Televisión, streaming y vértigo
Por: SAMUEL PRIETO RODRÍGUEZ
Un poco la pandemia y un mucho la evolución cada vez más acelerada del mercado audiovisual en todo el planeta. En los meses recientes, lo único permanente en la televisión y los servicios de streaming es el cambio continuo y acelerado.
¿Siempre es para mejor? No necesariamente. La experiencia reciente deja claro que la transformación del mercado es tan vertiginosa que muchas de las decisiones que los medios van tomando sobre la marcha obedecen más a un mecanismo de ensayo y error que a una estrategia de fondo.
Revisemos los movimientos más recientes.
FOX SPORTS MÉXICO
La percepción que se generalizó es que Fox Sports se salvó de la desaparición justo como dictaría el canon deportivo y hasta poético: en el último minuto, cuando el partido ya parecía perdido, en una jugada mostrada como inesperada, cardiaca y mágicamente sacada de la manga. La verdad es que no fue así.
Grupo Lauman había mostrado interés desde meses antes en adquirir esa plataforma deportiva al igual que el yucateco Grupo SIPSE, el consorcio español Mediapro, e incluso, en algún momento, la estadounidense AT&T.
A Disney se le habían acabado las extensiones del plazo concedido por el Instituto Federal de Telecomunicaciones para vender Fox Sports y ya estaba en el inicio del desarrollo del mecanismo para liquidarla dado que no podía mantenerla y constituir un monopolio siendo dueña también de ESPN.
Para las televisoras mexicanas más importantes adquirir esos canales no era atractivo dado que, aún cuando sus señales son de las más vistas en la TV de paga, sus niveles de audiencia ni siquiera pisan los talones a la televisión abierta para la que habría sido un negocio mucho mejor que terminara su existencia y entonces el remate de sus activos sí habría resultado de mucho interés.
El ejemplo más claro son los derechos de transmisión de cinco equipos de la Liga MX (León, Monterrey, Pachuca, Santos y Xolos) que bien habrían podido volver a la TV abierta, lo que de paso habrían agradecido cientos de miles de aficionados.
Ahora, el dueño de toda esa colección de canales de paga, plataformas digitales y derechos de transmisión es el Grupo Lauman, encabezado por Manuel Arroyo, quien tiene experiencia amplia con su empresa Comtelsat, especializada en la proveeduría de equipos especializados para medios de comunicación y telecomunicaciones, y con El Financiero-Bloomberg que es un combo de periódico, página web y canal de televisión muy prestigiado especialmente por sus contenidos de economía y negocios.
¿Se ganó la lotería o la rifa del tigre? Lo primero para el panorama de Fox Sports es que no es para nada lo mismo ser parte de un conglomerado de medios tan poderoso mundialmente como lo era Fox que pasar a manos de una empresa con una capacidad financiera muchísimo menor y una visión bastante más local del mercado.
Para el Grupo Lauman, que con esa compra pasa a tener una posición muy relevante en el futbol mexicano, uno de los primeros retos es conservarla comenzando por subsanar todos los atrasos con pagos de derechos a los equipos que transmite y que en el caso del club Santos ya pasan hasta por una demanda legal desde enero.
En otros frentes, Fox Sports también ha perdido fuerza. Uno de los componentes más importantes en su portafolio de contenidos era la Champions League hasta el 29 de mayo cuando fue la final del torneo 2020-2021. A partir de la temporada siguiente los derechos de transmisión pasan a manos de la plataforma digital HBO Max, propiedad de Warner Media, que anunció que 71 de esos partidos también podrán verse en sus canales TNT y Cinemax. Para ello, trajo a México a TNT Sports que también está buscando hacerse de más licencias como la de una empresa de lucha libre con la que ya tiene las negociaciones muy avanzadas.
HBO MAX
Ya que tocamos el tema de HBO Max, llega a Latinoamérica el martes 29 de junio con un catálogo suficientemente robusto para hablarles de tú a Netflix y a Disney Plus.
El salto de HBO Max a la región coincide con el anuncio de la fusión entre WarnerMedia y Discovery, por lo que ese servicio incluirá pronto los contenidos de su nueva adquisición además de los que ya tiene: todo el universo de Warner Bros; el de la creadora de las series premium, HBO; DC Comics y una cantidad bastante sólida de franquicias por demás exitosas.
Para celebrar y dar fuerza al lanzamiento, WarnerMedia en Latinoamérica tiene listo el Festival Max que consiste en poner en sus canales de TV de paga HBO Signature, Warner Channel, TNT, SPACE, TNT Series y Cinemax, episodios de algunas series originales de la plataforma, temporadas completas de otras y una que otra sorpresa adicional durante julio.
SINTOMAS DE SATURACIÓN
Renovarse, fusionarse o morir. Las adquisiciones y alianzas estratégicas están concretándose continuamente. Otra de las recientes es la compra que hizo Jeff Bezos, el magnate dueño de Amazon, de los históricos estudios MGM por 8 mil 450 millones de dólares para dar mayor fuerza a su plataforma Prime Video.
El gran problema con tantos servicios de streaming es la pulverización de los contenidos favoritos de las personas. ¿Qué bolsillo o economía familiar podría soportar realmente el pago de más de uno cuando hasta hace pocos años todo se reunía en la televisión abierta, de paga y una que otra salida frecuente al cine?
Numeritos: el costo de los SVOD (Subscription Video On Demand) en México se vuelve una rentita cada vez más onerosa. Estos son algunos ejemplos:
– Netflix: 139 pesos por mes para un dispositivo, 196 para dos y calidad HD, y 266 para hasta 4 pantallas y calidad ultra HD
– Amazon Prime Video: 99 pesos por mes y permite el uso simultáneo hasta en 3 dispositivos. No da acceso a todos los contenidos. En esos casos hay que comprar o rentar adicionalmente
– Disney+: 159 pesos por mes o 1,599 anuales y un pago adicional para ver algunos estrenos. Permite hasta 4 dispositivos simultáneos
– Paramount+: 79 pesos
– Apple TV+: 69 pesos
– HBO Max: 99 pesos por mes para dispositivos móviles y 149 estándar para 3 pantallas simultáneas. Puede contratarse también por 3 meses o un año con descuento
Algunos de esos servicios ya están dándose cuenta de que el consumidor no puede ser tratado solo como un bolsillo para exprimir, incluso en Estados Unidos. A partir del 2 de junio, HBO Max lanzó allá una versión cinco dólares más barata que, claro está, no tiene acceso a utilidades como la descarga temporal para ver contenidos offline o resoluciones más allá de HD y además incluye publicidad.
No será extraño que dentro de poco tiempo otras marcas opten por esa alternativa. De hecho, existen servicios de video bajo demanda y TV por internet cuyos costos no se repercuten al consumidor sino se financian completamente con publicidad, como Tubi o Pluto TV, que también tienen sus desventajas como la de no contar con los contenidos reservados para quienes pueden pagar por consumirlos. Otra muestra más de que esa idea de que internet llegó para democratizarlo todo es una gran falacia.
En Latinoamérica, Blim optó también por una versión AVOD (Advertising Video On Demand). Ahora, nueve de cada diez abonados llegan por esa vía a un servicio que de por sí nunca tuvo éxito real.
¿A quién le interesaría en verdad contratar un sitio para ver los mismos programas que ha visto por años en la televisión abierta una y otra vez?
TELEVISA-UNIVISION
Ya metidos en el tema de Televisa, la nota más reciente es el anuncio de su fusión con Univision para fortalecerse como la productora de contenidos en español más grande del planeta.
¿Gran novedad? Para nada. Ambas empresas han estado ligadas desde sus orígenes. Para los hispanos en Estados Unidos ver Univision es básicamente como ver el canal 2 de México con unas semanas de desfase más algunas producciones generadas en Miami entre noticieros con la información de allá y programas deportivos y de espectáculos que cubren casi a los mismos personajes que aquí. Los fundadores de la cadena hispana, llamada originalmente SIN (Spanish International Network), fueron el ítalo-cubano René Anselmo y el creador de Telesistema Mexicano, antecesor de Televisa, Emilio Azcárraga Vidaurreta.
Si bien Univision ha cambiado de manos varias veces, la presencia accionaria de Televisa ha estado ahí casi siempre. La empresa mexicana no puede ser la propietaria mayoritaria porque la ley estadounidense acota la participación de capitales extranjeros en los medios de comunicación, como sucede en muchos países.
La fusión anunciada en abril pasado tiene el propósito de construir una plataforma SVOD para el mercado hispano mundial que es de algo así como 600 millones de personas. ¿Funcionará? No hay nada que diga lo contrario. De hecho, los mercados reaccionaron con mucho optimismo tras el anuncio. Pero veamos algunos factores a considerar:
1. El alcance. Para dimensionarlo, revisemos más numeritos. En Estados Unidos, el 75 por ciento de los anglosajones tienen acceso a un servicio de ese tipo pero en el caso de la población hispana solo es el 10 por ciento. Claro, esa proporción tenderá a crecer y eso es justo lo que se ve como potencial, pero desde hoy dice mucho sobre el poder adquisitivo de ese mercado así que la pregunta es si un mecanismo de paga es la fórmula más adecuada. En el caso de México, solo el 28 por ciento de los usuarios de internet, es decir unos 25.7 millones, tienen acceso a alguna plataforma de ese tipo, de acuerdo con el estudio más reciente del Instituto Federal de Telecomunicaciones. ¿Cómo andará el mercado en otros países centro y sudamericanos, por ejemplo?
2. El contenido. Televisa y Univision tienen videotecas históricas formidables para construir el catálogo de un SVOD robusto pero la experiencia indica que lo que funciona en la televisión lineal no es lo mismo que pega en los servicios de streaming. La oferta de producciones originales debe ser tan impactante y diversa como los públicos que buscará y más si el objetivo es competir realmente con otras plataformas. El apego de las generaciones más jóvenes a los medios y contenidos en español nativo sin otra razón que la identidad cultural es básicamente inexistente.
Televisa y Univision ya han fusionado sus operaciones antes. Hasta 2018, el colombiano Isaac Lee había dirigido por un tiempo la generación de contenidos de ambas empresas. En ese periodo, incluso creó Story House Entertainment en Los Angeles, para producir contenido premium como la serie El Chapo en asociación con Netflix. En México, Televisa Alternative Originals (TAO) se asoció con Amazon para el mismo propósito, pero hasta ahora no ha habido nada impactante surgido de esa alianza.
Queda claro que el paso de Lee por Univision-Televisa no tuvo los resultados que esperaban, aunque sí dejó algo de huella en la clase de historias que cuentan ahora sobre todo en el primetime. Pero en la carrera por la supervivencia ambas compañías siguen en la búsqueda del hilo negro.
El mercado no deja de cambiar a velocidades desenfrenadas. Televisión, streaming y vértigo.
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