Cantina grande: Arteaga

Por Guillermo Robles Ramírez

Es un hecho que los horarios establecidos por la ley de Coahuila, para la venta de alcohol entre semana y fin de semana en especial los domingos, así como la ley seca cada vez que lo restringe alguna elección electoral, no se respeta en algunos municipios coahuilenses.

Aunque también es válido decirlo que antes de esta normatividad sobre la venta de cualquier tipo de bebida alcohólica, cuando existía la ley seca de los domingos, tampoco eran respetados.

Equivocadamente se pensó que todo acabaría si se hacía su venta de manera legal, los domingos terminaría este clandestinaje, que tanto antes como actualmente son simple y sencillamente actitudes de lengua, porque la verdad la prohibición etílica no puede con los fuertes intereses y la entrada de importantes cantidades de dinero que representa para algunas autoridades locales.

Hay municipios en donde el día que más venden bebidas embriagantes, son los domingos de cada semana y si a eso se le agrega que existe una supuesta reglamentación de horario, pues esto eleva el costo de disfrutar un domingo alcoholizado.

En Arteaga, cabeza municipal en la que las autoridades estatales han realizado fuertes inversiones para convertirla en un Pueblo Mágico, más de la Entidad, en contraparte se enfrenta con el disimulo, impunidad y apatía de su Alcalde, Ramiro Duran García, para poner orden en el descontrol que hay los domingos de cada semana con  la inmoderada venta de cerveza y vino que hay lo mismo en el sector urbano que en el campo.

La falta de energía e interés de gobernar, ha dado lugar a que cada vez sea mayor el problema de la venta desordenada de alcohol que para corroborarlo es más que suficiente el hacer un recorrido en cualquier domingo del mes, exceptuando éste próximo, en zonas urbanas de Arteaga, así como de sus ejidos más cercanos.

Y la verdad es que tanto los días y horarios establecidos para la venta de alcohol, es principalmente para quienes no tienen mucho dinero para silenciar o comprar la impunidad de las autoridades locales, particularmente en las comunidades del campo que ante la falta de empleo y consecuentemente de recursos económicos, deben ser las preferentemente más protegidas y blindadas de los “aguajes”, vinateros y de los expendios de bebidas alcohólicas cuyas mayores ventas son los domingos, con todo y la pregonada y cantada horario de su venta, incluyendo los domingos.

Con algo de tiempo que se diera el Presidente Municipal de Arteaga, Ramiro Duran García, sería suficiente un domingo cualquiera para darse cuenta que sus colaboradores y responsables de actuar contra los vendedores clandestinos de cerveza y vino hacen su agosto durante los 12 meses del año. Aunque siendo honesto todo lo anterior hace suponer, dos cosas sin poder asegurar de ser cierto pero al menos existe la pregunta de ¿cómo le hacen para comprar alcohol los domingos fuera de horarios?, o al menos algo dicho entre rumores de los mismos arteaguenses. ¿Acaso hay alguna autoridad que recibe un pequeño pago de su disimulo, o al menos que en ese negocio esté metido algún interés directo?

Por cierto el mencionado Edil, que está a punto de terminar su Administración municipal, se le ha conocido como el alcalde arteaguense que menos horas ha estado en sus oficinas y que lamentablemente solo aparece cada vez que las sierras de Coahuila, sufren algún incendio forestal, pero realmente el éxito mayor para sofocar los incendios siempre ha sido con la participación del gobierno estatal en turno.

Pero reiteramos que para darnos cuenta de los volúmenes de cerveza y vino que los domingos de cada semana “corre” por los caminos ejidales, es más que suficiente de recorrer algunos cuantos kilómetros para ver a los grupos de personas echando sus “chelas” a la orilla de la carretera o bien en fiestas “dizque” familiares, en reuniones de “cuates” teniendo como pretexto y excusa la famosa carne asada dominguera.

Estamos conscientes y de acuerdo de que se trata de un problema grave y, sobre todo, difícil de controlar, pero en donde no estamos de acuerdo es en que algunas autoridades cobren por brindar impunidad y solapar que las bebidas embriagantes predominen en el campo, al menos eso es lo que se dice de manera informal entre la mismas comunidades o pobladores cercanos que tanto claman que no hay trabajo, que se le tiene abandonado, que ha sido dejado de la mano de Dios por todas las autoridades, cuando que mientras surgen esos lamentos y lloriqueos, se bebe y lamentablemente no es agua, sino alcohol. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

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