Por Arturo Ríos Ruiz    

* Lo rechazó Panamá  

*Jesusa Rodríguez en su lugar 

El presidente Andrés Manuel López Obrador reveló ayer que Panamá rechazó a Pedro Salmerón como embajador de México en dicho país, por lo que en su lugar propondrá a la senadora suplente Jesusa Rodríguez.  

El 25 de enero pasado, Érika Mouynes, en representación de gobierno panameño, anunció que envió su posición a la Secretaría de Relaciones Exteriores, ante la insistencia de los reporteros sobre el contenido, la funcionaria mantuvo la secrecía. La tardanza mexicana respecto a la decisión del país centroamericano, fue el preludio que no había sido aceptado el escritor. 

La afonía fue resuelta por las declaraciones del presidente a favor del candidato con su repetida repartición de culpas a los neoliberales, pero la avalancha contra Salmerón estaba tan desenfrenada que la defensa se perdió irremediablemente. 

El ex Canciller de Panamá Jorge Eduardo Ritter, discurrió cancelada la posibilidad de que Pedro Salmerón llegara a la Embajador de México en ese país, al destacar argumentos expertos como fallas al protocolo diplomático por parte de México por no consultar de manera previa el nombramiento. 

Sus palabras fueron el detonante en el sentido común de muchos para dar por depreciada la aceptación de la propuesta que calló institucionalmente Érika Mouynes, ministra de Relaciones Exteriores de Panamá que se mantuvo una semana en total mutismo por parte México. 

Es de pensar que se tomaron el tiempo considerable para aceptar lo que fue una derrota, una falla, un descuido por escoger a alguien con un pasado vulnerable, cuya conducta lo destruiría en el momento de presentarlo para un cargo de tal importancia para el nombre de México en el extranjero.  

Ayer, el presidente tuvo que aceptar en conferencia en Palacio Nacional, que Panamá rechazó a Pedro Salmerón como Embajador de México en ese país, por lo que en su lugar propondrá a la senadora suplente Jesusa Rodríguez. Debió ser un trago amargo presidencial, negado al fracaso, éste lo es. 

Jesusa es actriz, dramaturga, cantante y activista social, además de ser una feminista destacada de México; muy proclive y hasta desparpajada en sus declaraciones, como llamar la «planta sagrada» a la de la marihuana, a la que llamó y comparó con… el clítoris, así mismo a otros vegetales psicoactivos. Cabe la pregunta osada ¿Es adictiva al cannabis? 

Ha sido muy criticada por sus originales expresiones que exhibe en videos, que se antoja una persona informal al hablar de temas comunes con la crítica a los tacos de carnitas y comparar a las mujeres con las vacas. 

Tenemos que esperar comprobar su papel como representante de México en Panamá y su comportamiento público, en espera que no meta en problemas al país con sus alusiones. A ver que dicen los centroamericanos en su desempeño. 

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