Guillermo Robles

Y lo aprobaron a lo buey

Por Guillermo Robles Ramírez

Ya es un hecho la aprobación por parte del Pleno del Senado de la República la aprobación del consumo y comercialización de la mariguana para fines lúcidos y medicinales.

Aunque en lo personal nunca he estado de acuerdo con esta legislación para nuestro país, porque México no está preparado para ello. Nuestras autoridades y más aquellas quienes hacen las leyes seguirán en pañales en muchos aspectos, en donde existen leyes a medias porque la mayoría carece de una asignación de presupuesto, así como la logística para poderla llevar a cabo, quedando a medias las leyes mexicanas y a libre interpretación o vacíos legales porque lo que no se prohíbe está permitido.

El pensamiento de muchos senadores al considerar que, mediante la legalización de la marihuana, acabará con el narcotráfico porque aseguran que fue este el principal factor, es decir, la prohibición y penalización de esta planta, el que llevó a la guerra del narcotráfico en nuestro país, es en verdad pensar demasiado mediocre e irresponsable para un puesto público.

Hay que entenderse que la planta cannabis sativa, nunca fue satanizada como se piensa, sino fue el abuso y como todo exceso es malo, así como la ingesta de alcohol y cigarro. Pero a diferencia de los otros el efecto exagerado del consumo de la marihuana es el síntoma magnificado de ansiedad, depresión, pánico, la abstinencia de alimento, psicosis entre otros más. Algo que actualmente bajo las condiciones del mismo resguardo de la pandemia no es muy conveniente.

Ahora bien, ninguno de estos vicios, es decir, viéndolo desde el punto de vista con fines lúdicos, nunca van solos. Siempre van acompañados de alcohol u otro tipo de sustancia no licita. Se imaginan alguien con estos síntomas saliendo de algún centro nocturno también conocido como antros; o de algún salón de fiesta de bodas, que para efectos prácticos resulta lo mismo, en ambas partes se ingiere alcohol. Por ende, habrá también un incremento de accidentes automovilísticos por la mezcla de alucinógenos con bebidas alcohólicas.

Lo que sí es una realidad es que esto representa aún más un peligro ya que al estar bajo los efectos de la marihuana, en combinación con otro tipo de droga, alcohol o ambas.

Tan solo el consumo de la marihuana algunos de sus efectos relacionados al mismo es la falta de concentración, sensación eufórica, desinhibición, disminución de la coordinación y hasta puede provocar alucinaciones. Y eso es un hecho.

No estoy en contra del uso de la marihuana con fines médicos ya que actualmente existen medicamentos que contienen cocaína y que ha tenido muy buenos efectos.

Sin embargo, si es para el uso con fines lúcidos y/o diversión por el simple hecho de ser un derecho ciudadano, también no se puede negar que existe el derecho de preservar la seguridad y la paz entre la población.

Hace dos años la Comisión Global de Política de Drogas, consideró en su informe que la legalización de las drogas, es la mejor vía para evitar que algunas entidades federativas lleguen a convertirse en narcoestados.

Estiman que los grupos del crimen organizado de otras naciones han tenido una ganancia aproximadamente más de 320 mil millones de dólares anuales, otro motivo más para quitarles el negocio es regularizando la producción y distribución de las drogas.

Lo anterior puede ser muy cierto, sin embargo, actualmente en aquellos países y sobre todo europeos en donde la legalización del cannabis sativa ha sido legal ya por algunos años; no se ha podido comprobar que baje el índice del crimen organizado quien controla el mercado mundial represente un golpe al negocio ilícito a tal grado de la disolución del mercado negro. Y eso que en otros países se combate a los criminales de manera enérgica y no con abrazos y besos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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