Cuántas veces te ha tocado observar situaciones ya sea de tus propios hijos o de alguna amistad e inclusive desconocidos que estén jugando con otros niños y de repente ese pequeño querubín le pega con un manotazo al amiguito con el que está jugando.

En principio no deja de asombrarse en el caso de las mamás en el caso de los papás habrá algunos que equivocadamente lo vean como parte de su carácter y el machismo de que será todo un hombre “chingón”, el día de mañana.

Pero no deja de asombrar ni a ti y a quienes lo observaron el comportamiento agresivo de tu angelito. A esto se le conoce como agresión infantil que puede tener varios orígenes.

Expertos en la materia sugieren que éste comportamiento puede estar relacionado con la falta de habilidades verbales o carácter fácilmente despertado. Pero en la mayoría de los casos son respuestas agresivas a la frustración como parte normal de la primera infancia, pero en los niños se esperan a que aprendan cada vez más a manejar sus emociones y controlar su comportamiento cuando entran en la escuela.

Sin embargo, hay niños que continúan este mismo comportamiento golpeando a sus compañeros de clase cuando se sienten frustrados o causan otros tipos de perturbaciones en el salón, son un verdadero riesgo, especialmente alto de consecuencias a largo plazo, incluyendo la delincuencia, la violencia, la deserción escolar, abuso de sustancias e incluso el suicidio.

Hay quienes pudieran considerar lo mencionado anterior como una exageración, pero solamente para quienes viven la tragedia para platicarlo. Al menos este fue el caso en Castaños, Coahuila, cuando un niño fue atacado por un compañero de clase de primaria de manera violenta iniciando las clases esta semana en la escuela primaria José María Morelos y Pavón, cuando el menor de 11 años de edad, quien ya tenía antecedentes de agresividad más conducta de estar haciendo bullying a sus compañeritos inició una pelea en donde terminó por clavarle un lápiz en el ojo derecho al otro menor.

Todavía hasta el día miércoles se desconoce la situación legal del menor agresor y que el abogado contratado por los papás del afectado quien terminó por perder el ojo derecho interpondrá una demanda civil para la reparación del daño pero no solo eso sino también va a solicitar la intervención de la Procuraduría de los Niños, Niñas y la Familia también conocido como PRONNIF quien está como titular la lagunera Lic. Yezka Garza Ramírez, en donde lo correcto debido a la edad que presenta el menor agresor se aplicaría la justicia restaurativa o justicia reparadora.

Lo que un día comenzó como algo gracioso por parte de los padres o simplemente como cosa de hombres el día de mañana se puede convertir en un problema con consecuencias graves e irreparable, pero lo peor de todo es cuando la misma sociedad lo está permitiendo como algo habitual en donde al ser cuestionado cualquier maestro lo primero que dirán es algo ya normal por que no es la primera vez que sucede éste tipo de casos en donde en esta ocasión un niño perdió un ojo.

Hay que reconocer que hay muy pocos docentes que ante este tipo de niños violentos que requiere de una ayuda a la que como obligación no le corresponde a las instituciones educativas más solo reportar el comportamiento de los niños pero ante la indiferencia de los padres han preferido los maestros y maestras solicitar la prohibición del uso del lápiz tradicional de madera y carbón a sus estudiantes e intercambiarlos por aquellos conocidos como lápiz de cera.

Es necesario entender que para los niños cuando pierden su sentido de conexión, se sienten tensos, asustados o aislados esta “emergencia emocional”, puede arremeter contra otros niños porque de inicio los niños no tienen la intención de ser malos por naturaleza y de hecho los actos de agresión no están bajo el control de los niños sino también tiene mucho que ver el entorno familiar en donde esperemos que por parte de la PRONNIF de la entidad cuando se formalice el caso también se le haga una valoración a los papás del niño agresor para ver en qué situación se encuentra la familia como un ambiente estable o inestable. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org