Bajo una falsa promesa no solo a la ciudadanía sino también a sus mismos trabajadores, los concesionarios del transporte público continúan con sus irregularidades para poder otorgarles prestaciones mínimas marcadas por la ley como son el Seguro Social al que todo trabajador tiene derecho.

Las mismas autoridades detectan irregularidades, sin embargo, tan culpables son como los mismos concesionarios porque ni siquiera les aplican una multa como a cualquier comercio o empresa que tiene empleados. Simplemente la ley no se aplica para todos por igual en donde les resulta más fácil castigar y recaudar a los ya cautivos.

Son buenos para exigir aumentos a las tarifas y al igual muy organizados para hacer sus paros no solamente para una localidad sino también de dos o tres cabeceras municipales para poder ejercer presión a las autoridades municipales ante la amenaza de dejar sin transporte público a la ciudadanía.

Los concesionarios además de llenarse los bolsillos también tienen para repartir a aquellos funcionarios públicos que fungen en turno como Directores de Transporte Municipal, para que se haga ojo de hormiga por todas sus irregularidades, camiones en mal estado, una gran parte de ellos transitan si la documentación como son las placas “dobleteando” así las concesiones piratas pero la mejor parte es que tienen un infiltrado que velará por siempre dentro del cabildo para la toma de decisiones.

En la capital de Coahuila en un intento de mejorar éste servicio en un proyecto que por cuestión de tiempo porque ya estaba a punto de terminar la administración anterior, solamente se logró modernizar su cobro por medio de una tarjeta electrónica y unos cuantos camiones nuevos con sistema moderno hidráulico en donde al momento de hacer su parada baja unos cuantos centímetros para que la personas de la tercera edad principalmente no batallen al momento de subir al primer escalón.

Con la falsa promesa de la renovación del contrato para los concesionarios a cambio de eliminar las unidades viejas y sustituirlas por modelos recientes además de la compra de otras unidades más con ese sistema hidráulico quedó en el aire al momento del cambio de administración municipal.

Tanto la iniciativa privada, así como muchos sectores de la población consideran que elevar la tarifa del transporte público causaría un daño económico más ante el incremento del costo de la vida y con los mismos sueldos congelados de más de dos o tres años puesto que el sector comercio y empresarial no han podido levantarse o despegar ante los golpes de las malas decisiones del gobierno federal en donde cada vez el aumento de impuesto impide un crecimiento y la expansión del mismo.

Además de no haber cumplido con el mejoramiento de los camiones en donde la autoridad alguna vez buscará la seguridad de los saltillenses puesto que muchos de ellos se quedaban sin frenos causando accidentes fatales en donde hasta la pérdida de vida de ciudadanos se vieron involucrados además de los aparatosos daños materiales.

No existe seguridad alguna para los saltillenses y lo más grave de todo además de incumplimiento de prestaciones de la ley a los choferes, unidades en mal estado, es que ahora éste medio de transporte público se ha convertido en centros móviles para traficar droga.

Nada más por mencionar la ruta conocida como la 1B que es uno de los que tienen mayor transporte de estudiantes menores de edad que cursan la secundaría a plena luz de día a la salida del turno matutino y frente a los alumnos que ya se dirigen a su casa, se hacen operaciones de la compra al menudeo de droga como la mariguana que es exhibida dentro de los camiones cuando éstos se encuentran en movimiento y sin ocultamiento se intercambian la droga así como su pago para que en las dos o tres próximas paradas se baja el traficante de menudeo asegurándose de que ésta manera de operar es segura para no ser atrapado de manera infraganti por las autoridades de seguridad pública.

Además de que los camiones de transporte público gozan de ese privilegio de no ser detenidos por los operativos de actualización de documentos y placas o para ser honestos no existen dichos operativos en el centro de la ciudad, entre otros más que tienen.

Todo indica que los concesionarios y sus choferes han sabido aprovechar también éste punto vulnerable de la falta de vigilancia exponiendo aún más a la ciudadanía al mezclarse entre la población dentro de las unidades del transporte público. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org