Guillermo Robles

Qué nos dejó la “Santa”

Por Guillermo Robles Ramírez

El flujo turístico durante los períodos vacacionales desde el punto de vista económico deja muy buenos dividendos a varios de nuestros pueblos mágicos de Coahuila destacando en particular Arteaga, que por sus áreas boscosas puede considerarse el lugar ideal para pasar uno o más días durante el asueto en ocasión de la Semana Santa, dependiendo todo de la “fiducia” que se desee gastar.

            La recién pasada “Santa”, es decir, la mayor y vacaciones de la misma, no fue la excepción y desde antes de iniciarse ésta, sus autoridades municipales estimaron una cantidad de visitantes importantes que pasarían no uno o más días, sino también algunas horas de relax entre los oyameles, pinos, cedros y otras variedades de vegetación que quedaron intactas después del terrible incendio forestal.

            Para la mayor parte de los vacacionistas pasarla en la sierra de Arteaga, es lo menos costoso que puede resultar sin faltar los que gastan inmoderadamente por lo que llevan para comer y beber.

            Aunque el mismo periodo vacacional de la Semana Santa, fueron muchos los que retornaron a sus lugares de origen, en particular los avecindados en alguno de los tres municipios de la Región Sureste o sea Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga, es un hecho que la derrama económica fue de varios millones.

            Es difícil hacer un cálculo aproximado si consideramos que muchos vacacionistas sus provisiones para pasar un día o más de campo, las hicieron en su propia comunidad de residencia, así es que a Arteaga llegaron ya “armados y gastados” para disfrutar las chelas, los tequilas y la carne asada, pues no podemos entender un día de campo sin carne asada y las cervezas o “elodias”.

            También no faltaron los que llevaron su propia comida preparada en casa como fueron tortas, lonches, tacos, etc.

            Igualmente es problema conocer la justa cantidad de visitantes ya que hay vacacionistas que llegaron desde antes de la Semana Santa, unos porque tienen cabaña en la sierra que son los “fifís” o sea los adinerados y otros porque llegan de “colados” a casa del pariente o amigos en San Antonio de las Alazanas u otra comunidad ejidal.

            Total, que las vacaciones tienen diversos aspectos que obliga revisar y analizar los beneficios reales de estos períodos vacacionales al margen de lo económico, considerando no pocos que solo dejan estos vacacionistas son toneladas de basura y desperdicios, además de uno que otro connato de incendio forestal, desórdenes, peleas de borrachos y sin faltar los inmorales y exhibicionistas.

            En realidad, cuánto le deja a la cabecera municipal del Arteaga “mágico” porque los vacacionistas son locales o de “pise y corre”, porque el verdadero pueblo mágico se encuentra en la zona urbana de esa comunidad y no precisamente en la sierra.

            ¿La pregunta es si vale o no la pena? si consideramos sumamos los gastos por la movilización de cientos de voluntarios que ayudan en la entrega de trípticos con una serie de recomendaciones como no encender fogatas, levantar la basura haciéndose todo lo contrario como buenos mexicanos “contreras” que somos en todo.

            Son muchos los costos que representa no solo la movilización de los voluntarios, policías, elementos de turismo, sino también son sus alimentos, hospedaje y otros conceptos, así como el gasto que hacen las dependencias oficiales.

            ¿Realmente nos dejan algo bueno y positivo el periodo vacacional de Semana Santa? (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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