¡Arre! con fenómenos atípicos
En la actualidad es común que las personas se enteran más rápido en las redes sociales y teléfonos inteligentes de las noticias o acontecimientos catastróficos de cualquier parte del mundo. Anteriormente solo bastaba con el encender nuestras televisiones o abrir algún periódico de tu propia localidad o nacional.
Sin importar el medios informativos de antes o los de ahora, lo importante es que la gente está siempre informado y más en este mes considerado como el inicio de tormentas, ciclones y huracanes.
Ante éstos problemas es fácil que nuestro país pueda observar o darse cuenta como está siendo afectado por desastres naturales o bien por situaciones de carácter político en donde los fenómenos perturbadores socio-organizativos afectan el desarrollo de las actividades diarias de la sociedad.
Vemos a veces ya hasta con cierta indolencia como los desastres naturales afectan parte del país y hasta del mundo entero, vemos y leemos con tristeza que generalmente los voceros de los gobiernos insisten en “naturalizar”, las tragedias presentándolas como resultado de las fuerzas ciegas de la naturaleza ante las que casi no hay que hacer nada, sino solo esperar los resultados funestos que éstas traen.
Tan repetidas los escenarios que vemos tanto en las redes sociales, noticieros tanto televisivos e Internet lamentablemente algo malo está sucediendo con las personas que dejan de ser impactantes deshumanizando esa sensibilidad que nos distinguía como personas y ya simplemente se ven como algo normal a excepción para quienes están padeciendo el desastre.
Las mismas autoridades se han encargado de hacer ver esos ríos desbordados que son presentados como enemigos de la humanidad, enemigos irracionales, cuya fuerza destructiva no se pueden controlar por ser humano y cuyos daños, no cabe más que culpar a la madre naturaleza y hasta al mismo ser supremo universal, es decir, a Dios que nos pone a prueba. Pero ante la verdad no son más que justificaciones para encubrir a veces conductas irresponsables.
No cabe duda que nosotros los seres humanos somos realmente los invasores de la naturaleza ante el desmedido crecimiento como la especie dominante de este planeta azul.
Somos los responsables de las tragedias que pueden ocurrir, porque no hemos sido consientes de ordenar una urbanización que respete los drenajes naturales y que sirven de desfogue a las grandes cantidades de agua que pueda ser captada en las diferentes cuencas de cualquier entidad de nuestro país, porque estamos construyendo y tapando el drenaje natural de las cuencas, con los resultados catastróficos que vivimos en la actualidad.
Cuando se presentan los estudios de factibilidad para la construcción de un fraccionamiento, o bien de cualesquier obra civil es natural que se presenten estudios, donde se demuestre con rigurosa exactitud de la capacidad hidráulica de cada uno de los arroyos o ríos y cuál es la capacidad de desfogue de los puentes construidos ya que muchos de ellos solo sirven como tapones y retenes para la grandes avenidas.
Aunque ahora según se dice los puentes se construyen para que las aguas se los lleven como ha sucedió en muchas localidades que lo primero en desaparecer o mejor dicho destrozado y arrasado por el cauce de las aguas provocadas por las lluvias.
Cuando se conoce la capacidad máxima de desfogue de un río o un arroyo y se ve evitan construcciones sobre el cauce, es imposible no tomar las medidas precautorias para evitar lo que hoy es una frase tan común, “son fenómenos atípicos”, cuando en realidad son fenómenos que siempre se han presentado, solo que antes no estaban tapados los arroyos y ríos.
Fenómenos que actualmente causan daño a la sociedad y también a la infraestructura y vías de comunicación, aunque muchas de estas vías fueron construidas sin los estudios correspondientes para evitar este tipo de desastres. Muy a pesar de que son cosas que gran parte de la población ya sabemos pero sobre todo las autoridades continúan autorizando a aquellas constructoras que tienen esas canonjías privilegiadas que otros no tienen en donde como dice “Aurelio Casillas”, con “dinero baila el perro” y “¡Arre!”. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org
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