Desafío

Desafío: Gobiernos sin Moral

  • De Semillas Podridas
  • Gobiernos sin Moral
  • ¡Egidio a la Cárcel!

Pueden sembrarse esperanzas muchas veces; pero las semillas podridas sólo pueden desecharse porque jamás quedarán limpias.

Los mexicanos tenemos fama de ingenuos y, por ende, conformistas; no es así, pero soñamos siempre con la posibilidad de redimir nuestro entorno para salvar el futuro. Por ello, una y otra vez, acudimos a las urnas con el secreto propósito de que “ahora sí” las cosas puedan cambiar; hasta que la realidad nos fustiga y aplaca. De allí que los vicios amorales del sistema prevalezcan contra el interés colectivo en pro de una democracia sin prejuicios ni soeces interpretaciones: se es o no.

Sobre los comicios ultrajados del domingo pasado lo que más duele no son los resultados a favor de la continuidad sino la manipulación permanente en pro de una “primera minoría” que, de ningún modo, podemos acomodar dentro de los niveles de la democracia que tiende a favorecer a las mayorías si bien sin segregar ni aplastar a los grupos ajenos. Existe la torpe idea de que los gobiernos sólo deben operar a favor de quienes les eligieron como si los opositores a ellos dejáramos de ser mexicanos por pertenecer a alguna de las tantas minorías, sin reconocer que, desde hace ya varias décadas, exactamente desde 1988 cuando usurpó la Presidencia carlos salinas, las estadísticas oficiales no reconocen a ningún candidato –salvo excepciones en dos o tres entidades-, que haya obtenido la mitad más uno de los sufragios; esto es vivimos suspendidos en el aire, entre el presidencialismo que define y la democracia al amparo de una demagogia que la anula.

A cambio de ello subsisten las prácticas tramposas desde la inmoral compraventa de sufragios, ejercicio realizado entre los ciudadanos con menos recursos y mayor desesperación por obtener algunos pesos para sobrevivir una o dos semanas, hasta el reparto de despensas a través de los mismos canales indignos –almacenes Soriana, por ejemplo- que posibilitaron la pequeña ventaja del señor peña nieto en los sufragios de 2012. No fue tan evidente el fraude pero lo fue y no hay matices para ello salvo la postura apaciguada de los otrora exaltados partidarios de Andrés Manuel quienes dejaron entrar por la “puerta grande” del Congreso al nuevo usurpador.

El domingo anterior se repitieron las lecciones de los alquimistas con algunos incidentes que no deben ser olvidados. Sin unidad en el gremio magisterial –uno de los mejor adiestrados para las tareas de escrutinio falaces-, no fue sencillo adoctrinar a otros grupos para cubrir las mesas electorales en los lugares más alejados de las zonas urbanas en donde suele darse una mayor vigilancia salvo en entidades como Tamaulipas, Chihuahua, Sinaloa, Veracruz, Puebla y Oaxaca, en donde los operarios a favor de las consignas superiores no son, siquiera, discretos y dejan tantas huellas como Alan Pulido durante su cuestionable secuestro, tan oportuno como fallido en medio de sospechas de haber sido fraguado por el descastado mandatario priísta de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, para distraer a los futuros electores y asustarlos para evitar una participación masiva.

También, el accidente sufrido por felipe calderón en Quintana Roo, durante su proselitismo encendido a favor de Carlos Joaquín González, medio hermano de Pedro Joaquín Coldwell, ex gobernador priísta y actual secretario de Energía en el desprestigiado gabinete peñista, ocupó breves espacios en los medios escritos pese a revelar cómo el ex presidente se dejó ver para apoyar a elementos poco afines al panismo aunque fuesen sus abanderados como en el caso del pillastre Miguel Ángel Yunes Linares, aspirante al gobierno de Veracruz, quien fue protegido por calderón para favorecer con ello a su aliada, elba esther gordillo morales, actualmente en prisión.

Fue calderón quien procuró el traslado de Yunes del PRI al PAN, con el aval de “la maestra” y para así tapar, de una vez, las presunciones sobre su involucramiento en la muerte de Ramón Martín Huerta, Secretario de Seguridad Pública en la segunda fase del foxismo ingrato, de quien el veracruzano era segundo con el privilegio de llegar, el primero, al lugar en donde yacía el helicóptero colapsado y modificar, personalmente, la escena. Así se las gasta este sujeto execrable. Y calderón lo sabe de sobra aunque salude como si se fuese uno de los integrantes de los “niños cantores de Viena”, con rostro de inocencia cretina.

Da igual, en esta perspectiva de falsedades e hipocresías, que al Nuncio Cristophe Pierre se le haya impuesto la Condecoración del Águila Azteca –la mayor que otorga México a un extranjero-, sin consensos ni explicaciones sobre su exaltada labor diplomática entre los años de 2007 y 2016; desde abril pasado funge como Nuncio en los Estados Unidos, un dato por demás significativo, y aún se espera la llegada de su sucesor en nuestro país. Todo pasa cual si se tratase del reflejo de los espejos de Versalles recargados de hipocresía y abundancia de aristócratas venidos a más bajo la gracia de la especulación financiera.

En el norte, cerca de la frontera, varios aspirantes a las alcaldías fueron atemorizados. Y no es para menos. Hace unos meses tuve oportunidad de recorrer las carreteras de Tamaulipas e incluso pasar, despacito, por Ciudad Mier, la ciudad fantasma a causa de la emigración de sus pobladores cansados de los enfrentamientos entre los Zetas y el cártel del Golfo con la intervención del ejército cuyos mandos reclamaban sus respectivos botines. Sólo una tienda de servicios quedó en pie: el OXXO, del grupo Femsa, cuya fortuna, la número cuatro en el ranking mexicano, se calcula en seis mil 100 millones de dólares y no sólo por ser la mayor distribuidora de Coca-Cola en Latinoamérica. La principal accionista, Eva Gonda Rivera, viuda de Eugenio Garza Lagüera, sabe con quienes invertir y cómo protegerse. Los demás, callan.

Con estas cargas, además de las acostumbradas parodias sobre las urnas y los paquetes electorales, la ciudadanía no puede confiar en los resultados en NINGUNA de las trece entidades donde hubo elecciones. Todo medido como le gusta a los dueños de la pelota. Tampoco puede decirse que en la ciudad de México, antes Distrito Federal, se votó masiva y entusiastamente para dirimir las controversias personales entre la MORENA de López Obrador y el PRD de Agustín Basave Benítez, y los “Chuchos”, el primero ya con un pie fuera de la dirigencia. Guerras civiles bajo las banderas de la partidocracia, no democracia.

¿Y lo mexicanos avanzamos? Sé que para la mayor parte de mis amables lectores la interrogante sale sobrando y la respuesta es negativa por los cuatro costados. Quizá nunca, como ahora, se ha sentido tanto el fuelle de las imposiciones y las negociaciones soterradas para supuestamente tranquilizar, no a la ciudadanía hastiada, sino a los grupos dirigentes chantajistas como ocurrió en Chihuahua con un falso “independiente”, José Luis Barraza González, ex presidente nacional de COPARMEX, quien mantuvo en la cuerda floja su posible apoyo al aspirante del PAN, Javier Corral Hurtado, quien caminó con el apoyo de Carlos Slim, pero no contó con el respaldo de los empresarios locales, verdaderos caciques en Chihuahua capital y Ciudad Juárez, listos siempre en pro de la continuidad. Lo de “Chacho” fue una aventura sin redes.

Pero, acaso, Barraza fue el único de los postulantes, supuestamente “independientes” –en este caso dudo mucho del término-, que se mantuvo con alguna posibilidad, no de ganar sino de hacer ruido. Los demás, poco a poco, se diseminaron o se fundieron por la ausencia de recursos –en muchos municipios no pudieron responder a la brutal interrogante: ¿y tú que nos vas a dar?-, y la imposibilidad de aumentar coberturas ante los vacíos mediáticos. Esto es, pareciera que este cauce es exclusivo para los millonarios o para aquellos dispuestos a solicitar financiamientos a éstos perdiendo su condición inicial para acabar siendo siervos del gran capital. Este es el drama mayor de nuestra falsa democracia.
Con todo lo visto y narrado, ¿es factible insistir en cambiar las reglas a la vista de 2018? Sólo si la ciudadanía, en serio, está dispuesta a andar hacia la democracia sin falsos redentores.

Debate
El año pasado insistimos en que no podían irse tan tranquilos los gobernadores salientes rebosantes de acusaciones. Por ejemplo, Guillermo Padrés Elías, quien se benefició de la tragedia de la Guardería ABC de Hermosillo y llegó al extremo de hurtarles el agua a las comunidades rurales circundantes a sus inmensas heredades. O el propio Ángel Aguirre Rivero, de Guerrero, compadre del señor peña nieto, quien metió la cabeza como los avestruces luego del drama de Iguala y Cocula.

No son los únicos miserables que andan sueltos. Por allí se esconde Fernando Ortega Barnés, de Campeche, a quien se dio cauce diplomático en plena batahola de impunidad y a pesar de haber sido un contumaz represor de sus críticos y opositores. Y no dejemos de señalar a Rodrigo Medina de la Cruz, el ladrón neoleonés, a quien ofreció su ahora sucesor, Jaime Rodríguez Calderón, el potrillo –que ya no “el Bronco”-, auditarlo y procesarlo sin otro resultado que los cantos mediáticos ahora silenciados. El nuevo mandatario pide tiempo pero ya llevamos un año desde su elección y no hay vistos de que quiera cumplir su palabra devaluada.

Todo ello lo digo cuando nos preguntamos si los salientes de este 2016, sobre todo los gobernadores de Tamaulipas, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Sinaloa, Chihuahua, Hidalgo, Tlaxcala, Quintana Roo, van a irse tan tranquilos con sus espuertas llenas de dinero sucio y de negocios miserables. De ser así, habrá triunfado el establishment, una vez, sobre las voces que claman por una nueva perspectiva que sólo puede darse si los execrables son puestos detrás de las rejas y no protegidos por el gobierno central.

La Anécdota
Entre todos los mandatarios salientes, sin duda, Egidio Torre Cantú, de Tamaulipas, es quien debe ser candidato a la cárcel junto con su colega de su vecina Veracruz, Javier Duarte de Ochoa. Los dos atraen las candilejas de manera por demás arcaica.

Egidio es un descastado: ni siquiera metió las manos para aclarar el crimen contra su hermano Rodolfo quien estaba señalado para sucederlo y fue víctima de las mafias, la criminal y la política –en algunas regiones es lo mismo-, para brindarle a él, Egidio, la gubernatura con mordaza de por medio. ¡Miserable!
Y Duarte de Ochoa tiene un largo expediente como ladrón, represor y asesino. Ninguno de sus antecesores llegó a estos niveles de inmundicia al grado de que ya se “blinda” con una cáfila de abogados defensores. ¿Eso será todo? NO LO PERMITAMOS.

Los jirones de la democracia están en manos de un peñismo obsoleto y mentiroso;
demagogo, además, lo que viene siendo la antítesis del gobierno “del y para el pueblo” como asume la definición clásica.
Debiera tipificarse, como uno de los delitos más graves, el crimen contra la soberanía popular.
Seguro, peña sería el primero en estrenar las celdas…
y luego llegarían fox, salinas, calderón, zedillo, bartlett y tantos y tantos otros.

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