Veneno Puro
*¿Por qué no se Van?
*Los “Avales” a peña
*La Impunidad Verbal
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No entiendo, si vivimos en una democracia, por qué siguen despachando, dentro del gabinete, Emilio Chuayffet Chemor, secretario de Educación, Salvador Cienfuegos Zepeda, de la Defensa y, sobre todo el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, el racista Lorenzo Córdova Vianello. Ninguno de ellos tiene justificación por las mentiras y pretextos con las que han pretendido manipular a la opinión pública ni, mucho menos, por sus actuaciones impregnadas de falacias y con severas consecuencias contra la sociedad mexicana; cuenta sólo, al parecer, con el “respaldo” de un mandatario que no gobierna, enrique peña nieto, asesorado por un individuo que desconoce la geopolítica del país, Aurelio Niño Mayer, y por un secretario de Hacienda que nos une, luis videgaray caso.
Chuayyfet, mexiquense, inventor de César Camacho Quiroz a quien muchos recuerdan durante la función del primero como gobernador con el jocoso pseudónimo de “la cesarina” y ahora todavía encabeza al Comité Ejecutivo Nacional del desangrado PRI –lo está aunque algunos tuertos no lo perciban-, fue el primero, por cierto, en hacerse caro del invento salinista, el IFE, antecesor del INE al que sólo se cambió una sigla para sugerir un cambio que no se observa en ninguna otra parte, para luego saltar al gobierno de su entidad y más adelante a la Secretaría de Gobernación bajo el mandato del execrable ernesto zedillo, el gran simulador. Las fuentes en las que abrevó explican sus orígenes políticos y su proyección al presente.
A Chuayffet, por desgracia, lo conocí desde la preparatoria. Nunca le observé como lumbrera sino como un convenenciero acomodaticio, preocupado por cuidar la “línea” de acuerdo a sus tendencias –propósito que, a la vista de todos, jamás logró-, y me sorprendió, la verdad, que subiera escalones con tanta rapidez; hasta que descubrí los hilos conductores de la célebre “cofradía de la mano caída” cuyos reclutas sabían la manera de penetrar los círculos íntimos del poder desde el sexenio del difunto miguel de la madrid cuya herencia más deleznable, pero en funciones aún, es emilito gamboa patrón, el cliente del pederasta de Cancún Jean Succar Kuri y protector de los negocios de Kamel Nacif Borgue, con vínculos en Quintana Roo y Puebla en donde es visto como el “rey de la mezclilla”.
No pocos de los relumbrantes funcionarios de hoy siguieron el mismo camino, deplorable porque con ellos se creó acaso la mayor mafia de intocables en la historia del país; por eso, sin duda, perviven hasta ahora en su iniciada vejez como si los años no hubieran pasado por ellos y con controles específicos que los hacen sostenerse e incluso comenzar a alimentar ideas desquiciantes como la de pretender competir por la Presidencia de la República, ahora o en el 2018.
Los deslices de Chuayffet son imperdonables. No se puede mentir tan reiteradamente ni fingir lo que no se es. El conflicto de los maestros ya no es gira sobre la evaluación de los mismos –en lo personal no entiendo la férrea oposición que tiende, en apariencia, a buscar una educación con mentores plenamente calificados-, sino es reacción a la constante del engaño oficial que, desde luego, hace pensar a cualquiera que no se cumplirá acuerdo alguno mientras los “pinochos” de Chuayffet estén tratando de interpretar los deseos de un personaje cuyo cerebro no está bien irrigado por efectos de su enfermedad, el señor peña.
A peña nieto le ha dado, por el momento, por correr hacia los templetes. Sus pocos panegíricos estiman que lo hacen para demostrar su buena salud, claro debidamente tratado con medicamentos de alto riesgo –recuérdese el caso de Kennedy que afloró después de su muerte-, para poder sostenerse y simular. Para otros, sencillamente aumenta la velocidad cuando cruza delante de quienes acuden a verlo –no a escucharlo porque no hay capaces de entenderlo-, por temor a que de entre ellos salga una mano armada como la de Aburto en Lomas Taurinas, obviamente dirigida por la alta política impenetrable hasta hoy, o de plano se encuentre como blanco vulnerable de alguno de sus malquerientes. Corre, sí, para resguardarse, cubrirse… o huir de plano.
Mientras tanto, Salvador Cienfuegos, con su uniforme impecable, se ocupa de resguardar –dice- el orden bajo la fuera intrínseca de una impunidad total, libre de obstáculos y sin preocuparse por los escándalos internacionales que ocasionan sus soldadescas en distintas zonas de conflicto. Es una dictadura simulada, militar, bajo el pretexto de que sólo así es factible garantizar la seguridad de la sociedad mexicana elevando el nivel de la violencia a un ritmo escalofriante de matanzas –las que conocemos y muchas más que nos ocultan y van saliendo, poco a poco-.
La lista es ya larga: Tlatlaya, Iguala –en donde los padres de las víctimas pretendieron asaltar los cuarteles mientras se confirmaban las actuaciones del 27avo Batallón de Infantería asentado allí-, Apatzingán y, más cerca, Tanhuato, siempre pintando de delincuentes a los civiles acribillados cuando las evidencias, a la vista, arrojan otras versiones. ¿Alguno de los sicarios, incluso los menos expertos, se habría atrevido a llevar a un convoy de federales gasta su guarida en donde no estaban preparados para recibirlos? Sencillamente ridículo y es esto lo que se pretende que creamos, por los cuentos oficiales, respecto a la masacre de Ecuandureo, Michoacán.
Cienfuegos está convencido de que sólo matando supuestas “células delincuentes” puede protegerse el tráfico de drogas hacia los Estados Unidos siguiendo los mapas cedidos por las agencias de “inteligencia” estadounidense que son las responsables de mantener el equilibrio del mercado de estupefacientes. Hablamos de la CIA, la DEA, la NSA, sobre todo, cuyos agentes no persiguen a los cargamentos repletos una vez que cruzan las aduanas debidamente compensadas para que formen parte del gran engaño.
Los resultados los conocemos todos: los muertos siguen siendo la cortina de humo mientras las “exportaciones” de drogas no bajan en un solo gramo. ¡Bravo, general Cienfuegos, qué buenas cuentas nos da! Sangre en sus manos y drogas en las de sus colegas norteamericanos. Total: que los mexicanos crean cuanto les venga en gana. Usted está en la cúspide mientras peña duerma el sueño de una presidencia rota.
No vamos a olvidar, señor Lorenzo Córdova Vianello. No más amnesia colectiva ni tolerancia. Usted, presidente consejero del ya desacreditado INE, ofendió a los mexicanos, siguió la línea de la desigualdad social y sirvió como deleznable escudero del PRI el domingo 7 de junio, hace apenas tres semanas. Podríamos ponerlo a la par con el “pato” Donald Trump, el magnate que trabaja para Carlos Slim y tuvo el sueño guajiro de convertirse el jefe de la Casa Blanca, quien nos llamó “violadores, criminales” y otras lindezas por haber fracasado con sus inversiones en Tijuana, Baja California. Dijo haber sido asaltado porque no pudo, como en otras ocasiones, imponer sus condiciones y duplicar o triplicar sus negocios a costa de los ingenuos mexicanos.
A la par con él, el señor Córdova ofendió a las etnias, las comparó con “Toro” el del Llanero Solitario –un cómic casi tan perfecto como a su parecer es él mismo-, trabajó como adalid del estado de cosas y permitió que el proceso lo rebasara hasta llegar a un episodio similar a la de la vergonzosa “caída del sistema” en 1988 bajo el dominio del farsante manuel bartlett, una de las figuras del pasado más grotescas e infamantes y quien sigue figurando bajo los pantalones de Andrés Manuel. Nadie escapa del círculo de la perversidad.
Una vez más, nuestra democracia ancló en los arrecifes de la simulación. De nueva cuenta, fuimos engañados. Y apenas tres semanas después todo parece diluirse mientras el mayor de los farsantes, enrique, asume que se votó por exaltar su proyecto de gobierno y a favor de las decisiones de su gobierno cuando es notorio y público el rechazo a sus reformas, dentro de todos los sectores desde el más alto al más humilde, y su ausencia de autoridad moral.
Mirador
El señor peña nieto insiste en que, en las urnas y el pasado domingo 7, los electores avalaron sus programas y reformas en una jornada “democrática y en paz”. Seguramente viendo el fútbol por televisión en el cuarto de juegos de Los Pinos, convertido por calderón en un búnker, no se perciben los gritos de dolor ni las voces en rebeldía de la mayor parte de los mexicanos. ¿No está enterado, acaso, que el ochenta y cinco por ciento de los mexicanos, de acuerdo a reciente sondeo de opinión, lo rechaza?
Tampoco se atreve a hacer números porque éstos lo descubren. El PRI sólo pudo conquistar el 29 por ciento de los sufragios emitidos –algo así como 11 millones de votos, ocho millones menos que los acreditados a su candidatura en 2012-, lo que si tomamos en cuenta el abstencionismo supuestamente del 52 por ciento –en realidad fue del 65 por ciento si nos vamos al Padrón de 88 millones de electores que el INE confirmó antes de los comicios para después basarse en una lista de sólo 77 millones-, significaría que únicamente sufragaron por el PRI, ¡el quince por ciento de los empadronados! No puede hablarse de mayoría ni de democracia en estos términos cuando el factor dominante son las magras cuentas para asignar plurinominales y conceder curules rastreras al deplorable Verde y al PANAL, los aliados de la inmundicia.
Pero, ¿acaso sin sus aliados le hubiera ido mejor al PRI? No, porque entonces, de ganar solo, habría dividido igualmente en solitario el número de sus curules, ya sin las adyacentes. Por eso necesitaba otras siglas aunque, de hecho, no se votara por ellas. ¿Es éste el respaldo con el que contaba el tuerto señor peña? Ningún respeto, ninguno, merece quien pretende verle la cara a millones de mexicanos, cuantos aún creen en un sistema electoral francamente viciado, y del que se beneficia el partido en el poder.
Recuérdese que el PRI, de manera sorpresiva, ganó cuatro gubernaturas de nueve –la de Colima quedó en el aire-, valiéndose de triquiñuelas superiores en Sonora, San Luis, Michoacán y Guerrero. Sólo en Campeche no hubo disonancias fuertes. ¿Y a esto le llama el señor peña su aval? Si es así, debe irse corriendo por donde entró a Los Pinos.
Por las Alcobas
No pocas veces hemos sostenido que las palabras pueden resultar más eficaces que las armas de alto calibre para devastar a los predadores de la vida nacional o engañar a las sociedades. Lo dicho por Trump, o por Córdova Vianello, entre otras cosas, pueden haber servido de inspiración para la tragedia en Charleston –en donde un enajenado de veintiún años mató a nueve miembros de la comunidad metodista negra-, horas después del xenófobo discurso del “pato” Donald Trump, o para la de Monterrey en donde una cervecería fue el marco para asesinar a diez personas en el municipio que gobernó Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, quien será el próximo gobernador de Nuevo León. La advertencia fue muy clara sin que el INE se atreva a pronunciarse medido, como está, por los “intereses superiores”.
Debe sentirse muy orgullo peña nieto.
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E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
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MÉXICO YA NO ES LA DONCELLA DÓCIL A LA QUE FÁCILMENTE PUEDE ENGAÑARSE. PERO NO LO ENTIENDEN LOS QUE FORMAN LA CLASE POLÍTICA, COMENZANDO CON EL SEÑOR peña nieto. Y ESTE DESCONOCIMIENTO PUEDE DESEMBOCAR EN UNA TRAGEDIA SIN PRECEDENTES. POR ESO CLAMAMOS POR LA SALIDA INMEDIATA DE QUIENES HAN PUESTO CONTRA LA PARED A LOS MEXICANOS.
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