar jurídicamente porque aquellas constructoras o inmobiliarias se escudan con el documento de la recepción por parte de las autoridades y éstas últimas en su viceversa con los dueños de las constructoras. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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