Primer capítulo del «Macabro fundamento»
Novela filosófica
Por Francisco Tomás González Cabañas
Malena y Juan, son hijos de una determinada sociedad, que, obligadamente jamás podrá comprender a estas ovejas blancas.
Los protagonistas tienen intereses tan alejados de lo común, tan ideales y utópicos, que no solamente se ven condicionados, como distintos o fuera de toda normalidad, sino que también, por cuestiones propias de personalidad, poseen una terrible ambición y sed de venganza.
La sociedad, la cual los vio nacer, se caracteriza por el disvalor de los valores, por el conservadurismo de conceptos que se encuentran sedimentados por simple inercia, en definitiva, por todo un conjunto de preceptos que privilegian lo material, lo exterior, lo ajeno y hasta lo engañoso, que obligan a los individuos que la componen, a manejarse de un modo lamentable, triste y ridículo que solo conducen a un nefasto sentido, sustanciado por un grandilocuente sinsentido.
Ahora bien ¿podrá la sociedad ser tan superficial, tan conformista, tan grotesca, como para inocular a individuos, que ven las cosas desde otra perspectiva. Y crear con estos un nuevo evangelio o aceptara el desafío, discutiendo, lo que Malena y Juan con suma facilidad, se encargan de ridiculizar?
Capítulo: EVA
Podría ser una historia de amor más, se dijo Malena cuando lentamente recorría con suma delicadeza el áspero rostro de un tal Jean Pierre. En el momento en el cual las palabras son torpemente ineficaces y las miradas y los gestos seductores se convierten en los dictadores de un pueblo vencido, todo se reduce a este pantomímico espectáculo de masas, que como tal peca de una gran falta de originalidad, asumiendo una figura de verdadera y cristalina columna desbordante, conformada por elementos tan simples, vacuos, pusilánimes, vulgares y hasta grotescos como los existen detrás de la facinerosa palabra amor. Pensó Malena al abandonar a su acompañante de ocasión, sin no antes prometerle un próximo encuentro, que seguramente solo se concretaría en el mundo ideal de Jean Pierre, ya que ella estaba dispuesta a desenmascarar la pulsión de vida, la flamígera y débil ilusión que paradójicamente se transforma en axioma de existencia, por la ruin condición espiritual e intelectual a lo que los seres humanos en general acostumbran a llegar, por culpa de conceptos nominalizados como: Hedonismo, conformismo, alegría, placer. Tan engañosos y bufonescos como la existencia real de estos.
Lo tengo todo, se dijo, ellos en cambio, tratan de alcanzar lo inalcanzable, lo ilusorio, lo divertido, en definitiva lo que no existe. Sentada en un bar de Montmartre, esbozando una sonrisa, la que solo podía interpretar alguien como ella, es decir si creador. Como cuando los profesionales de la compañía realizan un gesto cómplice a sus mentores.
Cruzando y cruzando sus felinas y sensuales piernas, con el objeto de causar una erección en el individuo que sentado enfrente de ella, fumaba hasta ese momento tranquilamente una pipa.
Pobre individuo, pensó, que rápido se embarcaría en una aventura, que de digno solo posee el particular atributo de dejar transcurrir el tiempo, acompañado de un soplo de efímera felicidad. Es que acaso no es capaz de poder interrogarse, qué soy a la vez tan individual como general, tan apta como para compartir mi lecho de muerte, como de no hacerlo. Se preguntó y se preguntó Malena, obteniendo como única respuesta un certero sentido de lástima, el cual alimentaba en grandes proporciones su condición de legítima hermeneuta del problema de la existencia humana.
Ni dramaturgos. Poetas, literatos pensadores, filósofos, artistas, pudieron comprender en esencia la raíz del conflicto que a estos obligadamente aquejaba, por quien hubo entregado la posibilidad de ser, el gran hacedor o la anárquica combinación de partículas elementales, se dijo la agraciada mujer, que atributos no solo poseía la condición de ser majestuosamente bella y particularmente pensantes, si no que además pertenecía a ese minúsculo grupo de seres que se relacionaban muy directamente con la verdad y que inevitablemente por esta limitación se ven obligados a enfrentarse radicalmente con la mayoría de los individuos que equívocamente discurren por lo que alguien, en un determinado idioma llamo vida.
Al escuchar una melodía contemporánea, de un intérprete moderno y exitoso, se vio obligada a actuar, a entrar al escenario, que tanto la aborrecía y que a la vez tanto la alimentaba.
Presa, como un homosexual, que encerrado en un cuerpo, desea las aptitudes del otro genero, Malena sentía que la carroña podrida que cobijaba su mente, tenia tantas limitacionews, inversamente proporcional a las salidas y posibilidades que le brindaba su centro neurálgico. Pero no podía continuar con temáticas harto incomprensibles, por más verosímiles que fueran , fue así que sensualmente se levantó de su silla y con acelerados pasos se dirigió a hacia la mesa del individuo, al cual anteriormente había librado sendos mensajes subliminales, con el fin de predisponerlo de tal manera, que su labor se vea camuflada por un conocido y ridículo concepto: atracción.
Malena, seductoramente susurro al sorprendido oído del individuo, que no solo se presentó de esta manera ante los carnosos labios de la misteriosa mujer, si no que además ofreció un aspecto más que descuidado al permitir el alojamiento de sustancias antiestéticas como perjudiciales para la salud.
Albert, llegó a contestar sorprendidamente la nueva víctima, que como digno discípulo de Stanislavsky, al ver que las circunstancias dadas se habían modificado abruptamente, cambió en forma veloz su postura y con suma caballerosidad invitó a la mujer a tomar asiento.
Qué demonios hace una supernova en una galaxia tan triste como esta- inquirió el individuo, con suma soltura.
es que, cuando los astros son percibidos con precisión, todo se comulga en una bella armonía de tierra y cielo- dijo Malena acomodándose provocativamente el escote.
- me hace sentir todo un galileo del siglo XXI.
-pero te aseguro que a diferencia del italiano, vos no vas a terminar en la hoguera- aseveró la agraciada mujer, pasando lentamente su larga lengua por la comisura de sus labios. - bueno dejémonos de pavadas y vayamos a dar una vuelta en mi nuevo convertible- sentenció un ya excitado hombre.
Malena aceptó la propuesta, ganando una vez más.
Ya dentro del automóvil, que se dirigía a un hotel cinco estrellas, la joven empezaba a disfrutar secretamente, lo que casi nadie podía comprender, la ridícula situación que la mayoría osaba considerar como la más excelsa.
-que terrible pelotudes lo de las estrellas, ¿no?, si en definitiva lo que importa es esto- abrió de esta manera el diálogo, Albert que yacía desnudo en un confortable colchón de agua,.
Fue en ese momento que Malena recordó un soberbio monólogo que había exclamado ante un pobre sujeto con el fin de menospreciarlo y de demostrarle a la vez de lo que ella era capaz.
La noche, musitó, al empezar a entregar su cuerpo al individuo mayor, que lujuriosamente comenzaba a besarla; por supuesto que la muchacha prefirió concentrar sus energías en aquel recuerdo, que le servía como para una vez más, no entregar lo más sagrado: su mente.
La noche, conjunto de palabras que conceptualizan un algo a otro. Necesidad de movimiento, de dinámica, de modificación. Inicio de conflicto, punto final de indiferencias. Hábitat de tranquilidad y paroxia.
La mañana, instante de quietud, fractal de movimiento, temporalidad óptica. ¡si es muy probable que le parezca aburrido, pero verá que es sumamente indispensable describir la génesis fáctica o directamente consecuente!, oiga caballero, sus reiteradas bocanadas de tabaco, más que sadomasoquismo son viles displicencias, para con una dama tan afecta a la pureza de lo esencial, fisiológicamente hablando, claro está, como le seguía diciendo ese tiempo común que devino en una circunstancia trascendente, prestidigitador por la suerte o determinados por las dependientes acciones de la fortuna, marcaron el inicio.
Recuerdo que totalmente imbuida en la búsqueda de una interpretación individual de lo mundanal, solo me permitia pequeñas pausas, con el objeto de no caer, en algún tipo de desbarajuste psicológico, que como usted sabrá, son muy comunes, en los individuos que explotan con demasía un solo sector de la sustancialidad humana.
En uno de esos breves, pero profundos descansos, la muerte se convirtió en realidad, fue en ese instante en que por primera vez abandone la fría humanidad, por el poder helante que ejerce el alejamiento de lo sentimentalmente aceptado.
Por supuesto, vaya que son mido con precisión cartesiana, las analogías que utilizo, no, eso si que no, avanzamos por la ruta de lo dialéctico, no me plantee un camino cercano al expresionismo, recuerde sino lo acontecido con el movimiento que lleva el mismo nombre, al que usted hace gala y hasta si me permite con una soberbia demostración de la simple capacidad muscular que muy dentro lleva un mensaje metafísico, por supuesto que admito, que como tal puede ser sumamente independiente, pero dígame entonces a quién debo mencionar, si por mas vueltas o enredos, esa particularidad es parte suya.
Si, está usted pronunciando algo correcto, además veo que ya va por la tercera cerveza y por lo tanto, ya sea transformado, en un abotargado, melancólico y necesitado prototipo paradigmático de hombre que merece escuchar los ucases más trascendentes de los últimos tiempos.
Isla, recuerdo que analizaba tal vocablo, una ráfaga de migraña me dio la señal, cambie la frecuencia perenne de mis ojos y los acentúe, al focalizar la finalidad en estos, tomaron el poder y rápidamente trasladaron toda la energía en su displicente necesidad de ver físicamente más exterior, es verdad que podría decir en su sapiencial conducta de exigirse intentaron autoevaluarse, pero creo que cabe con más precisión la definición anterior, ya que si todos funcionaramos en pos de algo, ese algo no sería tan oculto o a su defecto sería más buscado. Como nada de esto ocurre y discutirlo, solo se mediría con varias plantas de cebada con alcohol, dentro de su humanidad, que para en ese entonces, se transformaría en alguna sustancia, que si nos ponemos a analizar, desembocaríamos en prácticamente la misma medición etílica conversacional. Cómo intentaba seguir manifestándole, tomaron el poder, como supongo, por pura intuición femenina, lo hicieron los suyos con usted al inicio de la plática, ya que los detecte sumamente ensimismados con mi insinuante escote.
Un cuerpo, si, que descripción vale o pueden valer, desde todos los ángulos es básicamente un cuerpo, con ese tonito despreciativo, rápidamente recordé de qué manera asquerosa estamos librados al azar e impulsada por una necesidad de venganza, abrí la ventana, me lance al techo, salte la cerca y me acerque a mi nueva pertenencia.
Cobardía, es ese término, desde ese momento supe que todo mi esfuerzo debía volcarse a la acción o a la realización de algo sumamente trascendente, para evitar el triunfo del determinismo, por esa falta de valor o por la iconoclasta idea de no luchar en otro campo, me tiene aquí.
Si, dispuesta a plantearle batalla, y préstame mucha atención!, oiga está en condiciones de comprender el inicio de reconstrucción de la torre de babel!sexo, tiempo, lugar, nominalidad, condiciones, circunstancias, particularidad, pertenencias ex corpóreas, en definitiva me asignaron el común vuelo con cierta cantidad de gasolina y por una única designación prestidigitadora, la decisión que me involucro, forma parte de la pantomima, que significaaquella, o quizás todas las pantomimas libradasque forman una única designación prestiditadora, la cuestiom es que por muchos años no me preocupe por esta situación ¡ mi situación!. La gasolina consumiéndose y el piloto automático continua. ¡que barbaridad un nuevo artilugio del pérfido engranaje!.
La primer medida fue quitar ese extraño de la extrañeza, no resultó tan difícil como sugiere la metáfora, pero contiene un interesante valor, ya que una cierta cantidad de naves, aterrizan gracias al mentado sistema, yo diría que son mayoría, imagínese que peligroso resulta a veces el dictamen de los demás, es decir que preocupante, ya que si me quedo con la primera expresión podría pecar de anacrónica ¿ o no?.
Retrospección, viajando en un objeto pequeño, guiado por direcciones desconocidas, durante un largo tiempo.
Al principio, desarrollé un interesante estudio de campo, es decir conocimiento, análisis y conclusión. Acepté la realidad como estaba dispuesta, me embarqué sustancialmente en el viaje y decidí con esto ser parte del juego.
Rápidamente me di cuenta que cualquier estudio pertinente acerca del aparato, del porqué del vuelo, su destino y bajo qué empresa conseguía apoyo estructural, eran nada más que débiles estocadas sin fuerzas como para poder desligarse del génesis del conflicto.
Esta conclusión me permitió continuar con mi mapa de la situación. Fue así que empecé a medir cuánto daño podía realizar con las débiles estocadas.
Estudie milimétricamente los distintos desarrollos, por supuesto que observe que las distintas llegadas, siempre concatenan en un árido final relacionado precisamente con la idea a revelarse, pese a todo, encontré un atisbo de solución.
El mayor daño precisamente nacía del estudio pero desembocaba en un fin a realizar, es decir utilizado como medio de lucha.¡ pero hombre, cómo no voy a contemplar la posibilidad de saltar de ese enigmático avión, por supuesto, pero si lo hacia, solo iba a ser parte de la estadística, del noúmeno acechador, en lo no conceptualizado realmente! Además me interesaba la idea de elevar ese avión a un punto, que sea considerado una molestia o por lo menos una máquina programada, pero con un rumbo bastante particular. Sumado esto al hecho, que en el momento uno cree estar cambiando el rumbo. Sí reconozco que es una terrible entrega, pero como no poseo un mínimo asidero de realidad e el advenimiento natural de lo inmensurable, por lo menos debo reconocer tal incapacidad; ergo la posibilidad de todo el objetivo era precisamente la lucha contra el programa, no dentro de él, si no fuera.
La razón, es el más allá, el momento de saber el porqué, de esta manera las cartas se muestran con la habilidad digna de un mago, ya que se puede discutir si no el programa mismo, sin interesar el porqué del curso este.
La idea surge del supuesto objetivo final, la felicidad o el sobrellevar la existencia, la lucha por la imposición misma de la razón, acerca de la finalidad, que produce en definitiva felicidad.
Pero aquí radica una de las tantas trampas. En ese más allá obligatorio, puede ser probable que el tan maltratado concepto que lo sitúe como el objetivo final, se encuentre encubierto de una manera que solo allí en ese sitio, nos demos cuenta de su presencia o puede ocurrir que no lo queramos percibir o que simplemente nos parezca penosamente insopesable la misma posibilidad. Seguramente los estratos dictatoriales alegaran un supuesto axioma de comunidad o un paradigma de instantes oportunos.
Oiga no se sorprenda, no crea que voy a expresar un sistema de como vencer al que todo y en todo acecha, es solo mi fórmula particular de encabezar una cruzada para trata de de manejar mi manera lo que me impusieron.
Estoy hablando de desafiar un postulado objetivo de enriquecer nuestras almas con las energías que él considera positivas, por supuesto que su grandeza todo lo abarca, pero precisamente esto lo convierte en un dictador sumamente contradictorio.
Cuando Malena hubo terminado de recordar, el grato acontecimiento que la mostró diciendo su verdad y a la vez observando la incomprensión que esta acción significaba para con otro, noto que Albert desbordante de placer, la penetraba con sumo instinto animal, fue en ese momento tan mágico y deslumbrante que exclamó.
_ Qué terrible es darse cuenta que las apariencias engañan, ¡Que mal que lo haces! – el desencajado rostro del hombre, permitió a Malena tomar rápidamente sus cosas y huir sin más explicación que aquella frase que con tan poco tacto había desperdigado. Una vez fuera del suntuoso palacete se convenció que día a día las presas se mostraban más que vulnerables; hasta en el terreno en donde estas se muestran fuertes, la mujer, conseguía victorias.
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