Guillermo Robles Ramírez

Complejo turístico en espera

Por Guillermo Robles Ramírez

            La Presa de La Amistad, probablemente fue más escuchado hace algunos años cuando la revista México Desconocido, sacó un artículo comparándolo como el mar artificial entre dos países.

            Posiblemente tengan razón, porque la Presa de La Amistad es compartida con los Estados Unidos, y México en el norte de Coahuila de Zaragoza y el sudeste de Texas.

            Un mar como dicen entre dos países en donde ninguno de los dos ha querido aprovechar este espacio para poderlo explotar al cien turísticamente. Aun cuando siempre se ha considerado que el ramo del turismo es un rubro que se le debe de dar mucha importancia porque de ahí viene una derrama económica muy importante para los que habitan tanto del lado mexicano, así como del estadounidense y a su vez genera trabajo.

            Si bien este vaso fue construido para proteger a las ciudades del Del Río, Texas y Acuña, de inundaciones periódicas del río Bravo o Grande, pero también resguardaría contra desastres naturales Eagle Pass y Piedras Negras, obviamente en menor grado.

            Ni los Estados Unidos, ni México han construido la infraestructura turística, pesquera comercial que podría generar mayores recursos a ambos países de los que se beneficiaría el estado de Coahuila por el lado mexicano y Texas por el lado de los EE. UU., pero sobre todo de la ciudad Del Río, Texas y ciudad Acuña, Coahuila.

            Actualmente lo que se explota en la presa, del lado mexicano es solamente para la subsistencia de un grupo de pescadores agrupados en la Cooperativa de Pesca La Amistad, formada por un poquito más de 20 pescadores, extrayendo entre 11 y 20 toneladas de pescado al mes, sin embargo, este vaso acuífero que hoy se encuentra con excelente capacidad de su nivel, que podría ser sujeto de siembra de especies  más rentables que el bagre, la carpa, el mero y el robalo verde.

            Tanto autoridades locales como pobladores reconocen que el potencial pesquero y turístico es muy grande y no ha sido del todo explotado, sigue en espera a que alguien con visión gire su vista para meterle todas las ganas y sacarle el máximo provecho y las mieles del turismo escurran con un ingreso extra para los coahuilenses.

            Pero para ello es necesario primero invertirle en infraestructura turística y no solamente en mejorar tramos carretero o autopista, del lado mexicano sino tendría que haber una sinergia con el gobierno de los Estados Unidos para que funcione como todo un complejo recreativo en donde sea un ganar para ambos lados.

            Desde su inauguración en 1969, solamente se ha aprovechado para generar electricidad tanto para el país, como EU con sendas hidroeléctricas operadas en la cortina. El funcionamiento del reparto del agua el manejo de las hidroeléctricas y otros aspectos de la Presa La Amistad se hacen por acuerdos signados por México y Estados Unidos.

            Si bien es muy cierto que la construcción de la Presa La Amistad se hizo con el propósito de proteger comunidades y no es algo hecho por la naturaleza misma; no hay que desaprovechar el poder hacer de ello un ingreso para Coahuila, sino también un generador de empleos, trabajo, y todo aquello que implique la activación y derrame económico.

            El potencial que presenta la presa en esta tierra de oportunidades que es Acuña, está en espera para que un coahuilense tome la iniciativa y haga de ello todo un paraíso recreativo en donde México le puede apostar al turismo como una vía noble para no estar dependiendo de otros factores de la economía en la cual gran parte de las ganancias se queda en el extranjero. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org