Desafío

*Las Mafias y el Poder
*¿Qué Pasa con CONAGO?
*Un Remanso: la Fiesta
Por Rafael Loret de Mola

¿Con los gobiernos del PAN habrían retornado los Salinas a la primera esfera y devuelto sus bienes a Raúl como si nada hubiese pasado? La pregunta conlleva, por desgracia, la seguridad de una marcha hacia atrás… ¡pese a las desastrosas cuentas, sociales y políticas, de la derecha en el poder! Pero, claro, pareciera estarse refrendando la duda de cuantos se resistían a sufragar por el PRI –no pocos, ni pocas, lo hicieron más por la galanura del candidato y su aparente buena salud, un engaño memorable, que por conocimiento real de su currículo-, surgen con fuerza inapelable en una tardía reconciliación con Acción Nacional, sumido sólo en apariencia como tercera corriente dentro del Legislativo. Ojalá hubiese escrito parlamento para subrayar que en éste radica la representación de la soberanía nacional; la de verdad, claro.
No es adecuado expresar lo anterior; sobre todo porque, sin duda, el gobierno peñista, a ocho meses y medio de su asunción, ha dado muestras de ser un gran continuador del deplorable calderonismo, condenado por la historia desde la consumación dl escandaloso fraude de 2006 y hundido, después, por su temor al entregar sus fueros a la cúpula –no cópula, por favor-, castrense. Pues lo mismo con Peña Nieto: no sabe cómo actuar ante las andanadas de violencia generadas por el narcotráfico, no sólo en Michoacán qué conste, y la pobre respuesta de las fuerzas públicas, sin siquiera poder hacer efectivo el organigrama propuesto, para la creación de la Gendarmería Nacional, porque en el Congreso prefieren debatir agarrándose de los chongos. ¡Y ya nos acercamos al parto de los nacidos a tiempo y con buena energía! Con diferencia: Peña está enfermo y lo refleja; atrapado, como calderón –minúsculas-, y lo exhibe.
Desde luego, el PRI hace lo posible por ser odioso ante la sociedad que le brindó, sea como fuese –incluyendo los bonos de Monex y los vales de Soriana-, una segunda y magnífica oportunidad. Lo de los “intocables” extintos, según alardeó el propio presidente, parece a estas alturas tan falso como un billete de dos pesos. Nada se ha hecho contra los líderes subversivos y chantajistas, ni contra aquellos que amenazan, debajo del agua, con paralizar el país. El colmo, el “petrolero” Carlos Romero Deschamps se negó, así como suena, a rendir cuentas de su patrimonio ante el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), considerando prioritaria la “autonomía” sindical que cubre las complicidades y las malversaciones escandalosas. ¿Qué es primero?¿La justicia o la capacidad de las mafias para eludirla?
Desde luego, hay bastante más. ¿Por qué el gobierno de Peña se empeña con ensuciarse? Rehabilitar, a estas alturas, a un personaje como Raúl Salinas de Gortari, devolviéndole su rancho “El Encanto” y otras treinta y seis propiedades –el mero número de ellas comprueba su apego a la corrupción más abominable-, en medio de las turbulencias actuales y la exaltación de cuanto la nación, digamos la opinión pública, demanda. Esto es: el finiquito de los intocables, ya prometido, con las consiguientes indagatorias sobre fortunas mal habidas y transacciones con dinero público, ilegales y tortuosas. Digo, para comenzar la redada contra los ex presidentes Salinas, Zedillo, Fox –el hablantín marihuanero- y, desde luego, el abominable calderón –minúsculas- a quien ahora se “premia” en España, claro, tan beneficiada por él, y Haití con el engaño de una ayuda que sirvió, en primera instancia, para atender a los mexicanos desplazados allí por órdenes de sus consorcios comprometidos en aquel territorio. Los “mecenas”, claro, poco expusieron mientras a los reporteros casi los matan en emboscadas febriles.
Hace unos días, como expresé ayer, Don Manuel Jiménez Guzmán, una de las mentes más lúcidas de la actualidad, Soberano Gran Comendador del rito Escocés para México –en donde ya hay registro de un millón de masones, cuando menos-, me confió que quienes traicionan a su patria, sojuzgan la soberanía de un país y alimentan la guerra y los magnicidios, como lo hizo Maximiliano, se sitúa, de hecho, fuera de la masonería cuyos ideales de fraternidad se ven comprometidos con quienes se desvían. Como el enajenado barbado de Miramar, Salinas y Zedillo, pertenecientes a esta fraternidad de carácter universal, deben observarse fuera de cualquier Logia y sólo sometidos a la justicia llana y clara. Lo demás es bordar en falsas expectativas justificatorias sin el menor peso posible.
En esta línea, Fox y calderón, quienes conforman el bando opuesto –lo mismo que los traidores conservadores que opusieron, contra Juárez, a un emperador espurio con sangre de los austriacos Habsburgo-, debiera esperarles un destino similar al del Cerro de las Campanas; o, cuando menos, la cárcel o el manicomio, sobre todo para el primero a quien el Prozac cotidiano ya no le es suficiente. Como ya el cerro queretano está cubierto por la historia, con una capillita que pretenciosamente clama por el martirio del enajenado y los traidores quienes le acompañaron –Miguel Miramón y Tomás Mejías-, debiera pensarse sólo en las armas de fusilamiento de la justicia. Pero, al parecer, Peña Nieto está obligado a respetar ciertos pactos soterrados con los que pudo escalar la Presidencia “como haiga sido”.
Desde luego, no es así. Y se da la impresión no sólo que las viejas mafias priístas regresan por lo que consideran suyo –la presidencia, ¿en manos de Salinas?-, sino con un penoso continuismo de Estado que limita las acciones del Ejecutivo a la agenda militar como en el pasado reciente? Por eso, los panistas están tan felices: porque, en el colmo de las contradicciones, ¡se está vindicando a calderón olvidándose del rastro de sangre dejado por éste y en la misma senda del dolor! Con estas condiciones, Peña no puede aspirar a ganar la historia ni siquiera en los afamados libros de texto gratuitos.
(Por cierto, señalo que el número de tales textos es de 122 millones, y no sólo 49 millones como afirmé recientemente, lo que eleva considerablemente los contubernios con las empresas editoriales con capital español y estadounidense, sobre todo, que censuran a los autores críticos, publican a quienes se refieren a los narcos con información oficial y son adictos a los millones de ejemplares de texto que no puede publicar la Comisión Nacional respectiva, sólo capaz de editar el diez por ciento de estos. Una estafa gigantesca contra los bienes estratégicos del país. Para colmo, si estos ejemplares no existieran, México caería, de manera atroz, en cuanto al consumo de libros per cápita. Quizá por ello… pude editar, así fuese con las uñas, “Despeñadero”).
La pregunta natural, entonces, es sobre las mafias dominantes. ¿Cuáles se han impuesto al gobierno, doblegándolas?¿Por qué Peña no procede contra sus predecesores, ladrones y perversos, calculadores, quienes se llevaron cuanto de autoridad moral tenía la Presidencia?¿No se trataba de recuperar la fe del pueblo?¿O nos cambiaron a Peña en el quirófano, como en las cintas diabólicas de ficción?
Desde luego, el viejo PRI –el de los Salinas, Montiel, el tío por excelencia, Zedillo, Deschamps, Víctor Flores Olea, de los telefonistas, lo que queda de los Figueroa y caciques que van con ellos de la mano-, se reincorporó drástica, violentamente; pero también los conservadores se quedaron como explica el funcionamiento de las coordinaciones en sendas Cámaras del Congreso de la Unión; pese a ser tercera fuerza, el PAN maneja a los legisladores de pacotilla según sus intereses; y el PRI se mueve al ritmo de los chantajes, lastimosamente; mientras, el PRD, como es costumbre, recoge las migajas… que le otorga su antagonista histórico, es decir el partido en el que la derecha, a diferencia de la izquierda, se ha concentrado. ¿Nos vamos entendiendo?
Quizá por ello es más restringida la libertad de expresión; al grado de que las comparsas crean fundaciones y organismos dispuestas a defenderla… pero siempre selectivas, esto es sólo a favor de quienes, amigos por supuesto, se someten a las reglas del juego; y esto no puede definirse como libertad. No, en mi diccionario.
Debate
Mientras ello sucede, la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), se pasea entre las páginas interiores de los cotidianos, sin la menor relevancia. Lo digo de plano: con la primera alternancia, los gobernadores “recuperaron” alguna parte de las soberanías de sus entidades perdidas por el centralismo autoritario ejercido por la hegemonía priísta; ahora, pese a la importancia que le diera Peña cuando fue mandatario del Estado de México, los miembros de la CONAGO parecen retraídos, crispados, inmovilizados, sea por una equivocada interpretación de la “disciplina” partidista o como efecto de negociaciones unilaterales, soterradas claro, con el titula del Ejecutivo federal que dejó de usar a la Conferencia como debiera ser: esto es, un invaluable conjunto de elementos con largo caminar, identificados con los ideales federales; dicho esto, desde luego, de las sospechas que penden sobre una docena de ellos por sus nexos soterrados con las mafias, no solo la del Altiplano.
Es la hora exacta para vindicar a la CONAGO frente al centralismo redivivo. De no hacerse, se estará en serio riesgo de retornar a los viejos, indignantes autoritarismos de los que tanto hemos querido librarnos sin el menor éxito según se evidencia. No es posible que todos los gobernadores callen ante las decisiones, tomadas al vapor, de Peña y sus magros asesores, entre ellos el doctor Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda, incapaz de paliar la desaceleración económica como efecto de la crisis transmutada desde Europa y España concretamente. Para colmo, este personaje es, desde ahora, “presidenciable”. ¡Sálvese quien pueda!
Desde luego, nada de esto era lo que esperábamos del régimen actual.
La Anécdota
Hoy estaré en Huamantla, corazón de las tierras del toro. Me han solicitado que grite el Pregón para dar inicio a las fiestas. En Sevilla, no hace muchos años, tuvo la misma distinción el extinto Carlos Fuentes y lo hizo con excepcional talante y talento. Ahora, es mi turno, desde la entraña de mi México invaluable.
No se trata sólo de defender a la fiesta de los toros, sino igualmente de proponer que no caigamos bajo los criterios anglosajones que reverencian a las mascotas, en cautiverio permanente, y aborrecen a sus congéneres, los seres humanos, abandonados a su suerte. No tolero que la sensibilidad lo sea más cuando se observa a los animales muertos y se desdeñe a los miles de cadáveres víctimas de la moderna represión. Esta es una deformación que nos sitúa, en serio, en la barbarie. Y es esto lo que gritaré, libre, en mi querida Tlaxcala.
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E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
EN PRÓXIMOS DÍAS YA ESTARÁ EN LIBRERÍAS, TAMBIÉN EN LOS SANBORN´S, NUESTRO “DESPEÑADERO”. HASTA EL MOMENTO NO HAY ÓRDENES DE CENSURA CONTRA EL TEXTO; Y ESTA, CUANDO MENOS, ES UNA BIENAVENTURANZA LUEGO DE MUCHOS MESES DE ACECHOS E INCERTIDUMBRE, BAJO CHANTAJES Y EXTORSIONES DE MUY GRAVE NIVEL. VEREMOS HASTA DONDE RESISTEN LAS CRÍTICAS QUIENES SE SIENTEN DUEÑOS EXCLUSIVOS DEL DESTINO DE MÉXICO.

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