Poder y dinero: Así es la ley de Herodes de la 4T
El que nada debe… pero en la cárcel
· El derecho es justicia a los poderosos
· Acabó la presunción de inocencia
· Todo mundo es culpable; ellos NO
Si se hubiera de definir la democracia podría hacerse diciendo que es la sociedad en la cual no sólo es permitido, sino exigido, el ser persona.
María Zambrano (1904-1991) Filósofa y ensayista española.
Por Víctor Sánchez Baños
Siglos, sin exagerar, tuvimos los mexicanos que esperar para llegar a niveles de justicia donde los poderosos y los potentados no estuvieran por arriba de los derechos de los mexicanos comunes y corrientes.
Con el gobierno llamado de la Cuarta Transformación, se terminan con principios de la democracia y el respeto a la Ley.
Regresaron los poderosos y potentados, disfrazados de demócratas, a pisotear todo lo que se construyó desde antes de la Independencia del país.
Durante los inicios como nación independiente las castas de los mexicanos estaban claramente identificadas. Primero los españoles que llegan de Europa y nacidos allá; los criollos, los hijos de españoles nacidos en México; los mestizos, que eran la mezcla entre indígenas y españoles y los indios, que eran nativos de pura cepa.
Las cosas cambiaron, conforme pasa el tiempo. Las libertades se fueron consolidando, mediante la disminución del control del gobierno. El paso de liberales y conservadores, dividieron al país, pero los mexicanos avanzaron poco, mientras los potentados y gobernantes deshicieron al país.
Las catas estaban definidas entre los ricos que se dedicaban a la producción y las rémoras de la política, cuyos mejores elementos se dedicaron a hacer filosofía e historia, mientras el resto saquearon y dejaron saquear al país.
Los líderes políticos, de ese entonces, hacían lo mismo que lo mismo que los de ahora. Esto significa que crean estructuras con el fin de enriquecerse y evadir la acción de la justicia. Entre más alto es el rango del político, mayores son las herramientas para salvar la cárcel.
Después con la época porfiriana, los científicos buscaban el crecimiento del país mediante el establecimiento de estructuras que dejaran enriquecer a los amigos del presidente en turno.
Después de la Revolución llegó una casta de “generalotes”; algunos de carrera y otros inventados por las huestes revolucionarias. A los cercanos de aquellos que controlaban la revuelta los hacían militares de alto rango.
Estos se repartieron al país como botín. Haciendas, empresas, tierras y hasta las casas que confiscaban, pasaban a poder de los “ganadores” de la revuelta. Y, el pueblo continuó sumido en la miseria e ignorancia.
Después con los 80 años del “priato”, heredado de los Obregón, los Calle y otros más, dejaron una dinastía de potentados cuyas fortunas no se han acabado ni sus choznos.
La presión social y política hizo que las leyes se modificaran para disminuir el totalitarismo presidencial. Por ello, encontramos a presidentes como Fox, Calderón, Peña y ahora López Obrador, que buscaban un presidencialismo totalitario, pero son frenados por la historia de los mexicanos.
Pero, ahora, se dan modificaciones ante una ¡verdad a medias y a modo”, de que el pueblo les dio a los de Morena, la encomienda de ejercer todos los caprichos de la clase política en el poder. Pueden meterse en la vida privada de cualquiera, aniquilar el individualismo y, por su fuera poco, hasta usar los órganos de justicia para actuar a su modo e intereses.
Con muchos esfuerzos logramos que se reconociera en nuestras leyes la presunción de inocencia. Hoy, el gobierno morenista fortalece la “presunción de culpabilidad”. Todo mundo es culpable hasta que no demuestre lo contrario. Así actúan las dictaduras.
Acusan a cualquiera y, hasta el mismo presidente López Obrador, les dice que “el que nada debe, nada teme”. Esto es presunción de culpabilidad y el que acusa tiene la obligación de demostrar sus acusaciones. Desafortunadamente, ya se han dado casos que pueden considerarse presos políticos, aunque pudieran tener alguna culpabilidad.
Casos como el del exsenador Jorge Luis Lavalle o la exsecretaria de Sedesol, Rosario Robles, están encarcelados por que se presume que son culpables, a pesar que no hay elementos firmes de la Fiscalía General de la República acerca de su “presunta culpabilidad”.
No podemos vivir en un país donde la ley es a contentillo del Presidente en turno. Por ello, el presidencialismo debe ser acotado y que haya un verdadero equilibrio en los 3 poderes de la Unión. Lo demás, es verborrea de los potentados y políticos.
PODEROSOS CABALLEROS
ARMANDO REYES LEDESMA
Durante sesión en la Cámara de Diputados, el legislador por el Partido del Trabajo, Armando Reyes Ledesma, se dijo víctima de las políticas con las que se rigen las aerolíneas. Podría ser considerado un caso de abuso de empresas aéreas, como se dan cotidianamente. Sin embargo, en este caso, en redes denunciaron que se «brincó» filtros y se negó a pagar equipaje extra. Por su culpa los pasajeros de la aerolínea fueron bajados del avión y esperar a que entendiera el diputado, que así están especificadas las tarifas aéreas. Ahora resulta que por 500 pesos que no quiso desembolsar, como hacemos todos los pasajeros de aerolíneas, hizo su berrinche y subió a la máxima tribuna del país, para presentar un “punto de acuerdo” y obligar al secretario de Comunicaciones a comparecer para que le expliquen al potentado por que le cobraron una maleta para su viaje. De verdad, hay personajes que no se ubican. Son servidores públicos, no son mexicanos de excepción. Al inicio del sexenio de López Obrador, la entonces secretaria de SEMARNAT, Josefa González Blanco Ortiz Mena, tuvo que renunciar por que pidió que la esperaran unos minutos para abordar. Tenía mucha prisa. ¿Renunciará este diputado del PT o seguirá pisoteando el tiempo de pasajeros de aerolíneas mexicanas? En otros países, incluso en Cuba, Venezuela y otros de izquierda, lo hubieran metido a la cárcel. Aquí, el señor tiene fuero y patente de corso de impunidad.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA
TEC DE MONTERREY
En el marco del aniversario de la fundación del Tecnológico de Monterrey, se llevó a cabo la 28ª edición del Premio Eugenio Garza Sada, en ella, los galardonados recibieron la escultura «Luz Interior», de Yvonne Domenge y un reconocimiento escrito. Las cualidades de los ganadores son similares a los valores que inspiraron a Don Eugenio Garza Sada: sus aportaciones a la comunidad; la convicción de su compromiso con la educación, y el liderazgo excepcional en proyectos empresariales y sociales. La creación del premio tiene como objetivo reconocer a líderes empresariales e instituciones nacionales o extranjeras, así como estudiantes del Tecnológico de Monterrey y la Universidad TecMilenio, quienes con su compromiso, pasión y dedicación contribuyen al desarrollo de México mediante acciones que elevan el nivel de vida y bienestar de las comunidades.
Escúchame de lunes a viernes, de 21 a 22 horas, en “Víctor Sánchez Baños en MVS”
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