2030 y el momento de la igualdad de género

Naciones Unidas, (PL) Discriminación, violencia y falta de espacios de participación política, económica y social de las mujeres constituyen la herencia de siglos de sociedades patriarcales, un escenario que Naciones Unidas llama a cambiar antes de 2030.
La ambiciosa meta de igualdad de género y empoderamiento de las féminas fue fijada por delegados de la inmensa mayoría de los 193 estados miembros de la ONU, en la 59 Sesión de la Comisión sobre el Estatuto de la Mujer, celebrada entre el 9 y el 20 de marzo.
En una declaración política, el órgano creado en 1946 por el Consejo Económico y Social fijó seis estrategias dirigidas a revertir el actual escenario, calificado de insostenible por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
«Jamás el mundo podrá cumplir el ciento por ciento de sus objetivos de desarrollo y bienestar, si la mitad de la población no puede materializar plenamente su potencial», advirtió en el foro.
La iniciativa adoptada por altos funcionarios y diplomáticos recoge el llamado a los gobiernos y las sociedades en general a impulsar la equidad mediante el fortalecimiento de leyes e instituciones, la trasformación de las normas discriminatorias y la reducción de las brechas en el acceso a recursos.
Asimismo, refleja la demanda de potenciar la exigencia de responsabilidades y los mecanismos para seguir los progresos de las medidas en función del empoderamiento de la mujer.
Para la directora ejecutiva de ONU-Mujer, Phumzile Mlambo-Ngcuka, llegó la hora de mostrar compromiso con el fin de la discriminación y de siglos de nefasta herencia.
«Qué clase de mundo es éste que condena a la mitad de su población a una condición de ciudadanía de segunda clase en el mejor de los casos y a la esclavitud absoluta en el peor de ellos? ¿Cuánto costaría en realidad liberar el potencial de las féminas?», preguntó.
POCOS AVANCES DESDE BEIJING-1995
Las jornadas de la Comisión estuvieron centradas en evaluar los progresos y desafíos en materia de equidad y empoderamiento, a dos décadas de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada en Beijing, donde se adoptaron una Declaración y Plataforma de Acciones contra la discriminación.
En la capital china, 189 países aprobaron documentos considerados revolucionarios por su alcance, al abordar 12 prioridades para las féminas, como el combate a la pobreza y al desigual acceso a la educación y la salud, la violencia, los abusos sexuales, el insuficiente protagonismo político y la subrepresentación en los medios de comunicación.
Ban, Mlambo-Ngcuka y delegados de los cinco continentes reconocieron avances desde entonces, entre ellos la reducción en un 45 por ciento de la mortalidad materna y la creciente asistencia a clases de las niñas, muchas completando la educación básica e ingresando a niveles superiores.
Por otra parte, 20 años atrás, apenas cuatro de cada 10 féminas tenían empleo remunerado y asalariado, mientras hoy casi la mitad disfrutan de ese derecho.
Sin embargo, advirtieron lo mucho por hacer, en un planeta marcado por la violencia física o sexual que en momentos de su vida sufre una de cada tres mujeres, el menor salario por idéntico puesto de trabajo que los hombres y la escasa presencia en cargos públicos.
Datos de la Unión Interparlamentaria reflejan que ellas solo ocupan un 22 por ciento de los escaños en los Congresos del planeta y menos del siete por ciento de los cargos de jefe de Estado o de Gobierno.
Para Mlambo-Ngcuka se trata de un decepcionante panorama, atribuible a la falta de voluntad política.
La exvicepresidenta sudafricana precisó que al ritmo actual tomaría 81 años llegar a la paridad en el ámbito parlamentario, por mencionar un sector.
VOLUNTAD POLÍTICA, OPINAN LATINOAMERICANAS
Delegadas latinoamericanas entrevistadas por Prensa Latina durante el foro coincidieron en la urgencia de un compromiso global con la equidad de género, al ilustrar lo que puede alcanzarse cuando los gobiernos asumen el mismo.
Se trata de una cuestión de voluntad política, no bastan las palabras, debe pasarse a la acción, subrayó la secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas, Teresa Amarelle.
La dirigente de la organización no gubernamental que agrupa a cuatro millones de cubanas, precisó que la Revolución de 1959 ha sido un programa de equidad e inclusión para las féminas en la isla, el cual permitió llegar en 1995 a la capital china con muchos de los objetivos ya logrados.
De acuerdo con Amarelle, los avances siguen en la mayor de las Antillas, hasta mostrar hoy a las mujeres ocupando casi la mitad de los puestos de trabajo del sector estatal y de los escaños parlamentarios, mientras están en su poder el 52 por ciento de las plazas que requieren títulos universitarios.
En Venezuela, instituciones, leyes, programas sociales y espacios de participación para empoderarnos, forman parte del legado de Hugo Chávez, quien declaró a la Revolución Bolivariana feminista, además de socialista y antiimperialista, explicó la viceministra del país sudamericano para la Protección de las Mujeres, Yekuana Martínez.
También la primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, Rosana Alvarado, resaltó los avances en la lucha por la equidad de género derivados de la Revolución Ciudadana, proceso encabezado desde 2007 por Rafael Correa.
La asambleísta por Alianza País (movimiento gobernante) resaltó los progresos en educación, salud y toma de decisiones, como un 47 por ciento de las becas universitarias entregadas a féminas, mientras nueve de cada 10 embarazadas reciben atención en el sistema público de atención médica.
En el caso de Nicaragua, la vicecanciller y embajadora ante la ONU, María Rubiales, reconoció el aporte a la emancipación de la mujer del proyecto sandinista liderado por Daniel Ortega.
«Naciones Unidas aboga en estos tiempos por el 50-50 para 2030 (campaña dirigida a la igualdad de género), una aspiración que podemos sentirnos orgullosas de lograrla mucho antes», aseguró.
Por su parte, la diputada comunista chilena Karol Cariola aseveró que el regresó de Michelle Bachelet a la presidencia, hace un año, dio un impulso a la agenda de género en el país.
Aunque no hemos avanzado lo suficiente, fue creado el Ministerio de la Mujer, se lograron mayores incentivos para su inserción en el mundo laboral y una ley de cuotas en el sistema electoral, que mejora nuestra participación política, detalló.
Cariola también resaltó la llegada al Congreso de una iniciativa sobre la interrupción del embarazo en tres causales (inviabilidad fetal, riesgo de vida de la madre y violaciones), «algo muy importante, porque somos de las cuatro naciones en el planeta que prohíben el aborto en todos los casos».
AGENDA POST-2015, LAS OPORTUNIDADES
La directora ejecutiva de ONU-Mujer declaró a Prensa Latina que la agenda de desarrollo sostenible 2015-2030, que perfila la comunidad internacional, representa una buena oportunidad de materializar el compromiso con el empoderamiento de las féminas.
Mlambo-Ngcuka, señaló sus expectativas de que el nuevo marco de progreso humano permita avanzar hacia la igualdad de género, a partir de acciones efectivas e indicadores medibles.
Todas las metas de desarrollo sostenible deben incluir a las mujeres, subrayó la exvicepresidenta sudafricana, quien recordó la pobreza, la falta de opciones de empleo y educación, los abusos y la insuficiente participación política que afecta a ese sector poblacional, la mitad de los habitantes del planeta.
Las delegadas a la 59 Sesión de la Comisión sobre el Estatuto de la Mujer demandaron un objetivo específico sobre el tema, y la presencia de las féminas de manera transversal en el resto de las metas.
*Corresponsal jefe de Prensa Latina en Naciones Unidas

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