Profesión no valorada

Por Guillermo Robles Ramírez

Se dice que en el país hay muchas carreras muy bonitas. Y en apariencia hay profesiones muy prometedoras, pero, siendo realistas la mayor parte de ellas no existen en el campo de trabajo. No obstante, hay otras que tienen oportunidad de trabajo, pero es poca la difusión. Se desconoce el motivo, pero son fuentes laborales desaprovechadas con un gran potencial no solo de crecimiento profesional sino para el desarrollo del país.

En México es muy poco escuchar sobre la profesión de trabajadores sociales; y sobre el ingreso de ésta actividad laboral.  La licenciatura de esta carrera, cada vez es más escasa, quedando en un estado de peligro de eximición para que se cierre una oportunidad de trabajo de mucha importancia y poco valorada.

Se desconoce la función de la licenciatura de trabajo social, por falta de promoción y aplicación de la misma, pero los profesionistas dedicados a ser trabajadores sociales, ayudan a las personas en la gestión de su vida cotidiana, para enfrentar los problemas de una sociedad en su entorno familiar.

No solamente, en los hospitales se encuentran ayudando a pacientes y familiares a entender y enfrentar alguna enfermedad en la cual el paciente requiere atenciones o, que lo auxilien por no poderse valer por sí mismo. También ayudan a los paciente e integrantes familiares a pasar por las distintas etapas al enfrentarse con la noticia de un padecimiento terminal, es decir, la muerte.

Muchos pudieran pensar que es una profesión nueva pero no es así, ya que tuvo sus inicios desde 1898 en la Universidad de Columbia, donde los trabajadores sociales han sido los pioneros en desarrollo y organizaciones privadas de caridad para servir a las personas que más lo necesitan.

En la actualidad en los EU, han recogido los frutos desde entonces privilegiando a los ciudadanos en materia de injusticias sociales adoptando soluciones a través de los años como los derechos civiles de todas las personas independientemente de su sexo o raza están protegidos, ahora los trabajadores disfrutan de seguro de desempleo, pago por incapacidad, compensación a los trabajadores, también las personas con enfermedades mentales y con capacidades diferentes tienen un trato más humano dentro de la sociedad, así como también se le ha dado acceso a los pobres, los discapacitados y a los adultos de la tercera edad a la atención médica. Otro de los aspectos que se han visto beneficiados la sociedad norteamericana ha sido la prevención del abuso infantil y negligencia.

En México no se le ha dado la importancia, pudiendo explotar este campo virgen y lleno de oportunidades para los licenciados de trabajadores sociales como la investigación, el trabajo en el campo administrativo para programas de servicio social, o promoción de programas políticos sociales.

Los trabajadores sociales están capacitados para desarrollar, implementar y evaluar programas para abordar las problemáticas sociales como la violencia intrafamiliar, es decir, con un programa específico se hacen visitas aleatorias en los diferentes extractos sociales para observar y hacer anotaciones del cómo se vive, cuál es el entorno familiar, previniendo oportunamente al detectarse la existencia de un integrante de la familia alcohólica, violenta, o simplemente la desnutrición de los menores y falta de atención médica.

Por conducto de ellos y sus observaciones pueden hacer recomendaciones a las autoridades pertinentes para poder evitar el abuso de la mujer e infantil, y la falta de vivienda sobre todo para las personas de la tercera edad que lamentablemente en muchos hogares los ven como un estorbo después de que entregaron sus mejores años de trabajo y amor para cada uno de los miembros de la familia.

Hasta ahora ningún grupo o líder político ha aprovechado a este sector profesional para poder bajar el índice delictivo ya que se ha comprobado que el inicio de la delincuencia se encuentra en las pandillas con los adolescentes que a la falta de una guía o, no saber cómo canalizar la hiperactividad propia de la juventud no faltando las malos consejos e influencias orillándolos a consumir drogas dejándolos en un punto vulnerable para los grandes capos o líderes del crimen organizado.

Con la intervención de los trabajadores sociales, en las pandillas o en los sectores más vulnerables donde los delincuentes gobiernan se puede reducir el comportamiento violento de las pandillas más jóvenes y menos violentas con la colaboración de los diferentes grupos de seguridad y programas sociales de la autoridad.

En lugar de la supresión de la fuerza policiaca para combatirlos con la colaboración de proyectos extensivos en combinación de los trabajadores sociales, pueden ser más eficaces en el cambio participativo para reducir los niveles de arrestos por violencia, posesión de armas y drogas. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

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