Sueño americano una inconsistencia

Estoy seguro que todos en algún momento de nuestras vidas han escuchado el famoso “sueño americano”. No importa si fue en alguna película, una plática de amigos o simplemente algún familiar buscó una oportunidad laboral a los Estados Unidos en busca del “American Dream”.

¿Pero cuál es el “sueño americano” ?; la creencia de que cualquiera que logre llegar a EE.UU., o vivir allá independientemente de donde haya nacido, puede alcanzar su propia versión de éxito en una sociedad donde la movilidad ascendente es posible para todos, es decir, la oportunidad de progresar en calidad de vida.

El sueño americano se logra a través del sacrificio, la responsabilidad de riesgos y el trabajo duro, no por casualidad. Tanto los estadounidenses nativos y los inmigrantes estadounidenses persiguen y pueden alcanzar el sueño americano. A diferencias de otros sistemas políticos y económicos, tales como las dictaduras comunistas, sistema y de libre empresa de Estados Unidos hace posible las circunstancias que permiten a los individuos van más allá de la satisfacción de sus necesidades básicas para lograr la auto realización o logros de sus metas.

Estos principios no son algo inventado por los estadounidenses sino la interpretación del sueño americano se encuentra en la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos Americanos en donde dice: “Sostenemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, libertad y la búsqueda de la felicidad”.

Para los mexicanos el sueño americano ideal no importa que su migración sea legal o ilegal, es el contar con una educación universitaria, un trabajo muy bien pagado, un hogar y un carro. Toda esta ilusión es motivada por la falta de dinero y oportunidades en nuestro propio país, los abusos dentro del gobierno y la pobreza extrema.

Aquellos compatriotas en la búsqueda de mejorar su calidad de vida viven en la ilegalidad viviendo en el miedo y evitar muchos recursos que se han conocido en beneficio de las familias inmigrantes. Muchos se quedan en ocupaciones que proporcionan un estable, aunque bajos los ingresos y por lo menos una protección mínima de los funcionarios de inmigración.

Otros solo se mantienen con lo básico porque están a la espera de posibles cambios en su estado de inmigración, aunque ese estado se quede en el limbo, por el tiempo que tienen que esperar en un solo lugar, sin planificar a futuro y no ganar nada mientras esperan. Todavía otros se dedican a actividades ilícitas como medio para eludir el sistema, ganar dinero, evitar ambientes laborales de explotación y tener una cierta autonomía.

Por lo tanto, parece que no importa lo que los inmigrantes ilegales traten de hacer al tomar una vida mejor para sí mismos, no son capaces de elegir un resultado positivo para su propia vida.

Pero aquellos compatriotas que han logrado llegar al sueño americano y contrario a lo se piensa quienes viven en México, resulta que en los últimos años los mexicanos han rechazado el sueño americano para regresar nuevamente a nuestro país.

Alrededor del 90 por ciento de los aproximadamente 1.4 millones de inmigrantes mexicanos que regresaron a su entidad de origen de los Estados Unidos entre 2005 y 2010 lo hicieron de manera voluntaria, es decir, sin la intervención de las autoridades de migración estadounidense, encontrando menos prosperidad económica en los EE.UU. de lo que imaginaban. Otros experimentaron la desesperación de su situación ilegal, con una falsa ilusión de obtener la ciudadanía americana y extrañando a sus familias y cultura.

Un porcentaje muy alto de los mexicanos que emigraron a los Estados Unidos nunca quisieron hacerlo por convicción, es decir, por gusto, sino porque la vida no les dio una opción siendo este un problema aún más grave para los indocumentados porque no pueden arriesgarse a visitar a sus familiares una vez estando allá pero siempre con la ilusión de regresar algún día a su México querido porque nunca tuvieron la intención de permanecer en los EE.UU., en primer lugar.

Aquellos mexicanos que regresan siempre son criticados por sus familiares, amistades o su pareja repitiendo todos lo mismo: “por qué vienes de vuelta si hay una mejor vida allá”. Y lo más probable es que tengan razón en cuanto a los puestos de trabajo con mejor paga, pero los gastos diarios y visitas a cualquier centro de atención médica o médicos son mucho más caros.  Es así que el sueño americano al día de hoy es una realidad, sueño o una ilusión para los mexicanos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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