La economía nacional, aunque se rompan las vestiduras los mojigatos, depende mucho más del narcotráfico que del petróleo en oferta gracias a las “buenas” gestiones de varios de los titulares de Hacienda, rendidos ante el neoliberalismo. Ya hemos dicho que, de acuerdo a los cálculos del CISEN (Centro de Investigación y Seguridad Nacional, casi en desuso), si desaparecieran capos y cárteles, en su totalidad, la economía nacional se afectaría ¡en un sesenta por ciento! El horror sería compartido por los estadounidenses que sufrirían igualmente una baja de entre 18 y veinte por ciento, suficiente para colapsar las finanzas de Wall Street y producir un pánico parecido al de la Gran Depresión entre 1929 y 1936. O incluso bastante peor. El negocio de las drogas, fuera de hipocresías, ya es insustituible.
Mientras tanto, el petróleo mexicano va cayendo de manera estrepitosa; de acuerdo a los cálculos oficiales, sólo en el mes de septiembre su precio bajó doce dólares hasta cotizarse en setenta y siete dólares por barril lo que reduce, de golpe, las expectativas presupuestarias y del crecimiento del Producto Interno Bruto. Es un artero disparo a los bolsillos de los mexicanos que se resentirán antes de que comiencen a extenderse los “contratos” de PEMEX, justificándolos además por cuanto las incertidumbre de los mercados; una gran oportunidad, diríamos, para vendernos la cortinilla acerca de que el despojo de nuestro subsuelo será una especie de salvación. Si hacemos el comparativo con el de Londres, el “Brent”, éste va al alza y ya se vende a ochenta y seis dólares por barril, casi diez dólares más que la mezcla mexicana de exportación.
Por otro lado, se hace evidente que los narcos gobiernan en buena parte del territorio nacional. ¿No es acaso sintomático que Tlatlaya, en el Estado d México, y Ayotzinapa, Guerrero, lo mismo que Iguala, formen un triángulo apretado por las cercanías en donde el ejército actúa como quiere pero sin imponerse a los sicarios mejor pertrechados?¿Acaso fue esta la razón para acribillar a veintidós civiles, acusándolos de formar una banda de secuestradores sin mayores datos, para exhibir la reciedumbre de la soldadesca ante el desarrollo implacable de los criminales? Me queda la duda sobre a quienes les cabe mejor el último calificativo.
Para como, en las redes sociales extendidas a España, sobre todo, aparecen comentarios deleznables sobre los mexicanos a quienes se tilda de ser “iguales” a los narcos y buscadores de una justicia que no merecen asegurando, desde lejos, los perfiles de los normalistas “desaparecidos” como el de vandálicos secuestradores de camiones e incendiarios del Palacio de Gobierno en Chilpancingo. “Son lo mismo unos y otros, mejicanoides”. Tal dice uno de los escritos subido a Yahoo! –no menciono a la mujer que lo firma para no exaltar su estulticia-, con absoluta desvergüenza y mofándose, además, de una nación a la cual los hispanos no se han cansado de saquear. (Ya les contesté en “El Alma También Enferma”, editado por nuestra Fundación y que comienza a circular).
Y así y todo, ¿no les parece extraño que a lo largo de tres décadas de violencia y del boom del narcotráfico en los ochenta, los consorcios ibéricos no mostraran el menor agobio para mantener invirtiendo y sí lo hagan ahora al calor de la masacre de Iguala? Es tan burdo su interés que sólo los tuertos desvían la mirada: a mayor convencimiento de la barbarie que priva en nuestro país, mejores las ofertas de PEMEX y mayores los privilegios, tanto fiscales como en cuanto a facilidades para pagar, para los inversionistas de fuera quienes, en la cúspide del cinismo, serán presentados como salvadores por venir a rescatar la economía de los mexicanos convirtiéndose en dueños de nuestro subsuelo. Y así, veremos pasar, sin obstáculo alguno ni en los habituales retenes, las “pipas” rebosantes de oro negro… que se va de nuestras manos. ¡Con qué patriotismo nos están gobernando!
Me atrevo a decir que requerían de una historia, como la de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, cerca de Iguala y de Tlataya, para golpear a los bajos y obtener precios de remate para nuestro crudo “a la baja”; y se apuran porque los mercados comienzan a subir y la especulación abre mayores horizontes. Si la perversidad y la ambición no hubieran sido el signo de las interrelaciones entre Estados Unidos, España y México, no haríamos caso del precedente; pero con éste quedan muy evidenciadas las apuestas multinacionales contra una nación a punto de convertirse en ingobernable.
Sólo los panistas, herederos de los conservadores que fueron a buscar a un aristócrata enajenado a Miramar, están felices: con ello vindican este pasaje ominoso de la historia y acaso ya piensan en ofrecer el trono de México a Elena, la primogénita de Juan Carlos y Sofía que debió gobernar, como lo hace ya su hermano Felipe VI, de no haber privado las leyes discriminatorias de género. Hoy, tendría el paso libre como sucede con la chiquilla que es princesa de Asturias a su muy corta edad. Y esta es, repito, una posibilidad para quienes rinden culto a los extranjeros y desestiman a los mexicanos, incluso a los genios en todos las artes y niveles, sólo por su origen. Por eso los grandes siempre han despreciado a los traidores formados con serias desviaciones sobre el nacionalismo y la soberanía nacional.
En el otro lado de la cuerda podemos encontrar a una izquierda dividida porque su gran icono no sabe conciliar y, al contrario, opta por enfrentarse a quienes guiaron su camino en el PRD para fortificar a su MORENA; y llegados a este punto, ¿tiene algún peso moral su tardío clamor para exigir justicia a los normalistas “desaparecidos” y a sus familias cuando el nuevo partido, el lópezobradorista, abrazaba a los presuntos responsables intelectuales de la matanza, comenzando con la esposa del alcalde que se fugó, María de los Ángeles Pineda Villa de Abarca –si bien los informados aseguran que sus apellidos reales son otros-, como activos de su flamante organización política?
Sin que nadie se altere ni se salga de sus casillas por exaltar las virtudes, que sí tiene, Andrés Manuel, debo recordarles una interrogante formulada en este mismo espacio, desde 2010, en el sentido de que el personaje, acaso el último líder natural que ha surgido en la República, pudo concentrarse por cuatro meses en cada una de las entidades con mayores conflictos subversivos sea por la presencia de los cárteles o de los grupos subversivos, sin ser siquiera retenido lo que hubiera sido un golpe publicitario excepcional, esto es un verdadero botín para los grupos armados –incluyendo a las bandas de secuestradores cuya persecución dio paso a las ejecuciones de Tlatlaya de acuerdo a la versión castrense-. Sólo existe una explicación: que le respetaron o acordaron con él sin que el ex jefe del gobierno defeño haya revelado los móviles.
Una muestra, nada más: en el triángulo fatal que se forma desde Tejupilco, Estado de México, y se extiende hasta Ixtapa de la Sal –donde tiene una mansión de descanso el señor peña nieto-, para cerrarse en Iguala, Guerrero, pasando por San Pedro Limón –el sitio exacto de las ejecuciones militares-, Tlatlaya, Ayotzinapa y Taxco, Andrés Manuel, durante su campaña presidencial en 2012, según testimonios CONFIRMADOS, fue no sólo bien acogido sino tratado como una especie de santo en procesión, con guirnaldas, bandas de música, ramos y arcos de flores. Todo un festejo a la muy vieja usanza del porfiriato. Por supuesto, no tuvo el menor problema para entrar y salir de la conflictiva región que hasta ahora saltó a las prensas por los genocidios, pero ya estaba rebosante de minas humanas desde entonces. Y lo hizo para mofarse un poco de que en territorio mexiquense, además del guerrerense, podía presumir de recepciones más espectaculares que las organizadas por el PRI y peña nieto.
Lo cuento para explicarles a quienes sólo observan la cara positiva del dirigente y precandidato presidencial –lo será por tercera vez para equipararse al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas-, y asistieron a la cita multitudinaria del domingo pasado, que es necesario analizar las circunstancias, las compañías, el entorno en fin, antes de convertirse en incondicionales de una sola voz que, en los momentos álgidos de Iguala, calló lastimosamente por cierto. Y este estigma no será fácil de sobrellevar ni apostando a la amnesia colectiva: Andrés Manuel se equivocó con José Luis Abarca, el ex alcalde, y con los Mazón, hermanos que le siguen incondicionalmente y saben mucho del drama infame. Debe explicarlo, cuando menos.
En fin, por lo visto, el narco está por encima ya del petróleo. Cuidado. No sea que los consorcios interesados ahora en presentar a México como una nación de bárbaros –igual al “Apocalipsis” del execrable Mel Gibson-, dejen de especular con el dolor de casi todos.
Debate
La desesperanza aumenta al ritmo de una tristeza tan honda que ni siquiera José Alfredo podría retratarla con su voz lastimada por los sentimientos y perdurable como el alma. Cada día es más evidente la decepción de los mexicanos hacia un gobierno incapaz e indolente. ¿Ha servido para algo la intervención de Alfredo Castillo Cervantes en Michoacán que no sea para elevar los grados de inestabilidad de esta entidad?¿Y el PRD no comprendió, a tiempo, que su inocua defensa del ex priísta ángel aguirre rivero, será para este partido como un tablazo contra su supuesta actitud democrática? La clase política se hundió por el sectarismo y ahora no sabe hacia donde nadar, casi ahogada por las mareas muy altas de la corrupción al descubierto. No atisban isla alguna que los salve.
En momentos en que el presidente de la inútil, hasta hoy, Comisión Nacional de los Derechos Humanos, era más agriamente cuestionado por el cúmulo de negligencias y la ausencia de resolutivos e intervenciones certeras, aparece el mismo, Raúl Plascencia Villanueva, para poner la soga al cuello alrededor de los mandos militares que encubrieron a quienes, soldados al fin, ejecutaron ilícitamente a los supuestos “secuestradores” en San Pedro Limón, Tlatlaya, en una acción que nos remonta casi un siglo atrás, a la matanza de Hutizilac, en 1927, donde perdió la vida el general Francisco R. Serrano acusado de golpista por disputar la presidencia al candidato oficial a la Presidencia, Álvaro Obregón, quien tampoco pudo llegar vivo al relevo. También cayeron trece de los acompañantes de Serrano quienes pudieron haber dado otro giro a la historia negra del país. Como Luis Donaldo Colosio en 1994, el año de la barbarie.
A ningún mexicano le satisface vivir bajo la Espada de Damocles sobre nuestras cabezas, pendiendo hasta el momento mismo en que los tiranos deseen dejarla caer. No puede seguirse de rodillas ante tales, los detentadores del verdadero poder, dentro y fuera del gobierno federal y de no pocos escenarios estatales. Vivir así es estar muertos en vida.
La Anécdota
Para nadie es un secreto que el prometido tren de alta velocidad entre la ciudad de México y Toluca fue encargado a la constructora utilizada por la española RENFE que se enorgullece del AVE –Alta Velocidad Española-. Se trata de Web de Arcion S.A. Construcciones. Líneas de Alta Velocidad. Y, con todos los privilegios imaginables como hemos explicado, construye ya sobre la Marquesa y el Cerro de las Cruces, devastando el área, talando miles y miles de árboles que representaban uno de los pulmones de la capital del país. Desde tiempos del general Manuel Ávila Camacho –1940-46-, quien desarboló las zonas aledañas a la ciudad de México convirtiéndola en pasto de polvaredas sin fin, no se había visto nada semejante.
Pero el suceso tiene algo de historia tenebrosa. Fue en el Monte de las Cruces donde cientos de realistas, españoles al mando, perdieron las vidas ante el flujo de la insurgencia que habría de consumarse once años después. No dudamos que al escarbar aparezca una inmensa fosa repleta de cadáveres al servicio de la Corona española. En los tiempos de Felipe VI –que serán breves-, es toda una vindicación infame.
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CUANDO SE ENTIENDA A CABALIDAD QUE EL GOBIERNO ESTÁ REBASADO, ACASO SEA DEMASIADO TARDE PARA PRESERVAR SOBERANÍA Y NACIONALIDAD. ESTAMOS A CONTRARELOJ Y EL SEÑOR peña nieto ASEGURA, COMO BÁLSAMO, QUE ÉL GARANTIZA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN. COMO PARA SALIR CORRIENDO.