Todo un ejemplo

Por Guillermo Robles Ramírez
Coahuila tiene infinidad de fundaciones de empresas e instituciones privadas, dizque con espíritu social, pero la mayoría no cumple cabalmente como tales y generalmente saludan con sombrero ajeno, es decir, con las donaciones que les entregan los gobiernos de los diferentes niveles, igual con las colectas que realizan en los cruceros.

Pero tampoco se puede dejar a un lado los famosos redondeos cada vez que se compra un artículo y “casualmente”, el cambio siempre suele ser una cantidad de centavos que no existen en las monedas de nuestro país. Como suelen ser centésimos impares como cero con tres centésimos de centavos, suelen utilizar el redondeo a cinco centavos, aunque las monedas de 5 centavos, 10 centavos, 20 centavos, y 50 centavos, aún siguen siendo monedas vigentes, pero cada vez menos usuales en circulación terminan haciendo el redondeo hasta a un peso.

Sin embargo, dentro de esta campaña del redondeo, a la falta de “dizque cambio”, sigue siempre la pregunta de la persona en la caja: ¿Le gustaría donar 5 pesos mexicanos a la campaña de …porque no tengo cambio?

Pero también existen campañas más directas o agresivas de empresas que aprovechan el pago de un servicio para sumar al cliente con la participación de alguna fundación, para alguna buena causa.

Las fundaciones al menos de acuerdo con el concepto de muchos ciudadanos deben representar a un conjunto de personas, instituciones o empresas particulares de cualquier tipo que, de sus propios recursos, preferentemente, lleven a cabo acciones en ayuda y protección de sectores necesitados o desamparados.

Hay fundaciones, al menos así se hacen llamar, que realizan colectas radiofónicas, televisivas, tocando la puerta en las casas de diversos sectores y las hay aquellas que hacen convenios con supermercados para realizar redondeos, beneficiándose esos comercios con el recibo deducible de impuestos que reciben cuando entregan lo recaudado como si lo hubieran dado de su peculio o a cargo de sus ganancias. Y, como dijera el ranchero: pa’ dar de lo mío, pos´ mejor lo doy yo mismo.

Si para muchas de las cosas, imitamos a los norteamericanos, por qué no hacerlo aquí en México, ya que las organizaciones del vecino país, en la mayoría de los casos, no pasan la charola en la vía pública ni entre las instituciones gubernamentales, haciendo su labor con recursos de sus propios miembros o integrantes de esa o esas fundaciones.

Esto viene a colación por lo significativo que resulta en estos tiempos de crisis el que haya fundaciones que realmente dan de lo suyo y no pidiéndole al vecino de enfrente o el de su alrededor, en pocas palabras no directamente del consumidor con redondeo o preguntándole si es gustoso de añadirle dentro de su compra un “donativo”.

Por esa razón, es todo un ejemplo lo que está haciendo la “Fundación Lala”, al repartir varios miles de litros de leche entre familias vulnerables coahuilenses cada vez que se requiere en tiempos de crisis, como lo fue el año pasado en octubre al repartir 50 mil litros de leche a familias damnificadas por el Huracán John en Guerrero y Oaxaca.

Pero este tipo de actos de beneficencia sin lucro, no han sido de manera aislada o porque simplemente hubo alguna catástrofe natural; si no también han tenido estas acciones de altruistas para entregar a sectores de la población vulnerables como Mexicali, Tijuana, Ensenada, Culiacán, y decenas de ciudades del país miles de litros de leche a través de asociaciones e instituciones en busca de apoyar a mexicanos en situaciones vulnerables, principalmente por desempleo, desocupación y situación de extrema pobreza, así como comunidades rurales.

Su programa de dar algo de alimento a los necesitados, lo realiza la Fundación LALA desde hace ya un tiempo, constituido legalmente desde el año 1985, iniciando en la Comarca Lagunera, y que fue creciendo, tanto que actualmente su compromiso llega a toda la república mexicana.

Programas de Fundación Lala, que iniciaron con la Asistencia Social y Desarrollo Comunitario en la Laguna en el año 1985, y siguiendo su línea del tiempo publicado en su página oficial con Casa Hogar Todo México año 2001; Contingencias y Emergencias año 2002; Bancos de Alimentos año 2003; Superando la Marginación año 2008; Reaprovechamiento Social de Bienes año 2009; Impulsando a Guatemala año 2010; Fortaleciendo a la Educación año 2011; Comedores Estudiantiles, Biodiversidad y Medio Ambiente año 2013; Albergues Niños Indígenas, Estancias de Adultos Mayores, Fortalecimiento a la Salud, Albergues Niños Migrantes año 2016; Albergues Hospitalarios año 2020; Centros de Primera Infancia año 2021, y cada año sumando nuevos retos así como mayor cobertura en México.

En estos tiempos de crisis que vive México, la labor desinteresada que lleve a cabo cualquier fundación, resalta y sobresale entre las pocas fundaciones que, de su peculio, sin hacer tanta alharaca ni ruido, como es el claro ejemplo de Grupo Lala. De los miles de litros que reparte Fundación Lala, se entregan gratuitamente como alimentos, educación, albergues, estancias y a favor del medio ambiente.

Coahuila cuenta en los 38 municipios, con empresas del ramo alimenticio que bien podrían seguir el ejemplo de la Fundación Lala, correspondiendo de esa manera, si en verdad queremos ver la cara amable a estas acciones caritativas, reintegrar a la comunidad poco, mediana o mucho de lo que reciben de sus consumidores. Bien dice viejo refrán, el dar, no empobrece, algo que siempre le he admirado a un joven político coahuilense que ha tenido décadas ayudando sin necesidad de publicarlo porque realmente le nace, y que sigue haciendo ahora que es un buen líder político a quien me reservo su nombre porque como bien dijo, “si se anuncia o se publica como noticia se pierde su esencia altruista”. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

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