Una muy buena idea
Por Guillermo Robles Ramírez
En muchos países europeos se alardea de lo que se produce en sus tierras. Y, vaya que hacen bien porque eso, además de que los distingue, les da un sello propio de identidad y ubicación.
Lo mismo puede apreciarse en esos lugares, pequeñas y medianas ciudades donde se jactan de ser buenos para producir los mejores y únicos quesos, vinos, etc. Cuando se adentra uno en esos lugares, se encuentran rótulos con leyendas de museo del vino, museo del queso, museo de aquello u otro.
En nuestro querido México no ocurre así. Tal parece que, por el contrario, no queremos decir ni tampoco que nos identifiquen que somos buenos para hacer ciertos productos.
En Coahuila, de manera muy especial Saltillo y Ramos Arizpe, constantemente presumimos que allí se fabrican vehículos automotores, pero no hay nada oficial que nos identifique como lo que repetidamente decimos que somos el Detroit de México, comparándonos con esa industrial ciudad que se caracteriza por tener decenas de años como la capital productora de vehículos.
Lo anterior lo menciono porque en los próximos días vendrá mi yerno a visitar por primera vez a México, y me hizo una sencilla pregunta, “¿qué distingue a la ciudad en donde radico, es decir, Saltillo y refiriéndose industrialmente?”.
Me quedé pensando que al menos la Región Sureste con cabecera Saltillo, no tenemos de una manera formal y oficialmente nuestro propio sello e identidad como el Detroit de México o la capital mexicana automotriz, porque si bien es cierto que miles de saltillenses lo saben, es en la capital de Coahuila en donde se produce el mayor número de vehículos automotores de todo el país, saliendo precisamente de la sarapera ciudad, miles y miles de automóviles, camionetas y camiones que andan rodando por las carreteras de Estados Unidos, Canadá, Europa y otros continentes.
Una respuesta a la que por sentido común y lógica también reparé, ya que no podemos tener un sello que distinguiera a Saltillo como una ciudad armadora de unidades motrices, por la falta de un museo automotriz, donde se exhibirá lo mismo antiguo y modernos carros, que motores de diversos tipos para que los niños, jóvenes y viejos podamos conocer el interior de una de esas máquinas. Y a eso me refiero con el punto de sentirnos orgullosos de ser productor en algo tan digno como para presumirlo por medio de un museo.
Si no mal recuerdo solamente un exgobernador coahuilense, tuvo la inquietud de crear ese proyecto de museo automotriz, y su concepto era meramente un museo estático y simplemente visual, con todo el objetivo de que fuera un museo activo, en el que la comunidad, en particular las nuevas generaciones pudieran participar.
Un proyecto que terminó al mismo tiempo que concluyó la Administración del exgobernador Enrique Martínez y Martínez, en donde solo le faltaba afinar detalles como era el definir en donde se haría el museo automotriz. La falta de tiempo pudo haber sido o la lógica es lo que me dice, sin embargo, nunca dejó de ser una muy buena idea. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México). www.intersip.org
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