Se matan del corazón y no precisamente de desamores
Por Guillermo Robles Ramírez
Es un hecho que en todos los países del mundo incluyendo hasta los más desarrollados o aquellos conocidos como potencias mundiales el reparto de la riqueza nunca será homogénea, siempre habrá sectores con pobrezas, carencias de servicios, etc.
Nuestro país tampoco es la excepción de esa desigualdad, pero está muy detectable en qué zonas donde hay más industrialización o que genera más dinero al igual aquellas más vulnerables. A diferencia de los estados del sur del país, donde la desnutrición, las enfermedades gastrointestinales y respiratorias se encuentran entre las principales causas de muerte, en los estados de la zona norte que cuentan con expectativas económicas mejores y un nivel de alimentación superior.
Pero al contrario de lo que se piensa que por el hecho de estar bien alimentados o chonchitos como sinónimo de buena salud, ha llevado en muchos de los casos a tener un consumo de grasas saturadas y acompañado a una vida sedentaria, carente de ejercicio y a la presencia de adicciones como el tabaquismo y el alcohol, trae como consecuencia que las enfermedades del corazón se encuentren entre las principales causas de muerte en Coahuila.
Para la Secretaría de Salud la principal causa de muerte son las enfermedades del corazón, sobresaliendo las isquémicas, con una mortalidad de 85 defunciones por cada 100 mil habitantes.
A pesar de que las autoridades han implementado acciones preventivas permitan que el tiempo de vida sea mayor y la calidad de la misma, la cultura popular hacia las enfermedades es dejar hasta el último momento la atención médica y por ello entre el 50 y 60 por ciento acuden en forma oportuna a solicitar los servicios médicos.
Existen programas de gobierno estatales gratuitas de detección oportuna de hipertensión, diabetes, cáncer y otros, razón suficiente para que tanto los hombres como mujeres a partir de los 40 años empiecen a ser más participativos a estos programas de chequeos médicos, pero sobre todo educar a los niños lo que son hábitos buenos y malos para tomar conciencia desde la educación básica sobre la medicina preventiva para cuando sean adultos no esperen a que les pase algo.
Se ha convertido una costumbre entre los habitantes del país a estar pidiendo siempre a las autoridades que pongan todo, y cuando de esas pocas veces llegan a ponerle alguna solución a ciertas carencias como en el caso de la medicina preventiva muchos hacen caso omiso por los malos hábitos y la resistencia de terminar los tratamientos médicos porque en muchos de los casos cuando el paciente empieza a sentir mejoría abandona todo y retoman aquello que les causó el problema como mala alimentación y carencia de ejercicio.
Hay quienes consideran la implementación de medidas preventivas como algo que no evitara la muerte, lo cierto es mejoraran su calidad de vida, pero sobre todo prolongarla, aunque todo mundo sabe que el morir es un proceso inevitable como ser vivientes, pero no es lo mismo morir a los 50 años cuando se está en una etapa productiva a que sea a los 90 años.
Los mismos coahuilenses se están matando del corazón y no precisamente por decepciones amorosas sino por la falta de una buena alimentación y por llevar una vida sedentaria por culpa de la misma modernidad y tecnología que nos hacen más perezosos. Definitivamente la decisión es tuya. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org
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