Ya no es como antes

Nuestro país está lleno de tradiciones y costumbres que nos hacen únicos distinguiéndonos sobre el resto de las nacionalidades. Muchos de éstos ya están muy identificados a nivel internacional como los mariachis ya todo mundo sabes que nos pertenecen, el tequila, los jalapeños, entre muchos otros más que ya son iconos de los mexicanos.

Lo mismo sucede con las fiestas celebradas en nuestro país como la tradicional Semana Santa,La Virgen de Guadalupe, aquellas de los santos patronos de las diferentes iglesias de la república mexicana. Pero no solamente existen religiosas también otras de las que han llamado mucho la atención a nivel mundial es como la del Día de los Muertos, entre otras más.

Por tradición, la feria ha sido la fiesta más popular de cualquier pueblo. Desde hace ya generaciones en casi, por no decir todas las ciudades más importantes de México, una vez al año se realizan.

            Primero fueron simples mercados en donde la gente del campo llevaba sus verduras y legumbres, sus frutas, gallinas, cabritos y otros animales y los exponía para que los visitantes escogieran y compraran.

            Se instalaba uno que otro puesto de comida y ahí, los concurrentes disfrutaban de sabrosos platillos regionales. Las conocidas enchiladas, las “garnachas” ahora conocidas pomposamente como sopes, los huaraches, las flautitas de papas con chorizo y otros innumerables antojitos mexicanos. La bebida, el siempre tradicional champurrado, atole, aguas frescas y uno que otro tinaco de barro con tepache, aguamiel y pulque.

            En sus orillas, el carrusel de caballitos, las sillas voladoras, el trenecito y otros aparatos mecánicos más, divertían a los chiquitines. Eran indudablemente fiestas pueblerinas y familiares. Los algodones de dulce y las rojas manzanas enmieladas, eran parte de la diversión y del deleite de los niños y jovencitos de ambos sexos.

            Tiempos de nostalgias para quienes vivieron el concepto de una feria que cumplía su propósito para la gente. Esto no implica que los viejos tiempos fueron mejores, porque todos los tiempos son buenos y mejores, nada más es cuestión de gusto y de autoridades, porque ahora las ferias, al menos las de Coahuila, son vicio, sexo y robo. El recato, la decencia y la buena diversión familiar quedaron en el pasado.

            Ese es un hecho y si no, analicemos una por una de nuestras ferias en las próximas fechas pero por hoy la primera que se instala es ésta capital de Coahuila, su sello y lo más significativo es la embriaguez etílica, las ilegales apuestas y la prostitución, siendo ésta el mismo molde para el resto de los 37 municipios en donde se aproximan sus fechas de inauguración.

Sin ser adivino  la gente ya sabe lo que se espera de las ferias de Coahuila porque para los directivos de los patronatos concesionarios de las ferias lo importante es que ingrese más dinero para hacer “obras nobles”, aunque esas monedas procedan del vicio, la prostitución y de lo peor.

Las ferias, para sus organizadores y directivos están a disposición del mejor postor. De quien paga más porque se le deje y permita impunemente inundar de vicio las ferias. Por eso la cervecería Cuauhtémoc Moctezuma no tiene empacho en ahogar a la juventud en alcohol. Por eso pagan y por eso sueltan mucho dinero para las obras “nobles” que promueven los Club Rotarios y Club León entre otros organismos a quienes nuestras autoridades les dan una concesión y patente de corso para comercializar las ferias anteponiendo la sana diversión por el vicio sin importar que nuestro pueblo se envicie a salud dela Tecate, Carta Blanca, Sol, Indio, Dos Equis, y sus diferentes presentaciones de embriagues para el pueblo.

Resulta irónico que la  cervecería Cuauhtémoc Moctezuma usen nombres de nuestros ancestros para enviciar a nuestra juventud por unos míseros pesos que pagan impunidad a través de las ferias que instalan en los 38 municipios de Coahuila.

Las licencias de impunidad que adquieren las ferias para hacer lo que quieran sin que les cierren los establecimientos más que una simple multa ante irregularidades  ya después ahogado el niño en donde las medidas de Protección Civil se lo pasan por el arco del triunfo porque también para ellos salpica las mieles de la corrupción.

El concepto de la derrama económica en las  ferias de Coahuila cambió por el derrame del vicio ahogando a la juventud de alcohol y obviamente acompañado de sus otros vicios como la prostitución y drogadicción, haciendo a un lado lo cultural, las artesanías, la exposición ganadera e industria local. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

Deja un comentario