Siempre busca su camino

Por Guillermo Robles Ramírez
Varias regiones de Coahuila fueron afectadas por las lluvias este fin de semana pasada, en donde muchos coahuilenses han tenido pérdidas parciales y totales dentro de sus hogares, pero no faltando otros hasta con la pérdida total del inmueble habitacional.

No se puede negar que lo lamentable de éstas pérdidas son situaciones en las que a ningún sector de la población le gustaría pasar, pues muy independiente de la clase social o nivel de residencia, es decir, popular, regular o residencial, cualquiera de las mencionadas es y seguirán siendo el mayor patrimonio, es decir, tu casa, aquel que te brinda un techo para vivir, así como el que te protege contra el viento, el sol y lluvia.

Las inundaciones, desastres parciales o totales de viviendas no solamente se saben por los medios de comunicación y redes sociales, sino también por comentarios de la misma sociedad, más en específico entre amistades y reuniones sociales es cuando salen a relucir los daños parciales o totales de ciertos inmuebles en los diferentes municipios coahuilenses.

Y aunque todos esos comentarios señalan una total desaprobación en contra de las autoridades, ya sean municipales o estatales, sin importar sobre a cuál recae la responsabilidad, pero todas ellas se cuestionan, el por qué no intervienen. ¿Pero en realidad de qué manera quieren que intervengan?, o al menos es algo que yo mismo he cuestionado.

Las respuestas han sido que el “gobierno”, es decir, sin definir cuál autoridad, como es la municipal, estatal o federal; están obligados a reponerles las pérdidas ante hechos climatológicos como son las pasadas y presentes lluvias, así como las que vienen programadas próximamente.

Cuando escucho éstos comentarios y me preguntan qué opino al respecto siempre les respondo, “no es obligación de ningún gobierno reparar el daño cuando se trata de viviendas que se fueron posesionando en lugares de riesgo”, es decir, en donde alguna vez el cauce de un río pasaba por ahí y debido al paso de los años dejó de pasar el agua, no existe una seguridad que algún día el agua vuelva a reclamar su derecho de paso por el mismo cauce que durante años o siglos la misma naturaleza formó.

También hay que reconocer que no tenemos una cultura preventiva de desastres naturales, porque los posesionarios ilegales desoyen cuando la autoridad de Protección Civil hace el llamado a la sociedad. Existen registros públicos que es la misma autoridad de Protección Civil, quienes hacen la visita en físico en esas zonas de alto riesgo para desalojar a gente que habitan ahí y se les solicita que se resguarden en los centros especiales, sin embargo; son las mismas personas que viven ahí quienes se niegan abandonar sus viviendas por temor a que sean saqueadas, prefiriendo arriesgar su propia integridad de manera voluntaria.

Pero también existe un problema en cada Departamento de Planeación de las diferentes cabeceras municipales, en donde no van actualizando, como es el Atlas de Riesgos, sobre las zonas que sufren más inundaciones pluviales. Algunos tienen décadas sin actualizarse, pero otros como la ciudad capital de Saltillo están muy vigentes. Su última actualización en el Atlas de Riesgos se publicó en el segundo trimestre del año 2025, pero muy a pesar de ello, las zonas de alto riesgo de inundación siguen siendo aquellas de poca pendiente, siendo en su mayor parte en la parte norte de la ciudad o zona urbana de Saltillo.

Aquellas colonias o sectores en donde su plusvalía son muy altas por el tipo de residencias construidas ahí en donde se puede observar casas hechas con mucho poder adquisitivo, pero no por eso significa que se les debe de restar importancia porque son patrimonios de personas que con mucho sacrificio y duro trabajo han podido edificar casas con lujo. Sin embargo, también existen zonas del sur, oriente y poniente de Saltillo que han llegado a sufrir el mismo problema de inundación.

Siempre he tenido el criterio de que mucha culpa tienen las autoridades al no modernizarse y exigirles a las desarrolladoras de inmuebles la construcción de drenajes pluviales acordes a una proyección a futuro de crecimiento de la población. Las planificaciones hechas en el escritorio son el resultado de lo que se tiene actualmente en ciudades como Saltillo, Torreón, Piedras Negras, entre otros municipios de la entidad, así como el resto del país.

Todas sufren del mismo mal en donde el drenaje sanitario es compartido con el drenaje pluvial, es decir una sola para dos funciones diferentes y con un diámetro insuficiente que con el pasar de los años se van quedando muy cortos para la demanda de agua siendo éstos los casos en donde las tapas de drenaje son levantadas por la fuerza de metros cúbicos de agua.

Ahora bien, muchos de estos drenajes pluviales mal diseñados no son facilitados por la misma comunidad en donde a la falta de la cultura de la limpieza dejan su basura en las calles o son arrojadas por las ventanas de los mismos dueños de miles de conductores, acompañados de sus familias, provocando la acumulación de basura y, por consiguiente, tapando el desagüe del agua de las lluvias.

En el caso de Saltillo, las viviendas de la zona norte podrán estar muy bonitas y con muchas comodidades, pero al final se convierten en un dolor de cabeza cuando es temporada de lluvia y deficiente drenaje pluvial que cualquiera la pensaría más de dos veces construir una casa. Y lo mismo sucede en diferentes municipios de Coahuila.

Es una pena que ninguna autoridad municipal, estatal o federal, le ha querido invertir para la captación de agua como pozos especiales para cuando caiga la lluvia los millones de metros cúbicos entren por el subsuelo y no se desperdicie toda esa agua que termina evaporándose y encontrando su cauce natural invadida por colonias. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

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