
¿Algo qué festejar?
Por Guillermo Robles Ramírez
Mientras la Coordinadora Nacional de Trabajadores de Educación, (CNTE), convocó desde unas semanas antes sobre el paro nacional, y la megamarcha en la CDMX, misma que seguramente se tendrán como resultados destrozos en comercio y todo lo que esté en su paso. Y aunque ésta no es la manera que muchos maestros quieren celebrar hoy en su día, existen quienes sí piensan celebrarse de manera correcta, o al menos como dicen muchos maestros coahuilenses, “como Dios manda”, es decir, sin causar problemas.
El Día Del Maestro en nuestro país es un día celebrado anualmente de manera tradicional con festejos a los profesores donde el alumnado hace regalos o poemas alusivos a la fecha.
Por otro lado todos aquellos que se encuentran sindicalizados esperan su festejo ya sea alguna comida, cena, o cuando menos el “bailongo”; pero eso sí, no podrá faltar el mariachi con las mañanitas.
La mayoría de los días festivos es muy común saber el ritual de cómo se debe de festejar el Día Del Maestro, sin embargo muy pocos de ellos saben su origen.
Existe una imprecisión si su comienzo proviene de San Luis Potosí, en 1917 donde un grupo de jóvenes casualmente festejaban el onomástico de un maestro muy querido por ellos llamado Isidro, siendo coincidencia con la fecha santoral de San Isidro Labrador, pero también se maneja como Día de los Sembradores y no falto ahí una buena alma caritativa pensante y creativa justificándolo como “el maestro, también es sembrador de ideas en el gran surco de la vida”, pero no fue hasta el año 1918 que se instituyó oficialmente para la celebración y homenaje a todos los maestros.
Pero honestamente, ¿será digno de celebrar?, cuando se tiene de las últimas referencias antes de la Reforma Educativa. Siete de cada diez aspirantes a maestros reprobaron en en cada periodo, según datos proporcionados por la Secretaría de Educación Pública (SEP) cuando dio a conocer que 106, 832 es decir arriba del sesenta por ciento de los aspirantes no aprobaron el examen, y para la aplicación del 2012-2013 tronaron el 70.1 por ciento es decir, no contestaron de forma correcta más de la mitad de la prueba y como dato interesante de los maestros que sí aprobaron el examen con mejor desempeño fue Nuevo León mientras que los profesores coahuilenses no figuraron por un buen desempeño, se quedaron entre el montón de calificaciones de panzazo.
La Secretaría de Educación Pública desde anteriores periodos había hecho la recomendación de tomar cursos para superar el nivel académico pero tal parece que los maestros del país no quisieron hacer su tarea y como niños malcriados no fueron a los cursos y obviamente el resultado de tanta tronadera de profesores se vio reflejado una vez más en los resultados vergonzosos causados por su ausentismo.
No siendo suficiente con estas valoraciones aquellas que imparten la clase de inglés el 91 por ciento no lograron contestar acertadamente ni la mitad del examen, incluyendo docentes desde hace décadas impartiendo enseñanza de inglés.
Y si después considera que era alarmante la información anterior, en el presente año en el mes de marzo el Secretario de Educación Pública, Emilio Chuayfett Chemor; afirmó que sólo el 17 por ciento de los 193 mil maestros habían aprobado
Es difícil la profesión de maestro y aún más cuando una gran parte están tronados por falta de conocimientos prefiriendo renunciar a dar clase solicitando una vacante para labores sindicales, directivas y partidistas, mientras otros se encuentran en la nómina de la SEP, como maestros aviadores dejando un gran vació y oportunismo para los profesores piratas que a falta de catedráticos es muy fácil de colarse en una u otra escuela.
Se han ido olvidando aquellas costumbres bonitas en el cual los alumnos le regalaban la famosa manzana para el maestro sobre su escritorio pero ahora la fruta del conocimiento ha sido intercambiada por bromas como el poner en su asiento alguna tachuela, faltándole el respeto con apodos; decayendo la imagen que se tenía años atrás como el mentor que todo lo sabía y que algún día muchos alumnos soñaron con ser maestro.
Cada vez son pocos los maestros dignos de celebrar conservando intacto su esencia como docente, y el amor por querer enseñar aquellas almas inquietas que lo único que buscan es tener un poquito de interés por aprender algo nuevo de una manera un poco más creativa y divertida.
Siendo muy frecuente escuchar a los maestros entre ellos que ahora los niños no son los mismos de antes, pues en otras épocas se decía lo mismo pero solamente hay una cruda realidad; la mayoría de ellos se ocultan detrás de un pizarrón perdiendo el espíritu de transmitir valores y conocimiento, porque nada más lo hacen por el arte de percibir un sueldo, y contando los días como carcelero para ser jubilados: “Dichoso es aquel que tiene una profesión que coincide con su afición”.
Sus quejas suenan a más justificaciones que soluciones donde se cansan de decir que por más fuerte sea el intento por tratar de enseñar a los pequeños no tienen el interés, ni quieren aprender nada. Y aunque difiero de ellos, yo diría lo que una maestra me llegó a enseñar con respecto a esas quejas: “Yo puedo meter a los caballos dentro del lago pero si ellos no quieren tomar agua no lo van hacer”, sin embargo somos nosotros los catedráticos quienes tenemos esa habilidad de hacer correr a los caballos para que tengan suficiente sed y ellos solos se acercaran a la orilla del lago para saciar su sed.
Hay necesidad de hacer conciencia revalorando la manera de festejar el Día del Maestro, en donde también la participación de las autoridades intervengan haciendo homenaje en memoria de aquellos profesores destacados en cada localidad. No dejándolos en el olvido en los panteones donde ya nadie más que sus familiares se acuerdan de ellos o hasta en ocasiones ya ni eso, porque cada vez quedan menos miembros familiares o se cambian de residencia en busca de una mejor oportunidad laboral. Pero para eso está la sociedad en conjunto con las autoridades para recordarlos siendo inspiración para otros. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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