Un barco con mil capitanes en medio de la tormenta

Por Claudio Adrián Montaño Mier

“A mi juicio, el mejor gobierno es el que deja a la gente más tiempo en paz.”

Walt Whitman

La mañana del miércoles 8 de julio, muchos maestros acudimos a una convocatoria que se nos hizo llegar a través de la estructura para tener un encuentro con el Secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán. La palabra encuentro me llenó de entusiasmo pues, al requerirse un registro previo, supuse que habría posibilidad de interactuar y hacerle llegar algunas observaciones. Nada mas alejado de la realidad, la webinar en la plataforma Youtube tenía los comentarios bloqueados, no se dio opción para enviar dudas o comentarios y pese a mi esperanza inicial, todo fue igual que siempre.

La información que nos ofreció es la misma que tenemos desde que inició la pandemia, que si el comité de salud escolar, la sana distancia, las  estrategias para el regreso a la nueva normalidad, presumió el programa federal LA ESCUELA ES NUESTRA y concluyó confirmando lo que ya sabíamos: NO HAY FECHA PARA EL REGRESO A CLASES PRESENCIALES.

No hay calendario escolar, no hay información sobre las modificaciones a la curricula, no hay apoyo de la federación para adecuar las escuelas a la nueva realidad (le aventó la bolita a las entidades federativas). Lo increíble es que a doce días de retomar el trabajo de planeación del siguiente ciclo escolar, no tengamos información  que nos permita atender a los jóvenes que el próximo año estarán en nuestras escuelas.

El pequeño problema que hay en las Secretarias de Educación y Salud es ese espíritu centralista que no se veía desde 1836 que nuestro país tuvo un gobierno centralista, y hasta 1846 cuando el entonces presidente interino José Mariano Salas reinstalo el federalismo al decretar la vigencia de la constitución de 1824. En esta forma de gobierno, las disposiciones se emitían desde un gobierno central y los gobernadores, que hacían más la función de administradores regionales, acataban las disposiciones que se les hacía llegar.

El gobierno federal ha pasado por alto las necesidades y características de cada entidad, como diría mi esposa “¡el contexto, analiza el contexto!” Y el trato a la pandemia se trato al inicio cómo si todos los mexicanos viviéramos la pandemia de la misma forma. En el mismo tenor, la forma en cómo se vive la pandemia en las escuelas es muy diferente en todas las entidades, en todos los municipios y es incluso diferente en dos escuelas que están separadas por un camellón.

Hay una gran necesidad de generar simpatía que incluso se aventuran a declarar que no habrá cobro de inscripción y efectivamente, no hay cobro de inscripción, en cambio, si hay la aportación económica que los padres de familia dan para el sostenimiento de la escuela, el pago de insumos de higiene y aseo, agua, energía eléctrica, internet, teléfono, papelería, mantenimiento, entre otros que muchos desconocen que se tienen que pagar.

Una de las características del federalismo es la descentralización, en esta lógica, el órgano de gobierno más alto indica líneas y normas generales, que se deben seguir pero se pueden adecuar o regionalizar conforme desciende en jerarquía a otros ordenes de gobierno. Entre más especificas sean las indicaciones más complicado es adaptarlas e instaurarlas. Solo quién va a ejecutar las indicaciones conoce las condiciones y recursos con que cuenta.

Resalta en este punto el papel del director de escuela, que se encuentra siempre entre diversas vertientes: las indicaciones superiores, los reclamos de los profesores, las exigencias de los padres de familia y, en algunos casos, el sentido común, que en estos días el menos común de todos los sentidos. Se reclama la claridad en un proyecto educativo, que no debería verse afectado por la pandemia, adaptado tal vez, pero sí nos vemos imposibilitados de llevar a buen puerto nuestro barco, tal vez es que no tenemos muy clara la idea de dónde quiero anclar.

“En medio del caos, también existe la oportunidad.”Sun Tzu

Deja un comentario

1 thought on “Un barco con mil capitanes en medio de la tormenta”