Policía de tránsito igual que el gato
Por Guillermo Robles Ramírez
No dicho por los saltillenses o el Alcalde, Manolo Jiménez Salinas, como algo publicitario sino con hechos de que Saltillo es la ciudad más segura de México, pero confirmado de acuerdo ala Encuesta Nacional de Seguridad Púbica Urbana, y también acorde a la información proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía mejor conocido como el INEGI.
Pero para poder llegar a ese lugar que se dice fácil pero detrás de todo ello existe una serie de variables y estrategias para poderlo lograr, es decir, no se trata solamente de tener más elementos de Seguridad Pública, o también su parque vehicular sino es una complejidad de logística y dura capacitación, así como una gran inversión de infraestructura.
Tiene una importancia el llegar, obviamente un camino nada fácil, pero lo más difícil es mantenerse en ese lugar porque en cualquier descuidada como es el confiar que Saltillo conservará ese lugar sería más que pecar de confiado sería pensar demasiado inocente.
La primera percepción lógica que puede venir a cualquier ciudadano sobre la seguridad es la cantidad de patrullas y rondines de vigilancia o controles de las mismas, dentro de las colonias y principales cuadros de la ciudad.
Pero hablar de seguridad es un tema demasiado basto que tiene que ver con muchos aspectos porque aquí también entra el tema del tránsito vehicular como parte integral de la percepción de seguridad.
El parque vehicular de seguridad pública es un aspecto muy importante en donde Manolo Jiménez Salinas no ha puesto límite alguno y ya sea de una u otra forma busca los medios para hacer la inversión por medio de la gestión con recursos propios del Ayuntamiento o bien en conjunto con el gobierno de Miguel Ángel Riquelme Solís.
He presenciado muchísimos eventos en diferentes puntos de la ciudad la entrega de patrullas nuevas, y equipadas con lo último en tecnología. Algo que también he visto es que se entregan patrullas de seguridad pública, tránsito y ecología.
En esta administración municipal es la primera vez que ahora sí como quien diría zapatero a su zapato puesto que hay patrullas de todo tipo y que también se ven circulando en calles, avenidas, bulevares y puentes principales de la ciudad a excepción de uno de ellos.
Son las patrullas de tránsito ya sea camionetas o motocicletas las que brillan por su ausencia y que están destinados para la vigilancia en específico del transitar todo tipo vehículo en la capital de Coahuila son las que menos se ven y sobre todo en las principales avenidas en donde la población les gusta ir más rápido en específico en el Periferico Luis Echeverría, Boulevard Nazario Ortiz, Boulevard Fundadores rumbo Arteaga, y por último el Boulevard Venustiano Carranza a partir del distribuidor vial del mismo nombre inaugurado por el exgobernador Enrique Martínez y Martínez, para rumbo a la ciudad de Monterrey.
Cualquiera de nosotros quienes utilizamos diariamente estas principales avenidas podemos observar en ellas que circulan patrullas de la policía de seguridad pública, Pronnif, Fuerza Coahuila, Protección Civil, Fuerza Sureste, las Fuerzas Armadas de México, Policía Federal pero aquellas que deben de estar ahí como son los vehículos de cuatro ruedas y dos que pertenecen a la Policía de Tránsito no se les ven nada más cada vez que sucede algún accidente vehicular o en algún operativo antialcohol junto con los elementos de seguridad pública.
No es la falta de parque vehicular de policía de tránsito puesto que he testificado tanto en eventos municipales, así como estatales la entrega de patrullas nuevas de este rubro del orden de la ley y créame que son bastantes como para no verlos haciendo sus rondines en las avenidas, calles, o bulevares principales que son precisamente el exceso y falta de cultura vial de la población los que causan accidentes espectaculares no solo con perdidas materiales, sino hasta la integridad de la misma gente.
La ausencia de este en tan importante área de Seguridad Pública, es decir, el policía de tránsito hace que los conductores cada vez se confían a que no hay ley al momento de circular cualquier vehículo haciendo que tanto conductores públicos y particulares cada vez hagan más de las suyas, cometiendo miles de infracciones pero no hay quien las apliquen, circulan con alta velocidad, sin precauciones, sin señalizaciones ni siquiera para cambio de carril, movimientos muy atrabancados e improcedentes, deteniéndose en carriles de constante movimiento porque le hacen al abusón queriéndose meter a la fuerza y atrabancados echando la unidad enfrente por no respetar un carril o tener la paciencia de su turno al no querer hacer fila igual que los demás, y así la lista sigue.
No hay tránsito circulando la ciudad es lo mismo que literalmente como dice el dicho “cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta” e incluso hasta peor porque puede haber algún elemento de manera esporádicamente circulando por ahí pero no hace nada cuando un conductor comente una falta merecedora de una infracción. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org
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