Guillermo Robles

Sigue el “coyotaje”

Por Guillermo Robles Ramírez

Continúa el “coyotaje” en las placas vehiculares para personas discapacitadas, situación irregular que lleva años incrementándose en una gran cantidad los vehículos circulando y portando placas para gente con problemas de movilidad, al menos así son también identificadas, aunque en gran parte de los vehículos portadores de esas “concesiones”, generalmente no viajan en esas unidades una persona con deficiencia física y menos conduciendo.

Por años se ha mantenido este abuso en Coahuila, sin que las autoridades de ningún nivel le han puesto un alto y por el contrario, lo fomentaron y permitieron con el disimulo y hasta complicidad, claro, con una buena gratificación económica entregada entre algunos de los empleados de la dependencia que extiende esas placas.

Muchos de los dueños de esas unidades con placas de discapacitado, llevan bastante tiempo disfrutando de esa canonjía al hacer el plaqueo sin mayor exigencia que pagar y pedir una “renovación” y, lógico, sin faltar la “mordida” o chantaje, aunque en muchos de esos “renovadores” ya falleció el familiar por quien pedían la tan codiciada placa de minusválido.

Como si fuera poco, cada año se anuncia, que se endurecerán los trámites, cosa que ha quedado en simple promesa, dizque exigiéndose un certificado médico y una carta notariada sobre la existencia del familiar discapacitado y demostrar que el vehículo está a nombre del inhabilitado físicamente.

Las mismas autoridades han dado a conocer en diferentes ocasiones que  de este beneficio serán eliminados, los que padezcan de discapacidad intelectual u otro tipo como auditivo o del habla, reiterándose que solo será para quienes realmente tengan una discapacidad motriz o de movilidad.

Por cuanto hace a las más de 19 mil placas ya existentes, no se tocarán en lo mínimo, aunque ya hayan fallecido las personas con discapacidad o bien que se haya obtenido a través de la clásica mordida.

Las autoridades recaudatorias del Estado, es posible que no deseen rascarle mucho al asunto porque como bien se dice, sale más pus o sea podredumbre que siempre ha existido en el plaqueo y replaqueo con los “gestores” de siempre que acostumbran hacer su agosto, contando en complicidad con empleados de esas áreas públicas que dan el “visto bueno”.

Hay oficinas de Recaudación de Rentas en las distintas Regiones de Coahuila, que gracias a esos “gestores” se han regularizado hasta vehículos de Onappafa, lo que confirma que eso de las placas para discapacitados, es simple migaja.

En principio, no hay dudas de que los nuevos requisitos endurecerán los trámites para en realidad dar ese beneficio a los verdaderos discapacitados, quedando a medias la disposición al no exigir renovación de documentos a los que ya tienen las anheladas placas. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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