Guillermo Robles Ramírez

No quieren ni a ricos, ni a pobres

Por Guillermo Robles Ramírez

“Señor presidente López Obrador: cómo es posible que usted que ganó las elecciones en México con una plataforma progresista y de cambio se preste a ser un colaborador con Donald Trump, quien desde que era candidato no ha escondido su racismo y odio contra nosotros, los mexicanos que vivimos en Estados Unidos”

Lo anterior dicho en un extenso comunicado de el Frente Indígena de Organizaciones Binacionales, al total rechazo por la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador con su homólogo Donald Trump, en la que agregan que Trump no es amigo de México y ni de los migrantes mexicanos.

Algo que no ha sido un tema nuevo cada vez cuando se refieren al presidente estadounidense, sin embargo, la palabra racismo es muy amplio, pero solamente lo conceptuamos cuando se refiera a etnias y distinciones de sexo o preferencias sexuales.

Indebidamente lo vemos así ya que, de acuerdo a la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, en nuestro país en su Capítulo I, Artículo 1, Fracción III dice a su letra “Discriminación: para los efectos de esta ley se entenderá por discriminación toda distinción, exclusión, restricción…”.

Simplemente iniciando ya con eso se puede percibir que López Obrador, así como su equipo de trabajo, están haciendo comentarios que incitan al racismo y obviamente al odio, al estar haciendo distinción entre grupo sociales hablando económicamente.

Cada vez se hace sentir una percepción social en donde el gobierno federal condena al sector de la clase social alta y media. Preguntas y/o declaraciones que AMLO y su equipo en sus conferencias mañaneras como el “¿qué haremos con los ricos?”, “…esta epidemia (Covid-19) para México fue importada a partir de grupos sociales de alta capacidad económica, financiera, …los grupos sociales adinerados del país…”, “…si ustedes son ricos tienen el riesgo (refiriéndose al contagio del coronavirus) pero si ustedes son pobres entonces somos inmune…”, “…no secuestran a un pobre, secuestran al que tiene…”, y la lista podría seguir.

Aunque nadie está acusando al Presidente de México y a su equipo de trabajo o colaboradores, cada vez existe una “ligera” apreciación de sectores de la población de mexicanos que sienten esa diferencia y racismo, puesto que no se sabe si estos comentarios tienen algún propósito de campaña política permanente aprovechando la figura presidencial, aunque si es una realidad que en México existe una población mayor de pobreza en donde no necesariamente se refiere a ingreso por familia o desempleados, sino los indicadores que definen la pobreza también califica servicios públicos y primarios.

Pero también existe un sector de la población que ni son ricos y ni son pobres, por ejemplo, aquellos millones de mexicanos pensionados que están con la incertidumbre si el Gobierno Federal implementará la reforma para reducir hasta en un 50 por ciento el monto de los recursos.

Y tal las declaraciones de la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, en la que estiman un cierre de 2.6 millones de empresas formales, entre pequeñas y medianas teniendo como consecuencia la pérdida del 64 por ciento de empleos. Obviamente esto también incluye a México.

Ante la pandemia del Covid-19, la posición del Gobierno Federal y la 4t siempre fue indiferente ante la inversión en el sector salud e igual manera en el sector económico teniendo la firme posición de no endeudar a México.

Sin embargo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, afirma que para aquellos países que tomaron medidas preventivas para evitar el contagio del coronavirus, lleva en sí un endeudamiento incluyendo a México; por el simple hecho de la recesión y la depreciación del peso frente al dólar.

Ahora sí, retomando el inicio de esta columna en donde califican al presidente estadounidense como racista, se podría deducir que lo mismo sucede con el Gobierno Federal en donde hacen comentarios incitando diferencia de clases sociales, odio, en resumen, una política racista social en donde la solución para todo es la pobreza para acabar con el coronavirus, crimen organizado y la corrupción. Entonces se puede tener una verdadera o falsa impresión que el Gobierno Federal y el partido político Morena no son amigos de los mexicanos ricos, ni pobres. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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