A TIRO DE PIEDRA: EDUCACIÓN SUPERIOR, ESTANCAMIENTO O AVANCE
La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo
N. Mandela
Tan sólo 681 municipios, de un total de dos mil 445 con que cuenta el país, tienen acceso a una institución de educación superior presencial, y la cobertura actual nacional alcanza apenas el 34 por ciento, lo que evidencia la enorme deficiencia de los gobiernos por brindar a su población instituciones en las cuales formarse, y ello explica además la falta de competitividad de los mexicanos para insertarse en un entorno internacional cada vez más demandante.
Destacable es, sin embargo, que se sigan abriendo opciones para que los estudiantes mexicanos tengan una opción de formación en un entorno cada vez más competitivo y aunque la calidad de los programas estaría aun por determinarse, lo cierto es que en los últimos 25 años la matrícula de nivel superior se ha triplicado, pues en la actualidad existen 3.8 millones de estudiantes, cuando en 1990 apenas se alcanzaba un millón.
Como señalamos, la cobertura se encuentra en un 34.1 por ciento, y aunque se ha anunciado la puesta en marcha del Sistema Nacional de Educación Abierta y a Distancia, los presupuestos asignados a educación a partir de 2016 serán fundamentales para la concreción de los objetivos.
El diagnóstico actual, ciertamente, es complejo, pues por ejemplo, en entidades como Quintana Roo la cobertura de educación superior está 10 por ciento por debajo de la media nacional, con el 26.9 por ciento, y las proyecciones para los próximos años, tanto a nivel estatal como nacional, es alcanzar apenas el 40 por ciento.
Uno de los propósitos establecidos con el Sistema Nacional de Educación Abierta y a Distancia es alcanzar el cien por ciento de la cobertura territorial nacional para el final de la administración de Enrique Peña Nieto, meta que se antoja difícil si los recursos no fluyen, dado que en el diagnóstico realizado se determinó que, de los dos mil 445 municipios de México, tan sólo 681 tienen acceso a alguna institución de educación superior presencial, aunque algunos de los municipios vecinos también tengan beneficio de estos, pero la cifra no logró determinarse.
Por lo anterior, las instituciones públicas de educación superior tienen un enorme reto para los próximos años, al insertarse en este Sistema Nacional, pues al final no se trata sólo de mejorar indicadores de cobertura, sino que ello representará al final la existencia de un mayor número de profesionistas en un país como México, que necesita con urgencia de ciudadanos bien formados.
EL FRACASO DE LA INTERCULTURALIDAD EDUCATIVA
La cobertura de educación superior va a la alza en términos generales; sin embargo, uno de los modelos que parece no haber respondido a las expectativas, es el de universidades interculturales, es decir, aquellas creadas para involucrarse y atender poblaciones originarias, pues el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, presentó recientemente un estudio que mostró que dichas instituciones han alcanzado una cobertura, en términos de población potencial, de apenas el 4.3 por ciento, así de preocupante y lamentable.
“La Cesop, dice que actualmente existe una demanda para el ingreso a las universidades interculturales de aproximadamente 22 mil 709 alumnos indígenas en edad de estudiar a nivel profesional, así como una población objetivo de 55 mil 286 alumnos, en tanto que la matrícula total para el año 2013 fue de 9 mil 797 alumnos, cifra que cubre el 17.72 de la demanda, y tan sólo el 4.3 por ciento de cobertura en términos de la población potencial”, publicó el periódico El Sol de México, la semana anterior.
En el país actualmente existen diez instituciones de este tipo, en Sinaloa, Estado de México, Chiapas, Puebla, Michoacán, Tabasco, Quintana Roo, Guerrero, Nayarit, San Luis Potosí e Hidalgo; y mientras la educación superior busca alternativas para lograr mayor cobertura, el estudio realizado con respecto a las universidades interculturales deberán “evaluar hasta qué punto el sistema es funcional, eficiente y eficaz en el cumplimiento de su quehacer. Los elementos que conforman la misión de este sistema de educación contrastan con un diseño curricular e institucional carente de componentes que sumen la consecución de estos objetivos.”
QUINTANA ROO, ENTRE LA ESPERANZA Y LA PERTINENCIA
La semana anterior la Junta Directiva de la Universidad de Quintana Roo (Uqroo) determinó el nombramiento de Ángel Rivero Palomo como rector para los próximos cuatro años, luego de una desastrosa administración en el cuatrienio anterior que representó para esa institución una baja en todos sus indicadores y la pérdida incluso de importantes académicos que ahí laboraban.
La de Rivero Palomo será la primera administración en manos de un egresado de esa institución, quien por cierto presentó un amplio programa de trabajo, entre cuyas metas está ese mejoramiento en los indicadores y una reconciliación con los objetivos fundacionales de la universidad. Que los trabajos emprendidos y los resultados alcanzados hablen por sí mismos. Por lo pronto, tomará protesta este martes en Chetumal, la capital quintanarroense.
Mientras ello ocurre, el estado deberá determinar las tareas a realizar en su universidad intercultural, asentada en el municipio de José María Morelos; y en general el país deberá decidir, a partir de los presupuestos que asigne a partir de 2016 a la educación para todo México, el rumbo que desea para las futuras generaciones nacionales. Por lo pronto, aunque lento, parece que el avance sigue; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
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