Derrotar la pobreza, una tarea pendiente
Naciones Unidas, 24 oct (PL) Naciones Unidas cumple 70 años de fundada con el gran desafío de derrotar la pobreza, flagelo que afecta a un tercio de la población mundial.
Los progresos de las últimas dos décadas resultan innegables, como también lo es el hecho de que resta un largo trecho por andar.
Datos de la organización creada el 24 de octubre de 1945, cuando entró en vigor su Carta, reflejan que más de dos mil 200 millones de seres humanos viven en la pobreza, 840 millones de ellos en su variante extrema.
Particular impacto sufren los países del Sur, junto a las mujeres, los niños, los ancianos, los indígenas, los discapacitados y otros sectores vulnerables.
Pese a sus limitaciones, los Objetivos de Desarrollo del Milenio -fijados para el período 2000-2015- sacaron de la miseria a mil millones de personas, lo cual demuestra que la aspiración de un mundo sin tantas penurias socioeconómicas es posible.
«Podemos ser la primera generación en eliminar la pobreza», afirmó la víspera el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, durante una sesión especial de la Asamblea General a propósito del 70 aniversario.
En ese sentido, pidió compromiso con la agenda 2015-2030 de desarrollo sostenible, adoptada el mes pasado, que tiene la erradicación de la pobreza extrema como su principal objetivo.
Los 193 Estados miembros se unieron en la Asamblea bajo la promesa de garantizar una vida digna para todos, meta que necesita de unas Naciones Unidas fortalecida, dijo.
UNA TAREA IMPOSTERGABLE
En declaraciones a Prensa Latina, el embajador salvadoreño aquí, Rubén Zamora, señaló que las siete décadas de fundada la ONU deben traer un mayor empeño en promover la distribución más equitativa de las riquezas.
«Creo que la agenda de desarrollo aprobada en la Asamblea en septiembre constituye un importante paso», estimó.
De acuerdo con el diplomático, el objetivo de eliminar la pobreza extrema para 2030 pone presión a toda la comunidad internacional.
Nos obliga a nosotros, los países golpeados por el problema, pero también a los industrializados, que les corresponde asumir su responsabilidad ante la historia, porque su desarrollo fue alcanzado con la dominación y la explotación de los que ahora son pobres, subrayó.
Para Cuba, este y otros males sociales solo podrán acabar con un orden internacional más justo y equitativo, en cuyo centro se ubique, realmente, el ser humano, su dignidad y bienestar.
En su discurso en la Asamblea General, el 28 de septiembre, el presidente cubano, Raúl Castro, llamó la atención por el enorme gasto militar anual en el mundo, ascendente a 1,7 billones de dólares.
«Con sólo una fracción de ese monto podrían solucionarse los problemas más acuciantes que azotan a la humanidad», advirtió.
LA GUERRA Y LA POBREZA
Otro de los fenómenos que golpea cualquier aspiración de derrotar la pobreza es la guerra, traducida en sangrientos conflictos, concentrados en el Medio Oriente y el norte de África.
Bastaría con mencionar las penurias que enfrentan la mayoría de los palestinos en la bloqueada y agredida por Israel Franja de Gaza, la crisis humanitaria en el convulso Yemen, que implica el 80 por ciento de su población necesitada de asistencia externa, o la devastación en Siria, con su impacto en los civiles.
El cese de las guerras y la muerte de seres humanos debe guiar las aspiraciones de la comunidad internacional en el 70 aniversario de la ONU, afirmó en diálogo con Prensa Latina el embajador de Venezuela, Rafael Ramírez.
Según el diplomático, una condición fundamental para cumplir la recién adoptada agenda 2030 de desarrollo sostenible y sus ambiciones de eliminar la pobreza extrema es que exista paz.
Urge el fin de los conflictos, la violencia y la matanza de mujeres y niños inocentes, sobre todo en el Medio Oriente y el Norte de África, solo así la humanidad podrá dirigir sus esfuerzos a transformar el planeta en un lugar de justicia, expuso.
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