
Nos falta mucho para ser competitivos
Por Guillermo Robles Ramírez
El nivel de alfabetización en Coahuila es relativamente bajo, es decir, son más los que saben leer y escribir, que los que no saben. Pero en el resto del país no se puede decir lo mismo, siendo lo contrario y es preocupante el nivel tan alto que existe de falta de alfabetización; que comparativamente a los índices del año anterior aparentemente parece que han bajado pero relativamente se deja fuera una variable. Cada vez son menos los estudiantes que asisten.
La educación del país ha bajado no solamente a nivel cualitativo sino también cuantitativo, es decir, en su calidad. Su disminución ha sido considerablemente conforme pasan los meses, y cada año la deserción va en aumento. La adolescencia toma la decisión de no estudiar y ponerse a trabajar aunque no tenga el conocimiento educativo suficiente para poderse colocar en un puesto donde sea bien remunerado su labor.
Años atrás, para algunos expertos en sicología social, este fenómeno era considerado una conducta de conformismo. El resultado final esta pereza es el principal elemento para el crecimiento a la pobreza en el país.
Para una gran parte de la población mundial, la globalización es sinónimo de pobreza, porque es una manera de exhibir a las naciones las buenas o malas decisiones tomadas por los mandatarios de cada país para solucionar los problemas sociales y aquellos que afectan a la economía. Aunque hay quienes consideran que esta transparencia mundial tiene su lado positivo para imitar los métodos que hacen otros países para salir adelante ante cualquier crisis.
Y es precisamente este gran cristal, en donde no hay muros entre países que ha permitido observar y colocar lamentablemente a México, en un nivel deplorable en el rubro de la educación. Porque su sistema o plan de estudios básico, mediano, y alto del sistema público educativo, no han cambiado en décadas, dejando en gran desventaja contra aquellos estudiantes que tienen oportunidad de estudiar en escuelas privadas, para posteriormente terminar con posgrados en el exterior. Y por ende, mejor remunerados y quedándose a laborar en un país en el extranjero.
Mientras en otros países estadounidenses y europeos les toma mucho más años para terminar sus estudios básicos, antes de iniciar los profesionales y éstas últimas también se llevan más tiempo comparados a México; hace imposible poder competir profesionalmente, y por ende el conseguir un sueldo digno. Aunque también pierden la oportunidad para ser contratado dentro del staff administrativo o procesos de aquellas empresas o corporativos extranjeros que vienen a instalarse en nuestro país.
Todo es importante al día de hoy, unos ponen todas sus canicas para gobernar en el tema de la seguridad, inversiones, infraestructura de comunicación entre otros pero siempre dejan fuera en importancia o al menos no es prioritario el sistema de la educación pública en México. Ni siquiera el gremio sindical de la educación se preocupa por ello, sino solo velan por sus propios intereses económicos, pero no para mejorar el sistema de enseñanza.
Lamentablemente se tiene el concepto de que en la medida de que se construyan más escuelas o medias escuelas, para que las terminen los recursos estatales; a eso se le considera equivocadamente fortalecimiento a la educación. Pero precisamente es ahí donde está el error porque la educación no es un montón de ladrillos, y “tejabajeles”, para hacer aulas sino está en el sistema estructural de sus materias impartidas y toda su logística que implica para formar buenos estudiantes de acuerdo a las necesidades para el crecimiento del país.
La mejor manera de abatir la pobreza es teniendo una educación competitiva, mejorando los sueldos e incentivar a las empresas que son los detonadores del trabajo. Esa motivación tiene que ser con hechos, es decir, menos cargas fiscales pues está comprobado que a nivel mundial no existe un salario mínimo suficiente que permita vivir dignamente pues dentro de sus fórmulas para determinar dicho salario en cualquier país no viene incluido el nivel de vida, e inflación por región, entidad, y mucho menos el nacional.
La mayoría de estos jóvenes se están llevando una gran desilusión porque más del noventa por ciento de ellos no logra un sueldo mayor a los 11 mil pesos al mes, según la media como resultado en las encuestas del INEGI. Y todo porque el nivel per capital del país no deja para más, y es aún más impactante saber que a nivel nacional el 94 por ciento de los empresarios incluyendo a comerciantes, propietarios de negocios familiares, y a la economía informal no cuentan con estudios profesionales y perciben un sueldo no mayor a los 15 o 20 mil pesos mensuales.
Es por eso que para quienes no tienen mentalidad de criminales voltean a ver la oportunidad de entrar a trabajar en cualquier puesto de gobierno porque está demostrado que los únicos que pueden sobrevivir ante cualquier crisis son los funcionarios públicos y sus recomendados que generalmente son los “juniors” que pueden recibir sueldos que superan la imaginación y sin necesidad de presentarse a trabajar o con el mínimo esfuerzo. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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