Se tienen que hacer

Por Guillermo Robles Ramírez
En la capital de Coahuila, se han tomado acciones legales o administrativas para multar a las constructoras o inmobiliarias que por cualquier motivo hayan obstruido el lecho de arroyos o modificado el cauce pluvial motivo por el cual se ha visto más afectada la zona norte de la ciudad de Saltillo, con inundaciones a tal grado que muchas casas se han visto afectadas con daños material o pérdida total, así como muebles y vehículos.

Una medida que se debió de haber tomado desde hace muchos años atrás ya que no se trata de algo nuevo o al menos desde 1999 año en que llegué a radicar aquí en Saltillo, y en busca de comprar un terreno como una inversión patrimonial una persona ya me había advertido de ciertas zonas que no me convenía porque desembocaban las aguas negras de la ciudad o bien elevación del agua llegaba a inundar las casas como lo que se ha estado viviendo en el fraccionamiento Country Club, solo por mencionar una de tantas del norte de la ciudad capital.

Imágenes que circulan en medios de comunicación y redes sociales de particulares sobre ese fraccionamiento que no solo han sido impresionantes para muchas personas y aunque lo cierto es que no ha sido el único sector que ha sufrido inundaciones, socavones, colapsos de drenaje o el levantamiento de pavimento hasta más allá de la base de la carpeta asfáltica en donde la tierra fue visible porque estaba boca arriba.

Cualquier acción administrativa municipal que se tome en contra de estas constructoras no será nada fácil ya que evidentemente se trata de inmobiliarias que tienen décadas haciendo negocio en Saltillo, y evidentemente la primera salida jurídica o con sentido común es que cada uno de esos fraccionamientos ya fueron entregados al municipio y en teoría cuando esto sucede significa que la obra cumplió con todas las normativas y en su momento no se señaló alguna irregularidad.

“Culpar a los demás es una acción muy sencilla cuando no quieres asumir la responsabilidad de tus actos”; es una expresión popular que para ser honestos no se trata de la culpa de la actual administración municipal ya que como lo había mencionado esas colonias ya estaban ahí hace 26 años atrás cuando llegué a Saltillo. Así que desconozco la fecha exacta desde que muchas colonias del norte de la ciudad ya existían.

Lo que sí es seguro es que es un problema de muchísimas administraciones municipales del pasado que así estuvieron recepcionando miles de colonias por décadas no solamente del norte de Saltillo, sino también del sur, poniente y oriente de la ciudad capital. Y el Atlas de Riesgo de la ciudad siempre ha estado ahí y no solamente para indicar inundaciones, sino también ahí viene indicado muchos riesgos de origen geológico, hidrometeorológico, y antropogénico.

Tanto autoridades del pasado, así como las inmobiliarias y constructoras más viejas de la ciudad siempre le apostaron al tiempo, al no pasa nada, y al meteorólogo con la famosa frase, “casi no llueve o si llueve es leve”. Pero ya entregada la obra eso ya es pasado y pisado.

Aquí lo importante va a ser cuáles serán las nuevas medidas que tomará el municipio antes de recibir un fraccionamiento nuevo para evitar todas las tragedias cada vez que llueve.

Y el segundo, pero no menos importante el cómo arreglar no solamente un fraccionamiento del norte, sino cada una de las zonas que se han inundado o colapsado el drenaje sanitario a la falta de un drenaje pluvial.

Este último punto es el más complejo porque se requiere no solamente un esfuerzo titánico sino recursos y sobre todo coordinación entre autoridades, ciudadanía y comercio porque llevarse a cabo algo esto significa tener que hacer obras en el subsuelo que significa la incomodad para cualquier conductor buscar rutas alternativas, y el comercio que evidentemente quiere una solución inmediata pero a la vez no quieren ser afectados en sus ingresos porque el negocio estaría inaccesible para que entre la clientela, debido a las remodelaciones.

En Saltillo ya se vivió esas incomodidades en un pasado, pero a la fecha gracias a esas molestias quienes se vieron beneficiados están eternamente agradecidas con Jericó Abramo Masso; cuya Administración municipal del 2010-2013, solucionaron las inundaciones al poniente de Saltillo. La construcción de cuatro colectores desde cero, es decir, no existía en el mercado el tamaño que se requería, así que Abramo Masso, mandó hacer un colector pluvial con un diámetro tan grande que él mismo cabía parado y los brazos extendidos hacia arriba. Desde entonces, una vez concluida esa obra, los sectores mencionados dejaron de ser un problema cada vez que llovía. Por mencionar algunas familias que se beneficiaron de estos colectores pluviales y que era en su tiempo las más vulnerables ante eventos naturales, son la de Saltillo 2000, Norte, Madero, Satélite Sur, Arroyo del Pueblo, Valle de las Torres, la Aurora, Los Molinos, Bugambilias y otras veintiséis colonias que se favorecieron.

Todavía recuerdo en un desayuno que tuve con exacalde Jericó Abramo Masso, quien me dijo sobre ese tema, “…mi Memo lo más dificil ya está hecho porque los moldes de acero los tuve que mandar hacer así que cualquier otro alcalde los puede utilizar en un futuro…”

Mientras no llegue una solución a la carencia de drenaje pluvial a ciertos sectores de la ciudad, pero más al norte del municipio, la gente de esa zona vive con miedo cada vez que llueve. Algunos están vendiendo sus propiedades, así como terrenos que debido al problema de la inundación muchos no quieren comprarlo, pero la urgencia de su venta es antes de que se devalúen o pierda esa plusvalía.

En caso de contratarse una modernización de drenaje pluvial será solamente con ayuda del Gobierno del Estado de Coahuila, Presidencia Municipal de Saltillo, y evidentemente también de Aguas de Saltillo, ya que por algo cobran el servicio de drenaje. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

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