Por Guillermo Robles Ramírez

Para el mundo imaginario del gobierno de la 4t, en donde aseguran que México es una potencia mundial y la mayor preocupación de los mexicanos son los baches de las avenidas y calles principales de cada una de las cabeceras municipales en las 32 entidades federativas del país. En el mundo real México vive otra realidad diferente.

En el último informe publicado por la organización civil de Alto Al Secuestro que nació en julio del 2005 por el secuestro de Hugo Alberto Wallace Miranda, arroja un incremento del 2.3 por ciento en el tema de secuestro en nuestro país.

En un comparativo de la Administración del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa entre diciembre 2006 a julio 2009 y ahora con Andrés Manuel López Obrador hubo un incremento del 81.6 por ciento respectivamente al mismo periodo, es decir, diciembre 2018 a julio del presente año.

El maestro del engaño y las mentiras siempre juega con las estadísticas oficiales en donde elimina o omite información existiendo discrepancia con el mundo real.

Un ejemplo de ello es que los reportes oficiales del gobierno del mundo de fantasía de la 4t solo consideran casos de secuestro solo aquellas carpetas de investigación que se encuentran en las autoridades federales y fiscalía general de la república. Y dejara fuera de su ecuación estadístico aquellos reportes integrados por las autoridades estatales, fiscalía y procuradurías estatales, así también como aquellos denunciados en medios de comunicación.

Siempre se ha tenido la creencia que en las entidades federativas del norte del país es donde ocurre más el delito de secuestro, pero contrario a ello más de la mitad de ellos se encuentran concentrados a nivel nacional en la Ciudad de México, Estado de México, Veracruz, Morelos y Puebla.

En nuestra entidad de Coahuila, se encuentra fuera del promedio nacional de 3.40 víctimas por cada 100 mil habitantes; esto se traduce que tan solo en el mes de julio del 2021 se registró dos secuestros integrados y uno indebidamente o equivocadamente mal integrada a la investigación.

 Es una mentira que se diga por parte del Ejecutivo que han bajado las estadísticas del crimen organizado, considerando que estos delitos se clasifican en diferentes categorías como es el secuestro.

Un problema social no desaparece como arte de magia o con puñetas mentales o bien, con la omisión de datos estadísticos para aparentar una sensación de ambiente seguro entre los mexicanos. Y sino pregúnteles a los familiares de las víctimas que han sufrido este problema social que a la fecha continúan causando trastornos emocionales y quebrantando la economía de familias para conseguir la cantidad de dinero solicitado por los secuestradores.

Por otro lado, hay que decirlo abiertamente que en México continua en un atraso sobre reformas en los códigos de procesos para castigar a los secuestradores ya que los ineficientes procesos de investigación sobre el mismo tema y aquellos secuestradores que logran ser atrapados por las autoridades son liberados por algún amparo posterior, o bien, se dan a la fuga.

La idea de tapar los errores que las mismas autoridades han permitido y permanecido por décadas y solo van pasando de una administración a otra heredándose. Cada vez va penetrando en cada institución gubernamental, pero hasta el momento ningún Presidente de México, ha podido cambiar a fondo este tema.

Solamente durante campañas electorales es cuando existe ese cambio, pero ahí se queda, es decir, en puras promesas. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org