Perú: Juego de damas
Lima, 15 jul (PL) Una investigación a la primera dama peruana, Nadine Heredia, por sospechas de corrupción, continúa hoy en un pantanoso terreno de confusión, tras destapar la primera dama la introducción de un chisme sobre ella en la pesquisa.
La también jefa del gobernante Partido Nacionalista y sus seguidores mantienen la iniciativa tras largos meses de virtual arriconamiento a Heredia mediante denuncias, ataques y filtraciones de lo tratado en una comisión parlamentaria cuyos trabajos son oficialmente reservadas.
El panorama cambió el pasado martes, cuando la esposa del presidente Ollanta Humala pidió ser interrogada en una sesión abierta y no secreta, para evitar que se manipule lo dicho, lo que le fue denegado, por el carácter reservado del asunto y por el supuesto de que buscaba lucimiento.
Ante la negativa y tras el interrogatorio, congregó a la prensa para criticar duramente a la comisión y a su presidenta, Marisol Pérez, por haber rebasado su misión de investigar los posibles nexos con altos funcionarios, de los negocios que promovía el empresario Martín Belaunde, exactivista electoral y amigo del jefe de Estado y actualmente preso por sospechas de corrupción.
El mayor impacto de sus declaraciones fue la revelación de que, en marzo pasado, Pérez preguntó al empresario Rodrigo Arosemena qué tipo de relación tenía con Heredia y en el preámbulo señaló que quería desvirtuar un chisme reprobable sobre un supuesto amorío.
Ante decenas de reporteros, la primera dama leyó la pregunta y denunció la ofensa a su dignidad de mujer y acusó a Pérez Tello de haberla introducido innecesariamente y con mala fe en el interrogatorio.
Pérez sostiene que la pregunta era pertinente por haber sido Arosemena gerente de una empresa relacionada a Belaunde y cuenta con el apoyo de sectores de oposición y de la prensa conservadora que ha puesto en la mira a Heredia.
La congresista socialcristiana, ensalzada por esos medios, anotó que antes de preguntar dejó constancia de su condena al malévolo rumor, cuya propagación fue atribuida al expresidente Alan García por un conocido periodista.
Parlamentarios y periodistas se preguntan, sin embargo, qué sentido tenía el preámbulo de la pregunta para la investigación y el analista opositor Raúl Wiener preguntó qué utilidad hubiera tenido para la pesquisa si el empresario respondía que tenía un romance con Heredia, lo que por cierto negó rotundamente.
La contraofensiva de la primera dama, como la llaman analistas y diversos medios de prensa, tuvo un fuerte elemento de sorpresa, pues hasta el martes se especulaba sobre la posibilidad de que apele a algún recurso legal para no ser interrogada.
Ahora la discusión gira en torno al protagonismo que tiene en el caso un chisme más propio de programas de televisión sobre la farándula, que de una investigación sobre un caso de posible corrupción cuyo esclarecimiento pleno sigue en duda.
Para Wiener, más pertinente sería investigar qué relaciones tiene la primera dama con los gremios empresariales, y si hay que criticarla es por ser responsable, según él, de la derechización del gobierno de Humala.
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